Inicio Empresas y Negocios Cómo y en qué se invierten las grandes fortunas del mundo

Cómo y en qué se invierten las grandes fortunas del mundo

Que Amancio Ortega, primer accionista de Inditex y de la marca multinacional Zara, y vigésimo segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, se gaste 410 millones de dólares en comprar activos inmobiliarios en Estados Unidos en un año no pasa desapercibido en el mercado.

No se trata sólo de la magnitud de la suma –representa el 2% de su fortuna, que asciende a unos 20.200 millones de dólares, según Forbes–, sino de las señales que emite. Pese a la discreción con la que actúan las grandes fortunas en los mercados, algunos de sus movimientos trascienden inevitablemente –ocurre siempre que están obligados a comunicarlos a un regulador– y, a menudo, hacen explícitas las tendencias de inversión.

Las compras de inmuebles en Estados Unidos del empresario gallego, fundador de las tiendas Zara, dan pistas acerca de lo que interesa ahora a los inversores más acaudalados. Tome nota. Ortega ha adquirido la nueva sede de Bacardí en Miami, un edificio de oficinas en Washington, un rascacielos y varios locales comerciales en Boston y una galería comercial en San Francisco, según consigna el diario español Expansión.

Family offices
La toma de participaciones empresariales en compañías cotizadas y no cotizadas es otra de las vertientes en las que están interesados los grandes patrimonios. Estos son algunos de los señuelos que van dejando los inversores con mayores fortunas. Es decir, las organizaciones privadas encargadas de manejar las fortunas de las familias más ricas y de velar por su mantenimiento para generaciones futuras.

Seguir la pista de los family offices proporciona bastante información sobre las tendencias del mercado porque estas figuras –para las que no existe una única definición, según los expertos– no se limitan sólo al club de los adinerados que figuran en el ránking de Forbes.

El family office es un concepto cada vez más presente en el mundo empresarial, aunque sin una forma clara. Según Pablo Alarcón, abogado del despacho Gómez-Acebo&Pombo, “hay tantos tipos de family office como empresas”, añade Alarcón. “Surgen como una necesidad de optimizar o buscar mayor eficacia en la rentabilidad del patrimonio de una familia”.

Cubren distintas áreas: inversión, fiscal, control de riesgos y administración. A veces se constituyen como una empresa, y en otras ocasiones no. No hay reglas”, explica Juan González Cantero, director responsable de Family Office e Inversores Institucionales de Deutsche Bank Private Wealth Management.

No existe un registro, pero puede haber unos 70 u 80 en España, entre el 10% y el 12% de los que existen en Europa (entre 600 y 700), según Cantero. Los profesionales insisten en señalar que no se puede hablar de un modelo determinado.

Sin embargo, un estudio piloto realizado por la Wharton University of Pennsylvania, en colaboración con el IESE, pone negro sobre blanco algunos aspectos hasta ahora poco conocidos.

El estudio analiza una muestra de family office que manejan fondos superiores a 100 millones de dólares invertidos en activos repartidos por todo el mundo, y está basado en entrevistas realizadas entre miembros destacados de estas organizaciones.

Según expansión, la mayoría considera a su family office como un vehículo de inversión y, en menor medida, como un instrumento para coordinar la educación de los hijos y organizar actuaciones filantrópicas, otras dos de las funciones que se le suelen atribuir.

En la mayor parte de los casos, las familias están envueltas en la gestión de su oficina de inversiones aunque cuenten con profesionales externos a los que ofrecen altas retribuciones para evitar la rotación y fidelizarlos.

El perfil de las inversiones varía dependiendo de la nacionalidad del family office. Los estadounidenses destinan la mayor parte de sus recursos a invertir en valores (bonos y acciones), mientras que los europeos sienten preferencia por entrar en proyectos empresariales o inmobiliarios, ya que consideran que estas inversiones son más seguras.

Dónde invierten
Los profesionales insisten en que no hay reglas. “Es un mundo de pasiones”, dicen en Morgan Stanley. Pero sí reconocen algunas grandes tendencias.

Para González Cantero, un family office que pudiera ser considerado típico destina:

* un 35% de sus inversiones a renta variable
* no más del 10% a renta fija
* el 15% a compañías de capital riesgo
* el 10% al sector inmobiliario
* el 15% a hedge fund
* el 10% a liquidez
* el 5% a materias primas, filantropía y otras inversiones.

Según Jacobo Zarco, socio director de Atlas Capital, “un cliente normal de un family office tiene productos financieros más o menos diversificados, pero para entrar en inmuebles se requiere otro nivel de patrimonio”.

En todo caso, según este profesional, se deben considerar varias patas: la financiera, que generalmente atiende a través de una sicav, e invierte en productos estructurados y hedge fund; la inmobiliaria, con preferencia en edificios de oficinas y naves industriales, es decir, diversificando en segmentos que tienen ciclos diferentes; las inversiones empresariales, mediante la toma de participaciones directas en compañías cotizadas y no cotizadas, así como en sociedades de capital riesgo; y por último tiene una pata de varios, donde se puede incluir arte o filantropía.

Planificación
Para Javier Martín, director de estrategia patrimonial de Fortis Banca Privada, “el patrimonio debe contener posiciones financieras, activos inmobiliarios, participaciones en empresas y otras inversiones alternativas (hedge funds, fondos de capital riesgo etcétera). Todo ello bajo las premisas de una adecuada planificación fiscal”.

Según Alarcón, “hay elementos comunes [en los family office] a la hora de decantarse por el destino de las inversiones, pero con sesgos claros. El que ha hecho su fortuna en el sector inmobiliario tenderá hacia ahí, y el que lo haya hecho en el sector financiero se inclinará hacia ese lado.

Es verdad que se deja en manos de los técnicos la distribución de activos, pero muchas son empresas familiares ya hay cosas que gustan y otras que no”. Los expertos de Morgan Stanley subrayan que “a mayor volumen de patrimonio, hay más acceso a inversiones más exclusivas”.