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Claves para optimizar su negocio

El ritmo actual de la economía no sólo está afectado por los procesos de globalización, sino también por la competitividad y, en estos momentos, por la incertidumbre. Por eso, el capital intelectual cobra valor en toda organización.

A grandes rasgos, los especialistas consultados por Énfasis Logística resaltan como clave el factor humano porque es “el ser humano el que puede lograr una buena planificación, conectividad, comunicación con infraestructura y herramientas escasas”, según explica Fernando Balzarini presidente de la Asociación Latinoamericana de Logística.

Si asentimos con Balzarini en que “planificar es realizar algo imposible” ya que se trata de adivinar el futuro, entendemos que tener inventario, por ejemplo, te da seguridad, pero es muy caro y el costo financiero es muy alto. Entonces, “planificar es como jugar a tironear lo mejor posible”.

Por lo tanto, pese a que “existen herramientas poderosas para proyectar y administrar, en la mejor planificación es indispensable el ingenio y la interpretación humana”, insiste.

Por eso, explica que “para diseñar un plan estratégico competitivo en una industria de consumo masivo, la variable costo es importantísima, sobretodo en la Argentina que tenemos herramientas financieras muy débiles.”

La tendencia de la empresa moderna es clara: la formulación de estrategias se debe basar en el conocimiento más que en la gestión de los activos tangibles de la empresa.

Otro aspecto importante que no debe descuidarse, en momentos como estos donde las fluctuaciones son moneda corriente, de acuerdo a la percepción de Ezequiel García Corado, gerente general de Outland Logistics, es “reevaluar cuáles son los procesos críticos que deben realizarse dentro de cada empresa y cuáles son los que consideran que se pueden tercerizar. Aquellas empresas que cuentan con un alto grado de flexibilidad para adaptarse a los altibajos son, desde mi punto de vista, las que obtendrán los mejores resultados.”

Identificar fortalezas y debilidades
La implementación de la matriz FODA (Fortalezas-Oportunidades-Debilidades-Amenazas) continúa siendo una aplicación útil al momento de evaluar la situación actual de la empresa, dado que permite obtener un diagnóstico preciso y, en función de ello, tomar decisiones acordes con los objetivos y políticas generales.

Cuando se trata de tercerizar, conocer las debilidades y fortalezas de una compañía es fundamental. “En la Argentina hay excelentes empresas de outsourcing y operadores logísticos de todas las características, pero la tercerización depende de la filosofía y la visión de la empresa”, considera Balzarini.

“Aunque –continúa- la tendencia mundial es a tercerizar, en nuestro país estamos muy por debajo de esas prácticas y eso significa que existe un amplio mercado potencial. Esta respuesta se da a nivel regional, (en toda Latinoamérica) pero de todas maneras, la perspectiva general es en alza”.

El motivo de este contraste, en comparación a otros puntos del continente, no responde a diferencias en materia de tecnología sino, más bien, a la necesidad de estrechar lazos de confianza que son indispensables para delegar con tranquilidad las operaciones y “cuando el clima de negocios es recesivo cuesta mucho más”.

De todas formas, de las crisis pueden extraerse ventajas y algunos beneficios, y ante la incertidumbre para producir o invertir se generan naturalmente momentos para repensar el análisis de la red logística y explotar las implementaciones con que se cuenta.

Los beneficios que brinda un software de negocios son múltiples pero, a veces, cuando los tiempos de producción presionan sobre el cronómetro, no se terminan de aprovechar. Principalmente, permiten obtener información en línea, control de errores, sincronizar la comunicación interna, gestionar en forma eficiente, y de este modo reducen notablemente los costos.

Pero, “lo fundamental es entender que es una herramienta, que para que devuelva a la empresa el 100% de sus funcionalidades y realmente retorne la inversión, la organización que la adquiere tiene que ser consciente que debe utilizarla en forma constante para que resulte”, remarca Juliana Marcuzzi Cardozo, líder de proyecto de Brainsys.

Y agrega que “si existe un compromiso entre las personas involucradas en un proyecto (de cualquier índole que involucre a un área, a un proceso o a toda la organización en su conjunto), que incluye una herramienta software, cada persona deberá ser consciente que tiene que alimentar con datos a la misma, desde cada punto de trabajo para que al final, la herramienta brinde a la organización todos los beneficios, el valor agregado a los procesos y la mejora sustancial en la calidad, que es el objetivo por el cual se adquirió el software”.

La logística actual, tras 60 años de desarrollo, es dinámica y flexible ¿qué soluciones existen para prever dificultades u optimizar procesos a mediano y largo plazo?

Al respecto, el director de Oxirium, Fernando Escudero, plantea que las soluciones deben basarse en tres conceptos fundamentales:

1º) Brindar escenarios what-if para potenciar al usuario final. El usuario de una solución de logística conoce a la perfección tanto sus procesos operativos como las necesidades del negocio. Es por eso que las soluciones deben potenciar ese conocimiento y permitir que el usuario lo vuelque en mejorar el resultado que la solución le da.

2º) Aprender de sí misma, dado que la logística evoluciona día a día, es por ello que debe permitir auto-corregir indicadores, desvíos y reglas, para que continuamente mejore el desempeño.

3º) Brindar información para la táctica, pero también para la estrategia.

A modo de recomendación comenta que “ya no solo se ha terminado el tiempo del software poco flexible que exige que las empresas adapten sus procesos operativos a un paradigma impuesto. Más aún, se ha terminado el tiempo de los providers de soluciones de software que se focalizan en vender licencias de soluciones cerradas o enlatados y abonos de mantenimiento”.

Y explica que “los clientes hoy necesitan soluciones, con todo lo que esta palabra representa: aplicaciones integradas que potencien las capacidades que hoy la tecnología nos brinda, lo suficientemente flexible para que se adapte a los procesos operativos y a las necesidades del negocio, sin perder el objetivo de proponer mejores prácticas.”

“Las soluciones a las dificultades que van surgiendo respecto de la propia dinámica del entorno actual, siempre están asociadas a la creatividad, capacidad, proactividad, y responsabilidad en las acciones y decisiones de cada una de las personas de una organización. Fundamentalmente de aquellas personas en cargos relacionados a la planificación, control y gerenciamiento de procesos logísticos”, responde la ingeniera de Brainsys.

“Las herramientas tecnológicas capaces de predecir, de modificar, de adaptar operaciones y de brindar información en línea, son casi un medio de uso obligado para cada uno de los gerentes o responsables de área. Es muy difícil ser flexible y dinámico en tiempos donde las repuestas deben ser rápidas y a diario, sin utilizar herramientas a medida para cada cliente o área de proceso”, sostiene.

De lo anterior se desprende que los avances tecnológicos deben desarrollarse de la mano de la capacitación y profesionalización de los recursos humanos para saber cómo y hasta dónde se le puede exigir a la tecnología. En palabras de Escudero “Las empresas necesitan y debe exigir personalización”.