Inicio Empresas y Negocios Cae el optimismo empresarial en Argentina

Cae el optimismo empresarial en Argentina

Cae el optimismo empresarial en Argentina

El optimismo empresarial en Argentina y Latinoamérica presenta una importante desaceleración en relación al año pasado, según una reciente investigación global del International Business Report (IBR) de Grant Thornton. Esto se contrapone a la tendencia global en donde el panorama económico está en su punto más alto de todos los tiempos.

Por un lado, el optimismo empresarial en Argentina cayó drásticamente en el primer trimestre, alcanzando un 16% neto, con una caída de 32 puntos porcentuales en relación al año pasado. Esta línea coincide con Latinoamérica en general, donde el optimismo cayó 10 puntos porcentuales hasta el 25% en el primer trimestre de 2018. Las expectativas de aumento de las exportaciones en Argentina han disminuido en 6 puntos porcentuales hasta alcanzar el 12% neto, mientras que las expectativas de un mayor empleo han caído en 22 puntos hasta un 20% neto, un mínimo en casi dos años. Al mismo tiempo, el 10% neto de las empresas espera mayors ganancias durante el próximo año.

Por otro lado, los resultados revelan que los mayores aumentos de optimismo para los próximos 12 meses se encuentran en Europa y América del Norte, siendo la inversión el terreno propicio para el éxito futuro de las empresas. El IBR encuentra que en el primer trimestre del 2018, el optimismo global de las empresas se ubica en el 61% neto, la cifra más alta registrada en 15 años de investigación. La confianza entre las empresas de EE. UU. Se encuentra en un máximo histórico del 89% neto. En Europa, el optimismo empresarial francés está en una nueva altura (75% neto) y el Reino Unido es más optimista (31% neto) desde que votó por abandonar la UE.

La confianza es amplia; en Grecia, el optimismo empresarial se encuentra en territorio positivo (6% neto) por primera vez en tres años. En el sudeste asiático, el optimismo ha aumentado a un 61% neto. Esta es la cifra más alta en siete años. En otras partes de Asia, sin embargo, China (-13pp) y Japón (-11pp) registran bajas en el optimismo. Además, en América Latina, el optimismo bajó 10pp, a net 25%. Sin embargo, incluso en estas regiones, los niveles de optimismo se comparan favorablemente con los de los últimos años.

“El momento es ahora” para aumentar la inversión

El IBR revela que a pesar de los altos niveles de optimismo, la inversión en investigación y maquinaria no está aumentando de la misma manera. Aunque las expectativas de inversión en nuevos edificios, plantas y maquinaria, y en investigación y desarrollo (I + D) han aumentado ligeramente en el sur de Europa (hasta el 5%, 3 puntos porcentuales y 1 punto respectivamente), los niveles generales de inversión han descendido. Los planes globales para invertir más en planta y maquinaria han bajado 2 puntos netos 34% en Q1, los planes para aumentar el gasto en I + D han bajado 3 puntos, y las expectativas de mayor inversión en nuevos edificios se mantien en constantes por tercer trimestre consecutivo.

Francesca Lagerberg, responsable de desarrollo de red de Grant Thornton, comenta: “La economía global se está disparando más fuertemente de lo que lo ha hecho en muchos años. Las predicciones económicas son positivas para el corto y mediano plazo. Sin embargo, la historia nos dice que el crecimiento tiende a venir en ciclos, con 2018 siendo el punto más alto en este caso. Las tasas de interés siguen siendo bajas, pero se prevé que aumenten en los próximos dos años. Esto significa que la ventana de financiación barata se está cerrando y las empresas pueden querer pedir préstamos ahora si están pensando en invertir en 2019 o 2020. Este momento representa una ventana de oportunidad para invertir en el futuro. Invertir más en I + D o en nuevas tecnologías no significa que los salarios de los trabajadores sufran. Estamos experimentando un cambio fundamental en los negocios en muchos frentes. El futuro de las empresas requerirá comprometerse con los trabajadores para aprovechar al máximo las oportunidades que surgen. Las empresas que equilibran la inversión en infraestructura e ideas con trabajadores empoderadores tendrán la mejor oportunidad de cosechar los beneficios a futuro. Y de mantenerse resistente cuando las condiciones económicas inevitablemente cambien”.