Las entrevistas de trabajo son momentos difíciles que, en general, las empresas no manejan bien. Con un poco de astucia, el entrevistado puede aprovechar esa deficiencia en su favor.
Una entrevista de trabajo no es una simple conversación. Casi siempre los empleadores parecen interesarse mucho en los antecedentes,: formación y experiencia anterior y descuidan otros factores que podrían ser claves en el desempeño futuro de esa persona, como la aptitud para aprender cosas nuevas que tanta importancia adquiere en un momento en que todo cambia a velocidad sideral. Pero más allá de la calidad de las preguntas, quien va en busca de empleo puede aprovechar la situación para adueñarse del temario y ejercer el control de la entrevista. Las cinco estrategias que siguen exigen, todas, una preparación que debe hacerse ANTES de la, o las, entrevistas:
Imagine las preguntas. Casi siempre se puede anticipar hasta 90% de las preguntas que van a aparecer en la entrevista. Se puede encabezar la lista con la más obvia de todas: ¿Por qué quiere este trabajo? Haga una lista con las 20 preguntas que usted cree que le van a hacer.
Planifque el ataque. Para CADA UNA de las preguntas que escribió , escriba su respuesta. Sí, escriba. Es fastidioso escribir , lleva un tiempo que parece inútil, pero ayuda a fijar las ideas en su cabeza. Y eso es importante. Las respuestas tienen que salir automáticas, No es bueno ponerse a pensar la respuesta durante la entrevista.
Tenga un plan de respaldo. Es más, para cada pregunta escriba tres respuestas posibles. Hay veces que las entrevistas son varias, una después de la otra. Una respuesta puede no gustarle al primer entrevistador y a la segunda entrevistadora sería bueno darle otra respuesta. De esa forma siempre tendrá a alguien que se incline en su favor.
Cuente historias. Cada pregunta debe contestarse con un relato que demuestre que usted puede hacer lo que le están preguntando. “¿Cómo hace para manejar un equipo?” debería contestar con: “Soy x tipo de líder. Permítame contarle cuando…..”Siempre tenga a mano una historia o datos que demuestren que usted es lo que dice ser.
Mire a su alrededor. Observe la habitación y vea si encuentra allí, o en la figura de los entrevistadores algo que pueda usar para establecer una conexión. Puede ser un libro, una foto, un cuadro. Alguna expresión de cansancio en los entrevistadores. Cualquier cosa que sirva para crear un lazo.
Practique. Las entrevistas se practican, como cualquier otra cosa. Cuando más se practican, mejor van a salir.
