Inicio Placeres Alimentación en el trabajo: una oportunidad inmejorable para incrementar la productividad

Alimentación en el trabajo: una oportunidad inmejorable para incrementar la productividad

La mayoría de las personas trabaja ocho horas al día y cinco días por semana. Sin embargo, en general no se habla mucho acerca de lo que comen en el horario laboral.

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mala alimentación en el trabajo puede causar pérdidas de hasta el 20% en la productividad. Esto puede deberse tanto a la desnutrición por falta de calorías, vitaminas y minerales como a la obesidad y sobrepeso producidos por el exceso de alimentos y una vida sedentaria.

En “Alimentación y Trabajo” (Ed. Medica Panamericana), Javier Aranceta Bartrina y Lluís Serra Majem señalan que “en cualquiera de sus extremos, una mala alimentación (…) incrementa los costos médicos directos e indirectos, el ausentismo y «presentismo» laboral —definido como el grado en el cual los trabajadores están en el trabajo pero no funcionan a plena capacidad debido a condiciones médicas o psicológicas—, una productividad inferior y menores ingresos económicos”.

Una nutrición defectuosa – indican los autores – está vinculada al ausentismo, la enfermedad, un bajo estado de ánimo y tasas de siniestralidad superiores. “La obesidad, una cantidad inadecuada de calorías y la deficiencia de hierro, dan lugar a la fatiga y a la falta de destreza. Por su parte, los empleados deben comprender que su salud, y con ella su seguridad en el puesto de trabajo, depende de una nutrición apropiada”.

Y para la Organización Mundial de la Salud (OMS) “los programas de actividad física y alimentación saludable en el ámbito laboral pueden reducir en el corto plazo el ausentismo entre un 6 y 32%, los costos de salud entre 20 y 55%, e incrementar la productividad entre un 2 y un 52%”.

No cabe duda de que si el personal se alimentara de una manera más equilibrada, se sentiría mejor y probablemente sería más productivo. Teniendo en cuenta la cantidad de horas que los empleados permanecen en un mismo ámbito, el lugar de trabajo parece ser el espacio ideal para implementar propuestas para una mejor alimentación, bajo el paraguas de la empresa que los convoca.

Aunque los nutricionistas y médicos laborales siguen impulsando el consumo diario y variado de frutas, lácteos y hortalizas, las costumbres adquiridas, la urgencia del día a día y los costos mas accesibles de la comida rápida, hacen que la comida suministrada por la empresa pueda ser la única oportunidad de la que disponen los trabajadores para consumir una alimentación equilibrada.

Para las organizaciones, atender a este concepto puede producir varios efectos positivos: reducir el ausentismo; mejorar la salud en general de los empleados, y hacer saber al personal que la empresa se preocupa por ellos.