La crisis desatada en octubre 2008 tiene que ver con el DINERO, el bien creado por el ser humano que más abunda, pero al mismo tiempo el más codiciado, capaz de desatar guerras y calmar el hambre.
Algunos consejos para sobrevivirle a esta crisis:
A nivel personal:
- Volver a pensar en que cosas son imprescindibles para vivir. Ajustar la economía familiar para no sufrir si no se puede acceder a tener cosas que se desean y no se pueden comprar.
- Pasar más tiempo en familia, hablando de lo que sucede, armando pequeños planes familiares de ayuda mutua y cooperación que lleven a la unidad y a la armonía. Acompañar en intención y acción a los hijos y la pareja en sus propios asuntos para que no se sientan solos.
- Hacer ejercicio físico que de placer para encontrar la propia armonía entre la calma emocional buscada y el bienestar corporal. Comer y dormir lo mejor posible para cuidar la salud.
- Evitar tomar fármacos, alcohol y drogas químicas para eludir la realidad. Si se necesita este tipo de ayuda acudir a todo lo natural: tes. y hierbas en sus diferentes versiones que ayuden a encontrar calma, y ampliar el estado de conciencia.
- Consumir con medida las noticias que llegan a través de periódicos, televisión, radio e Internet. Solo lo suficiente para saber que pasa en el mundo, y no tanto como para contaminar el ánimo familiar. No olvidar que las noticias “venden” si tienen una alta connotación negativa. Aprender a distinguir: la realidad (el hecho concreto) de quien la dice y como lo dice.
A nivel laboral:
- Evitar que reine el miedo, las dudas y la inseguridad porque esto vuelve a las personas improductivas. En vez de esperar órdenes del jefe, preguntar cual es el plan que tiene la compañía para abordar la crisis y las cuestiones internas. Si no hay plan, elaborar uno para el puesto que desempeña, en lo posible contagiando al equipo de trabajo e invitando al jefe a diseñar uno y ponerlo en acción. Dar ideas, es la mejor forma de ser una persona vital para la continuidad de la empresa y evitar entrar en la plantilla de despedidos.
- Si ya esta sin empleo, es la mejor ocasión (obligada) de producirse como empresa unipersonal, y así entender también que cosas se deben tener en cuenta para ser independiente (a cualquier nivel). Si ser empresario no es lo suyo, recordar que para que una empresa compre su perfil, debe mostrarse la mejor actitud: ofrecerse para trabajar a “resultados” y no para hacer “horario”. Mostrar flexibilidad y deseos de estar activo. Buscar las propias fortalezas como trabajador y ofrecerlas, las empresas querrán sobre todo a los “más comprometidos”.
- Recordar que “tener trabajo” es una bendición a la cual hay que corresponder. El trabajo hace digno al ser humano porque es la forma para expresar las propias habilidades y desarrollarse, permite sociabilizar y además ganar dinero. Una persona que no se siente útil, se deprime y puede llegar al suicidio.
- Mantener una buena actitud con los compañeros, los clientes y los jefes. Las empresas mas que nunca necesitan dentro de sus filas, gente con buena actitud, sentido común y pro actividad, concientes de la importancia de que lo que cada uno aporta con su trabajo diario determina el éxito o fracaso de la fuente laboral. Sentirse en todo momento parte del “plan maestro”.
A nivel empresarial:
- Repasar la historia de la empresa, sus fundadores y volver a pensar el “para que” fue creada. Inspirarse en ese propósito para redelinear los fundamentos básicos de la organización y así determinar el camino a seguir. Dejar de crear “nubes del humo”, y volver a “lo esencial y verdaderamente importante”.
- Dar crédito a los colaboradores, ellos hacen la empresa cada día.
- No endeudarse más. Ganara el que tiene liquidez.
- Bajar del podio absoluto al “cliente”. Esta política ha engendrado algunos varios casos de clientes prepotentes, hostiles y abusadores, teniendo así los proveedores que soportar insultos y malos tratos no dignos para nadie. El clientes es importante y el proveedor también. Buscar mayor equilibrio para que todos ganen y así preservar la cadena comercial. Al fin y al cabo de cada lado hay personas y todos merecen respeto y ganar dinero.
- La crisis no es financiera, es de “confianza”. Invertir en recursos genuinos y tangibles y evitar las inversiones especulativas, usureras y ventajistas. La humanidad ya sufrió guerras, crisis varias, y ataques terroristas que nos enseñaron que la vida puede acabar en este mismo momento. Los fondos de inversión, seguros que acotan riesgos, seguros de vida, de salud y todos aquellos que prometen protección y dinero fácil, ya no tienen buena prensa.
- Identificar las implicancias en cuanto a la contaminación del planeta, o desorden social que produce la actividad comercial que realiza la empresa. Trabajar para evitarla y si no se puede, comenzar acciones compensatorias paralelamente.
- Poner en la dirección o dar lugar a opinión a mujeres experimentadas, ya que son buenas administradoras, tienen templanza para llevar adelante acciones estratégicas en tiempos difíciles y lo harán con cuidado para generar el menor daño posible. En general tienen desarrollado el sentido de la intuición y sabrán con ciega certeza el camino a seguir. Además, entienden muy bien a la gran masa de consumidores: “las mujeres”.
A nivel gubernamental:
- Recordar que buscaron y llegaron a ese cargo, para llevar adelante acciones para mejorar las condiciones de los ciudadanos y no en busca del propio enriquecimiento, ni para alimentar el ego con el poder.
- Esforzarse aun más, porque aunque las acciones sean buenas, ningún gobierno en ningún país del mundo cuenta tampoco con buena prensa.
Esta crisis no tiene precedentes. Tocara a todos y a cada uno, mas tarde o mas temprano, mas profunda o levemente. Se sobrevive estando preparado mentalmente, siendo versátil, y evitando el sufrimiento y la angustia que es capaz de producir el dinero, en su escasez o su abundancia.
