Los economistas Ricardo Arriazu, Miguel Kiguel y Bernardo Kosacoff coincidieron en señalar que la salida de capitales es el principal desafío que enfrenta la economía argentina para salir de la recesión.
En el Décimo Cuarto Simposio Internacional de Economía que anualmente organiza la Universidad de Tel Aviv y su Asociación de Amigos, el director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Bernardo Kosacoff advirtió que “por la exagerada preferencia que los argentinos muestran por la dolarización se fue el 7% del PBI del país por año”.
“Hay una generosidad notable en la Argentina. Con la salida de capitales el país aporta 4% al programa de recuperación de los Estados Unidos”, ironizó el economista, quien detalló que el fenómeno mantiene la liquidez preventiva de los bancos, imposibilita la baja de la tasa de interés, limita la capacidad del Estado de hacer política anticíclica y expandir la oferta monetaria.
Por otra parte, el ex subsecretario de Financiamiento Miguel Kiguel destacó que para que la Argentina se recupere es necesario frenar la fuga de capitales.
En este sentido, el asesor económico financiero Ricardo Arriazu aseguró que la economía argentina caerá 3,1% este año y que “gran parte de los problemas de la Argentina se resolverían si los argentinos dejarán de llevar dinero afuera”.
“Solamente si se fugaran u$s5.000 millones menos, la Argentina podría crecer 3% más”, precisó Arriazu para luego explicar que la gente prefiere dolarizarse por “el miedo a la estafa” y que la solución radica en garantizar los derechos de propiedad.
“En el medio tenemos que resolver los problemas de mediano plazo que son la carne, la energía y el riesgo país”, especificó Arriazu.
La vuelta del viento de cola
“Hay margen técnico para la recuperación argentina”, aseguró Kosacoff durante su disertación aunque alertó que para ello es imprescindible recobrar la confianza reduciendo el gasto público y obteniendo acceso al financiamiento internacional.
A pesar de destacar que la cuestión macroeconómica es delicada, el economista enfatizó que la situación internacional juega a favor de la Argentina y que a nivel microeconómico el país está mejor en esta crisis que en las anteriores.
Kiguel se mostró menos optimista y auguró una recuperación lenta de la economía local. El economista afirmó que por el elevado riesgo país, la argentina no puede aprovechar la situación internacional y “la brisa de cola le pasa por arriba”.
“El principal problema macro de la Argentina que impide el crecimiento es el riesgo país porque sin crédito el Estado está siempre al borde del precipicio”, determinó el economista.
En este sentido, iProfesional.com dio cuenta del elevado índice, que sólo se compara con el de Venezuela o Ecuador y se encuentra muy alejado del que ostenta Uruguay, Brasil, Perú y México.
En lo que se refiere a Credit Default Swaps (CDS), que son los “seguros antidefault” que adquieren los inversores en los mercados globales para cubrirse ante incumplimientos, el más costoso es el argentino, prueba del elevado riesgo que muestran en el mundo los títulos locales.
El director de la consultora Econviews, advirtió que a pesar de que el país atraviesa una recesión, “la inflación no está muerta” y que los atrasos tarifarios son una amenaza importante que se traducirán en un ajuste traumático.
En este sentido, el ex subsecretario de Financiamiento pronosticó que “en los próximos años, la inflación no va a estar por debajo del 15% anual” y concluyó que “la estanflación llego para quedarse”.
El vicepresidente del Banco Hipotecario y ex director del Banco Central, Mario Blejer, coincidió en que volvió “el viento de cola” y se preguntó si el país será capaz de aprovechar la situación porque la economía global está pasando de la recesión a la recuperación.
El economista consideró que una de las salidas de la crisis para la Argentina se da a través de las exportaciones orientadas tanto a China como Brasil, que son sus “principales clientes”.
Crisis internacional
Blejer destacó que Estados Unidos crecerá a partir del tercer trimestre del año pero advirtió que la recuperación mundial está amenazada por el petróleo, el incremento del gasto gubernamental y la expansión monetaria.
En este sentido, el ex presidente del Banco Central pronosticó que Estados Unidos licuará sus deudas y atacará el incremento de la base monetaria con inflación.
En tanto, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Claudio Loser, alertó que “América latina está perdiendo la carrera” en relación a la importancia que están tomando otras regiones en el mundo por su “alto grado de inequidad, exclusión y concentración de la riqueza”.
Otro de los oradores fue el profesor de la Universidad de Tel Aviv, Manuel Trajtenberg, quien manifestó que “lo peor de la crisis ya pasó” y que la mayoría de los países están en recuperación”.
El analista internacional Jorge Castro también señaló que la recuperación de la economía global empezó en el segundo semestre de este año, con crecimiento de la economía norteamericana, aumento de la demanda china y una desaceleración de la recesión en la Unión Europea y Japón.
“No es una recesión más en el capitalismo. Es el fin de una época. Nada volverá a ser igual en la estructura del poder mundial”, concluyó.
