Una nueva investigación del International Business Report (IBR) de Grant Thornton, revela que el 89% de los empresarios brasileños no planea incrementar sus inversiones en función de la Copa del Mundo de Brasil 2014, cifras que se han crecido en los últimos años.
Asimismo, el 58,7% no proyecta nuevas contrataciones como resultado de la Copa del Mundo, un porcentaje similar al registrado durante todo el 2013 (60%). Si bien se espera que se lleven a cabo contrataciones, se prevé que las mismas sean más bien temporarias, en lugar de nuevos puestos permanentes.
Según Madeleine Blankenstein, socia de Grant Thornton Brasil, el pesimismo general del empresariado en relación al impacto económico de la Copa del Mundo se incrementa con la proximidad del evento. Si bien más de la mitad de los ejecutivos consultados en el primer trimestre de 2014 (33,3%) cree que el Mundial generará oportunidades para que la economía del país crezca más fuertemente, el porcentaje está notoriamente en baja, ya que el promedio de optimismo durante 2013 era del 61%, y en 2012 era del 75%.
“Las noticias de los atrasos y accidentes en las obras de los estadios, la falta de infraestructura en los transportes y la seguridad pública, más allá del escenario de incertidumbre económica, generan una situación de inseguridad respecto de nuevas inversiones”, afirma Blankenstein.
Consistentemente los sectores más beneficiados en la opinión de los ejecutivos serán el turismo (con un promedio de 52% de menciones), construcción (20%) e infraestructura (10%). Más lejos se ubican las inversiones extranjeras (5%) y el empleo (3%), aunque los porcentajes han variado en el período 2012-2014,
En Sudáfrica, el impacto general en la economía luego de la Copa del Mundo 2010 fue positivo: los gastos con tarjeta de crédito se incrementaron un 55% y las ventas minoristas registraron un aumento del 7,4%, en comparación con el mismo período del año anterior. Por su parte, en el Reino Unido, el gobierno anunció que los Juegos Olímpicos de Londres generaron $13 mil millones de libras esterlinas en beneficios económicos, con $16 mil millones en forma de inversión extranjera directa.
En cuanto a la perspectiva de un incremento en sus ingresos relacionado a la Copa del Mundo, el 50% de los empresarios consultados durante el período 2012-2014 no cree que esto suceda. “Al tratarse de eventos con fecha de inicio y fin, existe un cierto escepticismo respecto del impacto permanente en los ingresos y facturación luego de su finalización”, agrega Blankenstein.
La infraestructura: principal legado de los eventos deportivos
El 42% de los empresarios consultados considera que la inversión en infraestructura que se está realizando en relación a la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos 2016 serán el mayor legado de largo plazo que dejarán estos eventos, seguido de un mayor flujo turístico (26%), mayor alcance de banda ancha (10%) y el apoyo a otros deportes además del fútbol (6%).
En contrapartida, el 29% considera que las obras relacionadas a la construcción de estadios afecta su vida diaria, citando como principal problema asociado al aumento del tráfico (31%), seguido en menor medida por la contaminación sonora (4%) y el incremento en el crimen (3%).
Adicionalmente, el IBR muestra que el 45% de los ejecutivos brasileños cree que los estadios construidos serán bien utilizados luego del Mundial. Madeleine destaca la importancia de que las iniciativas públicas y privadas se inspiren en modelos de otros países que han realizado eventos de este tipo para crear salidas dinámicas. “Existen buenos ejemplos a ser seguidos para que los estadios no caigan en desuso. Las reestructuraciones que se están llevando a cabo en algunas regiones podrían generar transformaciones efectivas en el futuro, tal como sucedió en Londres, donde la región de East London fue reformulada y se mantiene muy atractiva incluso luego del evento deportivo”, agrega.
La misma investigación, llevada a cabo en Sudáfrica luego de la Copa del Mundo de 2010, indicó que el 84% de los visitantes se mostraron muy satisfechos con los aeropuertos utilizados, y el 87% aprobaron las condiciones de los estadios. Por otra parte, la calidad del transporte público (54%) y la condición de las rutas (57%) fueron los aspectos que recibieron la menor aprobación por parte de los turistas. La gran mayoría de los entrevistados se mostró satisfecha con los restaurantes, alojamiento y atracciones (todos con 78%).
Madeleine considera que quizás aquí se encuentre una de las principales lecciones para los brasileros. “No alcanza únicamente con construir lindos estadios y villas olímpicas, es preciso también invertir en transporte público y rutas.” afirma.
