Trazar un puente entre Oriente y Occidente: tal es la filosofía de Kenzo. Después de casi cuarenta años de su creación, la marca que sedujo por igual al jet set mundial y a los más destacados intelectuales europeos de la izquierda de la década del 70, vuelve al ruedo, impulsada por sus nuevos dueños, el consorcio de marcas de lujo LVMH (Louis Vuitton Moett Henessy).
En la Argentina, la marca había huido en plena crisis económica, junto con otras firmas de lujo que también abandonaron el país, y ahora –con un nuevo escenario económico–, pegan la vuelta.
Así, en la tradicional Avenida Alvear, están desembarcando marcas como Salvatore Ferragamo, Armani Exchange -la versión “económica” de Armani- y Rochas, entre otras.
Aunque volver nunca resulta muy barato: se calcula que el regreso de una marca de lujo al país representa una inversión cercana a US$ 1,5 millón como mínimo. Y, eso, sólo para empezar a hablar.
Todo empezó allá por 1965, cuando el diseñador japonés Kenzo Takada llegó a París y, cinco años después, abrió su primera tienda. Consagrado inmediatamente por la crítica y el periodismo de moda mundial, el japonés -que no hablaba una sola palabra de francés- fue definido, paradójicamente como “el más parisino de los diseñadores franceses”.
Cuando en los noventa, Kenzo decidió retirarse del mundo de la moda para descansar y viajar, vendió la marca al consorcio de lujo LVMH. El anuncio fue realizado por el propio Kenzo durante un espectacular desfile que celebraba los 30 años de la marca.
Ahora, para recrear y recobrar el ADN y la vieja mística de la marca, Antonio Marras, un diseñador 46 años de origen italiano, que reside junto a su familia en la isla de Cerdeña, fue elegido como “el nuevo” Kenzo.
El diseñador y director creativo de la marca a nivel mundial estuvo en Buenos Aires ultimando los detalles para lanzar la marca en febrero de 2008. Y, además, vino a filmar el comercial de la nueva campaña a nivel mundial: el shooting se realizó en la emblemática confitería Ideal y en el barrio de Barracas.
El lanzamiento de la temporada Otoño-Invierno 2007 en la semana de la moda de París está inspirado en Buenos Aires. Más precisamente, en “El Ultimo tango en París” de Bertolucci y en la década del 40. “Cuando creo una colección, pienso en una historia y en su escenografía”, dice Marras, a quien lo conmovió la historia de Aníbal Troilo.
En Buenos Aires, la mano derecha de Marras es Cecilia Bonaventura, directora comercial de la empresa Bendow Argentina. “La vuelta de Kenzo responde a una estrategia comercial a nivel mundial. No sólo se celebra la apertura en la Argentina, sino que también es el relanzamiento de la marca con una clara estrategia de expansión, que incluye -sólo para este año- la apertura de 23 locales en todo el mundo”, cuenta Bonaventura.
En principio, planean tirar la casa por la ventana con un desfile-fiesta de lanzamiento de la marca, que se realizará en noviembre.
