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Air France da el primer paso para el uso de celulares en el avión

El teléfono celular está a punto de levantar el vuelo en uno de los pocos lugares donde su uso estaba prohibido: el avión. Air France es la compañía del mundo que permitirá a sus pasajeros utilizar ese aparato durante el vuelo. La prueba piloto de Air France sólo contempla la utilización del teléfono celular en uno de sus aviones – un Airbus 318 de 123 asientos- y en rutas a ciudades europeas y del norte de África.

Durante tres meses y a partir de este enero, los pasajeros podrán enviar y recibir mensajes mientras vuelen. Entre abril y junio se experimentará con las llamadas de voz. En esta segunda fase, tal como recoge la nota emitida por Air France en la que se informa del nuevo servicio, la tripulación del avión velará para que esas llamadas de voz no perturben “el confort y bienestar de los pasajeros” que prescindan del uso de sus celulares.

Y es que uno de los inconvenientes con los que se puede encontrar la tripulación – coinciden en afirmar portavoces de diferentes compañías aéreas- es el alboroto y ruido que puede originarse en el avión si varios pasajeros mantienen a la vez conversaciones con sus teléfonos celulares. No hay más que ver lo que ocurre en el tren o el autobús con las llamadas.

La puesta en marcha por parte de Air France de este nuevo servicio en sus aviones es la prueba de que la tecnología permite usar el teléfono mientras se vuela sin que eso ponga en riesgo la seguridad de las naves. Otra cosa es cómo se gestiona la explotación de esas llamadas por parte de las compañías telefónicas.

Una portavoz de Iberia afirma que es precisamente en este último punto donde más problemas se plantean y que, al menos en su caso, el uso de teléfonos celulares en los aviones de la compañía no se prevé implantar hasta que queden despejadas todas las dudas.

Air France podrá realizar esta prueba piloto con la colaboración de la sociedad OnAir, que es la que ha instalado el sistema de telefonía (una pequeña estación) a bordo del avión preparado para el experimento. Esta sociedad ha firmado, a su vez, acuerdos con operadores como Orange, Bouygues Telecom y SFR, las principales compañías de telefonía de Francia.

Desde la estación instalada en el avión la llamada de los pasajeros se envían a un satélite, que las reenvía a una estación terrestre. Esa comunicación se deriva después a la red telefónica del usuario del aparato. Las llamadas tienen un coste comparable a la factura que recibiría ese cliente si estuviese en un país extranjero.

El uso de los teléfonos sólo estará permitido cuando el avión esté a más de mil metros de altura, por lo que el servicio quedará bloqueado en las maniobras de despegue y aterrizaje.

Durante los seis meses de prueba Air France recogerá las opiniones de los viajeros y en función de esos comentarios ampliará o no este servicio al resto de sus aviones y rutas. Mucho más claro parecen tenerlo otras compañías como Delta Air Lines, que no considera una prioridad invertir para ofrecer este servicio en sus aviones. De hecho en algunas de sus naves – revela un portavoz de la compañía- se han retirado los teléfonos fijos que están a disposición de los viajeros por el poco uso que se les da.

Otra cosa muy diferente es, indica este mismo portavoz, aprovechar esa tecnología para que los pasajeros puedan utilizar sus ordenadores portátiles a través de conexiones con los teléfonos celulares. Ese servicio sí que se considera beneficioso para las personas que vuelan muy a menudo por motivos de trabajo.

British Airways ha iniciado, por su parte, encuestas entre sus pasajeros para conocer su opinión sobre el uso de teléfonos celulares a bordo de los aviones. Con los comentarios recogidos hasta ahora se deduce que los clientes de esa compañía, según indica uno de sus portavoces, se inclinan por permitir sólo el uso de los celulares para enviar mensajes y no para realizar llamadas de voz.

British Airways asegura estar “atenta a todo lo que ocurre y está disponible en el mercado” para decidir el momento de la puesta en marcha de este servicio. La misma postura mantiene ahora mismo Iberia, que asegura

La señal llegará a las estaciones de tierra y se establecerá la llamada “observar muy de cerca cómo está evolucionando el mercado en este sentido, al mismo tiempo que se está en contacto con los operadores de telefonía como con las empresas que proporcionan las soluciones tecnológicas”.

Iberia ya permite a sus clientes de la clase “business plus” conectar su ordenador personal, en vuelos de largo recorrido, en el mismo asiento que ocupan para acceder a sus cuentas de correo electrónico y a un chat y enviar mensajes de texto. Si se quieren realizar llamadas de voz en vuelos intercontinentales los clientes de primera disponen de un teléfono individual y los de la clase turista de uno público.

El coste de la llamada ronda los ocho euros por minuto. Ninguna de estas compañías parece tener, sin embargo, mucha prisa en abrir la puerta que permita el uso generalizado de teléfonos celulares en sus aviones para envío de textos y llamadas de voz.

Un portavoz de Air France informó, por otro lado, de que el uso del teléfono celular para enviar mensajes – en estos tres primeros meses de prueba- no se va a permitir en todos los vuelos del Airbus 318 en el que se ha instalado la tecnología necesaria para esta experiencia que justo empieza a despegar.

“Los pasajeros serán informados una vez hayan subido ya al avión de si pueden o no utilizar sus teléfonos”, añadió esta portavoz. Será la compañía la que decidirá en qué vuelos pone en práctica la prueba piloto.

Las próximas compañías que pueden seguir a Air France en esta experiencia son la TAP portuguesa y la línea de bajo coste Ryanair. Ambas empresas ya informaron meses atrás de su intención de permitir el uso de los teléfonos celulares en sus aparatos, pero por ahora aún no tendrían la tecnología preparada para poner a prueba esa experiencia.

La prueba piloto iniciada por Air France este mes de enero ha tenido que contar con un certificado de la Autoridad Europea de Seguridad Aérea que garantice que el uso de los teléfonos celulares “no perturba los instrumentos de navegación del Airbus 318”.