“No es un secreto que hay cada vez más clientes ricos en el mercado, que buscan un servicio de alta gama. Ellos quieren total libertad y al mismo tiempo un servicio exclusivo”, explica Gérard Petit, director general de Air France para la región, en el lanzamiento del nuevo servicio de primera clase de la aerolínea. “Libertad y presencia”, repite. De ese concepto se desprende, por ejemplo, la nueva propuesta de pasar a buscar en limusina o auto de lujo a sus pasajeros premium por su hotel en Buenos Aires, para llevarlos hasta Ezeiza.
También su nuevo salón VIP del aeropuerto Charles de Gaulle, L Espace Première (foto), un sofisticado lugar con comida de lujo, modernos y elegantes sillones, incluso duchas, para aguardar la partida de la manera más cómoda posible. Antes del vuelo, una persona los acompaña hasta la nueva Terminal S3, muy cerca del espacio (“a 3 minutos 15 segundos, tomé el tiempo la última vez”, asegura Petit),
y de allí van en un auto de lujo directamente hasta el avión, donde son presentados a los miembros de la tripulación.
“Ya no se trata de servicio premium sólo en los vuelos, sino en todo el recorrido de los clientes”, agrega.
Según el directivo, el mercado de alta gama está en pleno auge, pero “desde siempre” es una preocupación para la compañía. En su maletín carga una prueba contundente: una revista de vuelo de 1953 (ver al pie), con simpáticos detalles del confort a bordo del Super Constellation, un clásico en materia de lujos.
El transporte en vehículos premium al aeropuerto debe ser solicitado 24 horas antes del vuelo, por e-mail a reception@airfrance.fr.
