La aromaterapia utiliza el aceite esencial de la planta como método terapéutico. Este aceite se encuentra en unas diminutas glándulas situadas en la superficie exterior de las raíces, tronco, hojas, flores o frutos de la planta, o bien en el interior de estas estructuras.
Los aceites esenciales poseen muchas propiedades que provocan estímulos en el ser humano y se convierten en un invalorable elemento de bienestar. El uso de la aromaterapia se extiende también al tratamiento del pelo con el fin de lograr un cabello bello y sedoso.
También puede ser una útil aliada para evitar la caspa, la caída del cabello y lograr su fortalecimiento.
El uso de esencias es de tiempos remotos y tiene referencias en todas las culturas y religiones. Es a partir del antiguo Egipto cuando se comienza a entender la aromaterapia como una terapia alternativa de belleza.
Los egipcios hacían preparados con aceites esenciales que se utilizaban en medicina, cosmética, baños, y para armonizar los templos. Ellos iniciaron el arte de extraer las esencias de las plantas calentándolas en recipientes de arcilla, fueron los alquimistas griegos quienes conservando la fragancia y las propiedades curativas inventaron la destilación para obtener aceites esenciales.
El uso de aceites esenciales se realizaba desde hace milenios en China India y Persia.
Esta disciplina aporta un uso terapéutico de los aromas puros para un tratamiento natural y un complemento importante para ayudar a restablecer nuestro equilibrio y armonía.
Algunas recomendaciones para cuidar el cabello:
– Si tenés el cabello seco, es conveniente masajearlo una vez a la semana con aceite de jojoba, dejándolo actuar durante un cuarto de hora. Para lograr resultados positivos se debe aplicar el tratamiento una vez por semana.
– Para melenas largas recomendamos la cantidad de media taza de café. Acto seguido, se puede lavar el pelo con un champú no alcalino. El aceite de jojoba sirve además como acondicionador.
– Para cabellos grasos recomendamos utilizar un champú específico para este problema, añadiendo en el último enjuague una gota de esencia de limón.
– Para combatir la caspa existen diversos aceites esenciales como el de pachuli o romero. Tras el lavado de cabello, se puede preparar un recipiente o balde con un litro de agua caliente, un chorro de vinagre blanco y dos gotas de esencia de limón o romero.
– Para los cabellos quebradizos, gracias a los aceites esenciales podés revertir la alteración de la capa hidrolipídica del pelo que hace que se ponga quebradizo. Para esto es necesario combinar unas pocas gotas de aceite de lavanda, polisandro y sándalo, y masajear tu cuero cabelludo con esta mezcla. Luego envuelve tu cabello con una tolla y dejala actuar toda la noche. Al día siguiente tu cabello va a estar sorprendente.
La aromaterapia también es recomendada a todos aquellos que sufren de alopecía. Distintas empresas especializadas en productos dermatológicos han comprobado el crecimiento del pelo, luego de que las personas han masajeado su pelo con aceites esenciales como la jojoba y la semilla de la uva.
Aunque los aceites utilizados correctamente para aromaterapia no producen ningún efecto desagradable ni contraindicaciones, de todos modos debemos tener en cuenta:
· No ingerirlos
· No exceder la cantidad de gotas ni el tiempo de uso.
· No utilizar en el embarazo: albahaca, alcanfor, mejorana, mirra, clavo de olor, hisopo, enebro, cedro, salvia, romero.
· No poner en contacto directo con la piel: canela, clavo de olor, bergamota, enebro, jengibre, limón, menta, pino, tomillo.
· No usar en caso de epilepsia: romero o salvia.
· No dejar ninguna esencia al alcance de los niños.
· No tomar sol después de usar sobre la piel: bergamota, pomelo, naranja, limón, cedrón, angélica.
. No usar los aceites esenciales sin haberlos diluido. También es necesario respetar las dosificaciones.
Los aceites esenciales son elíxir de vida para el cabello maltratado.
La aromaterapia es otra manera segura y natural a la que podemos recurrir para mantener nuestro cabello sano y embellecido. Y desde siempre, es un método no agresivo para cuidarnos y disfrutar mientras lo hacemos.
