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Maculopatía: chequeá tu retina

Dentro de las afecciones oculares más comunes en personas mayores a 50 años, existe la maculopatía, una alteración visual que compromete la función de la mácula, un pequeño sector de la retina ubicado en el centro de la visión. En este contexto, la Clínica de ojos Kaufer, brinda información para promover el diagnóstico preventivo.

La mácula concentra la mayor cantidad de neuronas visuales. Está ubicada en el eje del campo visual donde se encuentran las células llamadas conos y bastones, responsables de que el ojo humano vea con precisión y en colores. La mácula permite tener una vista fina y discriminativa del mundo y sus alteraciones se traducen en distorsión de las imágenes.

La degeneración macular es una patología frecuente en la tercera edad. Al inicio de la lesión, es conocida como “maculopatía húmeda”, ya que su origen se debe a trastornos circulatorios, dando como resultado acumulación de líquido en su espesor. Cuando este trastorno se manifiesta en personas mayores a 65 años, suele estar asociado a problemas de hipertensión, tabaquismo y/o antecedentes de colesterol alto en sangre.

“Pese a que la maculopatía es una enfermedad frecuente en personas mayores, la detección precoz permite realizar una terapia antiangiogénica, que interrumpe su evolución y en algunos casos, permite incluso estabilizar las máculas ganando líneas de visión” asegura el Dr. Fernando Otreras, Jefe del Departamento de Retina de la Clínica de Ojos Kaufer.

CÓMO PREVENIR
• Controles Anuales. Realizarlos en las primeras etapas evolutivas de estos procesos, permite mejores resultados, conservando la visión.
• Examen completo con fondo de ojo. Permite diagnosticar cambios iniciales, antes de que se produzcan daños en la mácula.

CÓMO DETECTAR LA MACULOPATÍA
Uno de sus síntomas es la distorsión de las imágenes. Una línea recta, es vista en curva o con ondas. Con el tiempo, este desfasaje en la visión puede acentuarse, hasta comenzar a ver un escotoma, es decir, un punto ciego que puede ir aumentando en opacidad, tamaño y presentar una mancha negra en el eje visual. Una manera de auto chequearse es observar sobre una cuadrícula un punto central y ver si todas las líneas que confluyen hacia el punto se ven rectas. Cualquier alteración de las mismas debe ser motivo rápido de consulta. La evolución natural final de este trastorno deja como secuela la imposibilidad de leer, a causa de la mancha fija, opaca y oscura que se interpone con el punto al cual se dirige la mirada. Esto provoca dificultad para distinguir las facciones de las personas, generando una incapacidad en la visión permanente.