Es sabido que en los ambientes de trabajo surgen situaciones y climas muchas veces generados por diferentes conductas. Se sufren malos humores, preocupaciones, enojos. Todos ellos pueden mitigarse con la aplicación de la aromaterapia y el uso de aceites esenciales, que ayudan no solamente a equilibrar estados de ánimo, sino que también tienen influencia en el aspecto físico de las personas, ayudando a tratar las dolencias más comunes en el ámbito de una oficina, como son los resfríos, dolores de cabeza, cansancio, falta de concentración, entre otros.
Se ha comprobado que el ambiente laboral afecta e influye en el desempeño de los empleados. Las relaciones laborales son generadoras de variaciones anímicas, y a su vez éstas se retroalimentan. La aromaterapia puede funcionar como regulador de los estados de ánimo, y es posible aprovechar los beneficios terapéuticos que ella ofrece.
Un aroma no actúa solamente en el plano emocional, sino también sobre el área física. Considerando ésto puede utilizarse este sistema no solamente para solucionar el problema planteado en primer lugar, sino que también puede utilizarse para:
* Prevenir enfermedades y contagios.
* Promover la concentración.
* Mitigar el cansancio.
Es factible aprovechar el sistema central de aire acondicionado o ventilación como vehículo de los aceites esenciales, inyectándolos o pulverizándolos. Otra opción válida es la colocación de hornillos por sector, mientras esto no atente contra las normas de seguridad o políticas de prevención de incendios del establecimiento.
Para solucionar estos problemas se sugiere utilizar:
* Aceites esenciales de Limón y Menta al comienzo y finalización de la jornada laboral. Ambos son ideales para la activación mental y la concentración.
* Aceites esenciales de Lavanda y Bergamota a lo largo del día para disminuir la tensión y el estrés, aprovechando sus cualidades antidepresivas y relajantes, sin ocasionar somnolencia.
* Aceites esenciales de Eucaliptus y Romero en épocas invernales. Son antisépticos y actúan directamente sobre el sistema respiratorio, previniendo enfermedades y colaborando con la recuperación de quienes padezcan enfermedades respiratorias.
Antes de implementar este tipo de sistema, es fundamental tomar algunas precauciones.
Debemos conocer el ambiente de todos los sectores en que se aplicará la aromaterapia. Es necesario que se contemple si algún empleado es alérgico, y en caso de obtener alguna respuesta positiva, adecuar el sistema para no perjudicar a nadie con la práctica.
No sería adecuado implementarlo si no se cuenta con el consenso de los empleados.
En el caso de optar por las emisiones a partir de los equipos de aire acondicionado, sería aconsejable obtener información en cuanto al funcionamiento de los aires acondicionados y hablar con la persona encargada de su mantenimiento, y evaluar las posibilidades de utilizarlo como nos interesa.
