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Algunos trucos para re-pintar paredes

A veces queremos repintar una pared buscando cambiar la deco, porque la pintura es de un color que ya no nos agrada, o luego de un determinado tiempo ha llegado a cansarnos.

La tarea de re-pintar una pared no es imposible, aunque en algunos casos suele complicarse por diferentes razones: por que está descascarada, presenta superficies entizadas y con polvo o manchas difíciles de tapar, o cuando anteriormente le aplicamos un color muy intenso.

Si se trata de este último caso, resulta oportuno recordar algunas características de las pinturas que permiten por ejemplo, cubrir tonos de alta intensidad con un color claro o de los denominados pasteles.

La tecnología de las pinturas ha variado sustancialmente en los últimos años, por lo que éstas ya no requieren tanta dilución como antaño. Esto se debe a que los espesantes que se utilizan actualmente no requieren de excesiva dilución para que la pintura se deslice adecuadamente y no salpique, a la vez que aportan una cantidad de producto mucho mayor que en épocas anteriores.

Este fenómeno, denominado “reologia”, ha dotado a las pinturas actuales de una mayor capacidad cubriente. Como resultado logran ocultar con mayor facilidad los colores de capas anteriores, aunque resulta claro que esto está unido a la capacidad del aplicador de dejar una película uniforme sobre la superficie, y particularmente a no estirarla demasiado ni caer en el exceso de dilución.

La técnica de aplicación denominada “Z” o “N” (por la manera en que cubrimos la superficie con el rodillo, aportando pintura para luego desplazarla siguiendo la forma de estas letras), nos permite conseguir el mayor poder cubritivo y la mejor nivelación, con mínimo salpicado.

Otro de los consejos que podemos ofrecer para “tapar” una superficie a la que anteriormente se cubrió con un color intenso, es entonar ligeramente el tono de acabado con un toque de negro u ocre, de manera de aumentar la capacidad cubritiva del producto y utilizar de esta manera lo mejor de sus cualidades.

Un truco más: humedecer ligeramente el rodillo con agua antes de mojarlo en la pintura, favorecerá que este gire libremente, dejando espesores parejos.