Inicio Empresas y Negocios Observo, luego existo: la filosofía de Toyota, Wal-Mart y Disney

Observo, luego existo: la filosofía de Toyota, Wal-Mart y Disney

Jeff Immelt, actual CEO de General Electric, dedica el 60 por ciento de su tiempo en visitar las distintas unidades de la empresa y observar cómo trabajan los empleados de línea.

En los ’60, Taiichi Ohno, padre del toyotismo, capacitaba a los gerentes haciéndolos observar, durante ocho horas diarias, el trabajo de los obreros.

Estas conductas podrían parecer excéntricas en estos tiempos en que el manager puede acceder a toda la información que necesite sobre los procesos con sólo presionar un botón de su computadora.

Sin embargo, advierte una investigación de Strategy + Business, visitar periódicamente a los empleados de línea es una inmejorable forma de fomentar una actitud de observación constante extremadamente útil para desarrollar productos y resolver problemas.

Veamos cómo lo implementan algunas compañías:

1) El “vaya y vea” de Toyota
Siguiendo el ejemplo de Taiichi Ohno, todos los managers de Toyota dedican buena parte de su tiempo en observar “in situ” los procesos productivos.

La compañía exige a sus gerentes un conocimiento técnico profundo de los procesos bajo su responsabilidad. Esto significa la habilidad de operar ellos mismos las máquinas y hasta de repararlas personalmente.

2) Walton, el imitador
Sam Walton, fundador de Wal-Mart, escribió en su autobiografía: “Casi todo lo que hice lo copié de otro”.

Si bien Wal-Mart suele ser honrada como la inventora del moderno concepto del supermercado con las cajas registradoras a la salida del local, lo cierto es que su fundador copió esta idea de un competidor en 1951.

Y, a lo largo de su carrera, Walton acostumbraba pasar largas horas observando el trabajo en sus sucursales a la búsqueda de nuevas formas de brindar un mejor servicio a los clientes.

3) Los observadores de Disney
Los “imagineers” son los ingenieros que diseñan las atracciones de los parques temáticos de Disney. Y, en sus rutinas diarias de trabajo, dedican gran parte de su tiempo en observar a los clientes.

Así fue como detectaron un tremendo fastidio por las largas colas en el juego Expedition Everest. Para matizar el tiempo, se les ocurrió montar un museo para entretener a los visitantes mientras esperaban su turno.

En definitiva, lo que señala esta investigación de Strategy + Business no es, en realidad, ninguna novedad. Todos saben que la observación inteligente es la fuente de donde brotan las nuevas ideas.

Sin embargo, ¿cuántos ejecutivos aplican esta máxima del sentido común? ¿Cuántos van personalmente a las fábricas para observar los procesos?

A medida que se asciende por la pirámide, el tiempo se consume en reuniones de estrategia y se debilita la conexión de los managers con la forma en que se realiza realmente el trabajo en la línea.

Así, la creación de una cultura de la observación en una empresa conecta a todos los ejecutivos con la realidad y genera una mentalidad orientada al descubrimiento de oportunidades y la solución de problemas.