Inicio Empresas y Negocios Bibliográfika, una idea que aumentó la oferta de libros

Bibliográfika, una idea que aumentó la oferta de libros

Un cambio de paradigma en la impresión de libros. Esa es la meta que se propusieron los hermanos Gustavo y Diego Vorobechik cuando crearon Bibliográfika, una empresa que imprime títulos por demanda.

La idea surgió en 2002, luego de comprobar que había muchos libros que no podían encontrarse en los mostradores de las librerías. Según un estudio de mercado que ellos mismos realizaron, de los 130.000 títulos editados en la Argentina, sólo 30.000 están disponibles para los lectores.

Con la innovación de Bibliográfika, compañía que alcanzó en 2006 una facturación de más de un millón de pesos y que este año prevé duplicar esa cifra, lo que se logró fue generar una mayor cantidad de títulos editados y un menor número de volúmenes agotados.

“Analizamos cuáles eran los principales problemas de la industria editorial y la necesidad de los autores que no podían lograr que se editaran sus libros. A partir de ahí, propusimos una solución integral, centrada en la utilización de tecnología de producción digital, que permite acceder a nichos de demanda reducida o incierta en la Argentina y en el mundo”, explicó Gustavo Vorobechik, durante el Ciclo de Charlas “Los emprendedores en primera persona”, que organiza el Centro de Estudios para el Desarrollo Exportador y la Fundación Endeavor, en la Universidad de Palermo.

Problemas y soluciones
Según este emprendedor, las deficiencias del mercado provocaban una reducción en las tiradas, una gran cantidad de títulos nunca publicados y muchos libros agotados, discontinuados o no disponibles. “Todo este conjunto generaba bolsones de demanda insatisfecha que se presentaba como una excelente oportunidad”, indicó.

¿Por qué sucedía esto? “Porque las editoriales sólo imprimían grandes cantidades de determinados títulos y descartaban otros. Iban a lo seguro. Pero aun así, muchas veces se quedaban con stocks sin vender”, comentó Gustavo. Y agregó que, por otro lado, los autores también veían dificultado su ingreso en el circuito (sólo el cinco por ciento de las obras propuestas eran aceptadas por las editoriales).

El sistema de impresión por demanda es menos rígido que el tradicional y permite producir entre uno y 750 ejemplares, de acuerdo con las necesidades de cada caso. Gracias a Bibliográfika y su método, hoy las editoriales redujeron el porcentaje de catálogo agotado y aumentaron, con menor riesgo, la cantidad de títulos editados anualmente. “Aumentamos un 10 por ciento la impresión de novedades anuales y recuperamos más del 30% del fondo editorial en desuso”.

Los emprendedores descubrieron, además, que había un problema en la cadena de distribución. Así fue como decidieron diseñar un nuevo modelo de negocios, consistente en una red de alianzas con editoriales y librerías, y en la construcción de un canal alternativo de ventas en el que Bibliográfika se encarga de tomar los pedidos, imprimir y distribuir.

“Necesitábamos que el editor entendiera que le íbamos a generar nuevas oportunidades de negocios por medio de nuestra tecnología y que le íbamos a acotar los riesgos. Esto nos demandó unas cuantas horas de conversación con cada uno de ellos.”

Golpear puertas
Luego, armaron un catálogo con 300 títulos y golpearon a la puerta de 60 sucursales de librerías, como Yenny-El Ateneo, Cúspide, Tierra de Lectores, Galerna, Boutique del Libro y Paidós. Hoy, ese catálogo contiene 1700 títulos, las editoriales adheridas al sistema conforman un grupo de 130 y las librerías suman 92 puntos de ventas.

A la hora de hablar de la inversión inicial, el emprendedor recordó que sólo contaban con 5000 dólares que les habían prestado sus padres. “También teníamos una guillotina y una encuadernadora chica”, se sonrió.

Además, por ganar el Premio a la Vocación Emprendedora (Prueve), que entrega el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, recibieron un subsidio de 35.000 pesos, que utilizaron para capital de trabajo. El resto de la financiación para la compra de las máquinas impresoras la obtuvieron luego de llenar infinidad de formularios para poder acceder a distintos tipos de crédito. “Tuvimos la paciencia de acreditar cada uno de los requisitos que nos pedían”, recordó.

La empresa, que desde sus inicios focalizó sus servicios en la atención de la industria editorial, actualmente focaliza sus energías en desarrollar la producción internacional de libros con plantas en España y México, y planea para 2008 instalar otros establecimientos en Chile y Brasil.