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La Argentina no está invitada a la nueva fiesta del mercado de capitales

La tan temida crisis financiera global ya habría tocado fondo para muchos y ello repercute en el ánimo de los inversores, que comienzan a perder su temor para realizar determinadas inversiones.

Aunque el debate continúa en diversos ámbitos y enfrenta a “gurúes” con catedráticos y presidentes de la banca central, los fondos de inversión toman decididamente partido de la situación y vienen anunciando un regreso a los mercados emergentes a nivel global, atendiendo básicamente al comportamiento positivo de algunas variables macroeconómicas en EE.UU.

No por nada están regresando en masa a mercados que hasta hace algunas semanas eran considerados demasiado riesgosos, generando subas de importancia en numerosas bolsas de países emergentes y alarmando a algunos bancos centrales.

En tal sentido, Dionisio Corneille, de Corneille Sociedad de Bolsa, expresó que “en principio, los mercados se dan vuelta porque la crisis estaría llegando a un valle y anticipan esa situación”.

Corneille agregó que “hay que tener en cuenta que se recuperaron fuertemente algunos papeles y también el precio de las commodities como el petróleo, el cobre o el aluminio”.

En este nuevo “revoleo” de fondos hacia plazas que con anterioridad fueron más que rentables, la menor aversión al riesgo se traduce en el ingreso masivo de capitales en mercados que van desde Brasil y China hasta Rusia.

Uno de los ejemplos más claros de esta tendencia lo refleja el índice Bovespa de la Bolsa de São Paulo, que agrupa a las principales empresas brasileñas, con una suba del 75% desde sus mínimos de octubre. Pero no es el único, ya que las bolsas de los mercados emergentes han avanzado 50% desde comienzos de marzo, según el índice MSCI de Mercados Emergentes, que sigue el desempeño de 23 mercados.

Un estudio realizado por Merrill Lynch destacó que el ritmo de los flujos de capital de los fondos de inversión es fuerte, especialmente el de los mercados emergentes, donde se observa un ingreso de alrededor de u$s14.400 millones en las últimas siete semanas.

Álvaro Garay Arellano, catedrático del Instituto Tecnológico de Monterrey comentó que en los últimos meses se observa una menor volatilidad y eso es positivo para los inversores porque genera una mayor confianza.

Agregó que tras la mayor confianza de los inversores, los países emergentes están recibiendo capitales externos, sobre todo se están incorporando en fondos de inversión de renta variable, debido a que en estos momentos los mercados de valores se encuentran subvaluados.

Durante la última semana las inversiones en fondos dedicados a estos mercados ascendieron a los u$s4.000 millones, por lo que se convirtió en la mejor semana para estos fondos desde fines de 2007, según informó el mismo banco de inversión.

Este dato se contrapone con los $s9.800 millones que fueron retirados por los inversores de EE.UU. en apenas siete semanas. Los motivos que llevan a este fenomenal cambio de tendencia responden a los siguientes aspectos:

* Señales que la recesión global podría estar cediendo

* Datos positivos de que el enorme plan de estímulo implementado por China, tiene efectos favorables sobre la demanda de materias primas y productos agrícolas.

“Estas recuperaciones son reales”, afirma Robert Weissenstein, director general de inversiones de banca privada de Credit Suisse. El ejecutivo alude a la renovada creencia de que economías como Brasil y China crecerán más aceleradamente que la de países desarrollados. Excluyendo los imprevistos, afirma, “el agujero negro delante nuestro desapareció”, en referencia a la amenaza de un colapso de algunos mercados.

Pero esta euforia de los mercados para algunos puede parecer excesiva y desde los propios gobiernos piden calma a los inversores. Tal es el caso de los funcionarios brasileños, que hasta hace poco tiempo estaban molestos porque Wall Street subestimaba la capacidad de recuperación del país en medio de una ola generalizada de ventas.

“El exceso de optimismo es peligroso y podría llevar a una desilusión apenas aparezca una cifra negativa”, afirmó el presidente del banco central brasileño, Henrique Meirelles, durante una conferencia.

“Brasil ha mostrado signos de recuperación, pero eso no quiere decir que llegó el fin de la crisis”.

Es que el banco central de ese país se vio forzado a intervenir en dos ocasiones la semana pasada para impedir que el real se fortaleciera demasiado contra la divisa estadounidense. En la actualidad, la moneda se transa a cerca de 2,05 unidades por dólar.

Sucede que los inversores, que habían acaparado efectivo mientras los mercados caían en picada en todo el mundo, ahora están más dispuestos a volver a volcar parte de ese dinero en acciones de otros países y parecen dispuestos a hacer una apuesta a largo plazo, basada en que las economías de los mercados emergentes se recuperarán mucho antes que EE.UU. o Europa.

“Varias economías emergentes ingresaron a la crisis en mejores condiciones y, por ende, probablemente mantendrán un desempeño económico mejor que la mayoría de los países industrializados de aquí en más”, afirma Mohamed El-Erian, gestor de Pacific Investment Management Co., el fondo de bonos más grande del mundo.

Uri Landesman, director de renta variable internacional para ING Investment Management, compró acciones de Rusia y Brasil la semana pasada. Ahora, un 30% de su cartera está invertida en mercados emergentes, la mayor proporción de la historia. “Estoy con el pie en el acelerador”, señala.

La Argentina no está invitada a la fiesta
Esta fiesta que está llenando de dólares a las economías emergentes tiene una lista muy estricta de invitados y todo parece indicar que nuestro país no ha recibido la correspondiente invitación.

Esta situación tiene efectos negativos en el mercado de bonos, ya que mientras que el gobierno argentino busca fondos por vías “heterodoxas” para poder enfrentar el pago de la deuda, el resto de los países emergentes emitieron bonos por unos u$s 58.000 millones desde enero, en plena crisis global.

Si se suman los bonos soberanos y corporativos, el monto emitido por estos países desde enero fue un 72% más alto que durante el primer cuatrimestre de 2008. En cambio, en la Argentina no se registraron nuevas emisiones de títulos públicos y la mayoría de las empresas postergó para el segundo semestre las que tenían planificadas.

Un dato muy importante a tener en cuenta es que en todos los casos, las nuevas colocaciones cotizaron a tasas de interés de un dígito, muy distantes de los 1.409 puntos básicos que refleja el índice de riesgo país que elabora JP Morgan para la Argentina.

* Entre los latinoamericanos se destaca la excelente colocación realizada por Colombia, que tomó u$s1.000 millones a 10 años de plazo en una operación en la que le ofrecieron u$s3.800 millones

* En diciembre, México emitió un bono también a 10 años por u$s2.000 millones, a una tasa del 6%, con un spread de unos 300 puntos básicos sobre los del Tesoro de los Estados Unidos

* En enero, el mercado de bonos soberanos también se mantuvo activo, con colocaciones de Brasil, otra de Colombia, Filipinas, Polonia e Israel, a los que se sumó una colocación de Pemex. El resultado global sumó u$s10.600 millones en apenas 31 dias

* En febrero, se destacó la colocación de Petrobras, por u$s 2000 millones, México e Indonesia, por un total de u$s6000 millones

* En marzo, dichas colocaciones estuvieron a cargo de Panamá (u$s 325 millones) y Perú (u$s 1000 millones), y en abril, la ya mencionada operación realizada por Colombia (u$s 1000 millones), Turquía (u$s 1500 millones), Corea, Qatar, Rusia y la República Checa, entre otros, por u$s 25.000 millones.

“Lo que sucede en la región es que el correcto manejo político y económico de países como Chile, Brasil, Colombia y Perú hicieron que se encuentren mejor posicionados”, apuntó Corneille. Pero eso no es todo, ya que en mayo Brasil lanzó a la venta u$s 750 millones adicionales de un bono global al 2019, con un rendimiento del 5,80%, en un intento por aprovechar el rally de la deuda de los mercados emergentes.

“Brasil está vendiendo en el momento adecuado”, dijo Tony Volpon, jefe de estrategia de CM Capital Markets en San Pablo. “Los mercados están mejorando y tenemos inversores nuevamente interesados en tomar riesgo”, agregó en diálogo con Bloomberg.

Abismal diferencia de tasas
Según los últimos datos del mercado, la tasa de interés promedio de los bonos mexicanos es de 5,83%, la de Colombia el 6,41%%; Brasil, un 6,38% y Perú 6,08 por ciento.

Estas tasas son notablemente más bajas que el 17,37% promedio de los bonos argentinos y mucho más aún si se considera la tasa que paga el Boden 2012, que supera levemente el 40 por ciento.

Según Osvaldo Cado, de Prefinex, la diferencia entre la Argentina y los otros mercados de la región es que en los casos de Brasil, Colombia, Perú y Chile se emitieron bonos que “el mercado compró a una tasa de 5,8%, mientras que para la Argentina las tasas están entre 25 y 30% muy cercanas a las del default”.

Desde una importante casa de bolsa, un operador que prefirió mantener el anonimato, le expresó a iProfesional.com, que a diferencia de otros países, “el Estado argentino está comprando títulos y en lo que va del año lo hizo por u$s150 millones. Sin embargo, acá no hay reglas del juego claras, y es por eso que ese rebote acá no llega, es un problema más ideológico que de otro tipo”.

Juan Pablo Tavelli, analista jefe de Tavelli & Asociados, recordó que “el Gobierno mantiene en default un porcentaje alto de su deuda desde 2001”, a lo que sumó “el descrédito sobre las estadísticas oficiales, el conflicto con el campo y la estatización del régimen privado de jubilación”

“A nivel local, lo que suceda después del 28 de junio es una gran incógnita, además los volúmenes son bajos. En cuanto a las tasas de financiación, prácticamente en Argentina son de default. También hubo una mejora por las compras de títulos de la ANSES y el BCRA, pero sigue habiendo desconfianza”, concluyó Corneille.

“Está claro que el mercado desconfía de la capacidad y voluntad de pago de nuestra deuda”, señaló Tavelli.

En tanto, Sebastián Briozzo, de Standard & Poor´s para la Argentina y Brasil, comentó que “los países que emiten ahora se están prefinanciando, como una muestra de fortaleza en medio de tanta turbulencia”.

En el caso argentino, Briozzo agregó: “En 2010 los vencimientos son bajos, por el canje de préstamos garantizados y el bajo crecimiento, pero las fuentes de financiamiento son menores por el creciente deterioro fiscal”.