El lunes por la noche, el presidente Néstor Kirchner anunció que prevé prorrogar por diez años, hasta 2023, el régimen establecido por la ley 19.640 que otorga beneficios impositivos a quienes producen en la isla, tema que será tratado, según informó, el 29 de junio en Asunción, Paraguay, durante la Cumbre de Presidentes del Mercosur.
Pero, además, ayer se publicó el decreto 710 en el Boletín Oficial, que fija algunos cambios en el régimen de promoción. El más importante es que establece una diferenciación entre quienes sólo producen en Tierra del Fuego y quienes lo hacen pero además comercializan directamente al público.
Según publica un matutino porteño, el fabricante que venda más del 60% de sus productos a una misma empresa, por más que sea un tercero, o lo haga a una firma controlada por el mismo grupo, o en forma directa, tendrá una reducción de 30% en los beneficios fiscales.
En los hechos, esto afecta hoy sólo a Frávega, que produce varios artefactos en Río Grande, a través de su controlada Electro Fueguina.
Pero también, y sobre todo, perjudicará a otras cadenas que planean comenzar a ensamblar en la isla, como Garbarino -que ya avanzó en la construcción de su fábrica- o Ribeiro, Megatone y Musimundo, que hace sólo 15 días obtuvieron la autorización de la Secretaría de Industria para instalarse en el Sur, con compromisos de inversión por $ 70 millones.
“Las modificaciones apuntan a otorgar una mayor equidad entre las empresas que sólo fabrican y las que también venden”, explica el consultor especializado Alfredo García Corado. “Hasta ahora, los beneficios eran iguales para todos. Pero producir en la isla y vender en el continente era una ventaja adicional”, agrega.
Hasta ayer, todos estaban exentos del 100% del pago del IVA. Ahora, quienes fabriquen y comercialicen al público podrán quedar exentos del 70% de ese tributo, es decir, de un 30% menos. Y lo mismo sucederá con el Impuesto a las Ganancias.
Con estas modificaciones, los claros ganadores son los fabricantes netos, ya que se desalienta a los vendedores a producir, por la pérdida de beneficios. Para Frávega, que supo sacar ventaja frente a sus competidores al instalar su planta varios años atrás, no sería tan grave.
En cambio, “las cadenas que ya tienen la autorización para fabricar pero aún no hicieron las inversiones lo evaluarán mejor”, opina García Corado. Además de Garbarino, Ribeiro, Megatone y Musimundo, también Hiper Rodó presentó un proyecto, que aún no obtuvo luz verde.
En el sector explican que “los principales jugadores locales de retail no son partidarios de convertirse en industriales. Pero que presentaron propuestas para fabricar como una estrategia de defensa competitiva frente a la cadena que ya lo hace”.
