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Claves para aprender a usar los aceites esenciales

El uso de la aromaterapia es una opción personal y un estilo de vida que ayuda y mejora el bienestar del cuerpo y mente y produce sensaciones de placer y armonía. Es un arte que induce la relajación, aplaca dolores y potencia la salud y la belleza mediante la utilización de fragancias aromáticas.

La aromaterapia utiliza el aceite esencial de la planta como método terapéutico. Éste se encuentra en unas diminutas glándulas situadas en la superficie exterior de las raíces, tronco, hojas, flores o frutos de la planta, o bien en el interior de estas estructuras. Es una representación concentrada de las propiedades curativas de la planta y algunos autores piensan que contiene su fuerza vital.

Una prueba de que los aceites esenciales contienen importantes propiedades antisépticas es la aparente inmunidad de muchos perfumistas de la Edad Media durante las epidemias de peste y cólera que azotaron Europa.

El aromaterapeuta estudia al paciente como un todo, teniendo en cuenta su estado emocional y actitud mental, ya que estos factores son en gran parte responsables de los síntomas físicos.

Los aceites se evaporan con facilidad en contacto con el aire y al inhalarlos penetran en el organismo a través del sistema olfativo.

Una vez en el interior del organismo actúan restableciendo la armonía y revitalizando aquellos órganos en los que exista algún tipo de alteración. Sus efectos aumentan cuando se combinan con un masaje de aromaterapia.

Vías de administración y efectos
Los aceites esenciales ejercen su efecto sobre cuerpo y mente por dos vías principales: el olfato y la piel. Actúan como estimulantes del sistema nervioso central cuando son inhalados y pueden atravesar las paredes capilares y los tejidos celulares si se aplican de forma tópica sobre la piel.

Todos tienen en mayor o menor grado propiedades antisépticas y bactericidas. Muchos poseen la capacidad de estimular la renovación y crecimiento de células sanas. Alivian el estrés y estimulan la circulación, refuerzan el sistema inmunitario, limpian impurezas, equilibran las emociones, relajan, estimulan, euforizan, pueden revitalizar una mente cansada y estimular la memoria.

La eficiencia de los tratamientos de aromaterapia depende de la pureza y calidad de los aceites esenciales y de la manera de usarlos.

Los efectos de los aceites esenciales sobre el organismo pueden clasificarse en terapéuticos o tóxicos dependiendo de la forma de administración, dosis y susceptibilidad del paciente.

Los aceites esenciales, en general, comparten ciertas propiedades terapéuticas que permiten sus usos como antisépticos, antiinflamatorios y cicatrizantes, pero cada esencia destaca por alguna propiedad única, la que va a depender de la interacción molecular de sus componentes.

Por inhalación: Mediante la aspiración directa de los aromas, a través del sentido del olfato llegando al cerebro.

La región olfativa es el único lugar de nuestro cuerpo donde el sistema nervioso central está relacionado estrechamente con el mundo exterior. De esta forma, los estímulos olfativos llegan directamente a las centrales de conexión internas. Las neuronas de la región olfatoria son neuronas sensitivas primarias y forman parte de las neuronas cerebrales; los mensajes olfatorios atraviesan la corteza cerebral por medio de fibras nerviosas que llegan a las neuronas centrales de control superior del cerebro.

Nuestro bienestar general depende mucho más de nuestro olfato de lo que se creía.

El olfato no sólo controla funciones corporales que no están sometidas a nuestra voluntad consciente, sino que influyen en nuestro mundo emotivo, esto se explica analizando las funciones de varias estructuras cerebrales como el sistema límbico, el hipotálamo y el tálamo que se ocupan tanto de procesos emocionales como físicos y están relacionados con el sentido del olfato.

Por uso tópico a través de la piel: Por la finura y la composición orgánica de las moléculas de los aceites esenciales, éstas son absorbidas por la piel de donde acceden por medio de los capilares del torrente sanguíneo, para llevar sus efectos a todo el organismo.

Al mismo tiempo estimulan la regeneración celular de los tejidos, y la salud de la piel matando gérmenes y bacterias nocivas.

Cuando el cuerpo recibe masaje con aceites esenciales los efectos tanto fisiológicos como psicológicos son asombrosos, el masaje actúa en las terminaciones nerviosas del cuerpo, al mismo tiempo produce calma y estimula el flujo energético que alivia la tensión, elimina toxinas y crea tejidos sanos, disminuyendo el proceso de envejecimiento.

Por ingestión: Este uso está dirigido a tomar (ingerir) directamente los aceites esenciales. Es el método menos común ya que sus efectos son menos rápidos y las dosificaciones deben ser muy precisas, controladas y prescriptas por un médico aromaterapeuta.

La manera tradicional es la de tomar infusiones (tés) de hierbas aromáticas y la de incluirlas en la preparación de alimentos.

La aromaterapia es muy recomendable ya que constituye un método simple y económico para mejorar la calidad de vida de las personas susceptibles a desarrollar eventos psicosomáticos o diversas patologías producto del deterioro del sistema inmunológico secundario al estrés psicológico.