Los lugares donde se llevan a cabo actividades de vacaciones de invierno son ideales para realizar todo tipo de eventos, por varios motivos.
En primer lugar, porque llega un público ya predispuesto a pasar momentos agradables, y con tiempo libre como para aceptar una invitación o participar de degustaciones. Por otro lado, una vez que las personas se alejan de su rutina y se disponen a pasar un tiempo libre de relax y diversión, se encuentran más receptivos para participar en juegos, asistir a espectáculos, clases de gym o ski, o probar todo tipo de alimentos nuevos, cremas o masajes. Y finalmente, es más fácil persuadirlos para “gastar”en algunos ítems fuera de programa.
Para determinar qué tipo de eventos se pueden realizar, primero conviene analizar si el producto es estacionario. El invierno es ideal para ofrecer delicatessen gastronómicas como fiambres, repostería, vinos y licores, café, dulces y chocolates… pero también se pueden proponer actividades lúdicas para realizar bajo techo (como espectáculos, juegos, literatura, música, etc.), cremas para el cuidado en el frío de la piel y el cabello, indumentaria abrigada, obviamente sistemas de calefacción, y hasta ventanas de doble vidrio que ayudan a mantener el calor en la vivienda.
La temporada invernal es apta para proponer concursos, carreras, comidas, bailes, recitales, fiestas e inauguraciones, y en general todo tipo de campaña publicitaria vinculada con disfrutar o protegerse del frío exterior, y su antítesis (el tibio hogar).
Y no olvidemos que hay industrias altamente estacionales, como las de la indumentaria, el maquillaje y la decoración, que en invierno presentan los anticipos de la temporada siguiente con desfiles de moda, peinados, accesorios y cosmética.
Finalmente, es bueno tener en cuenta que si bien muchas personas pueden dejar la ciudad rumbo a los centros de vacaciones invernales…
a la misma ciudad llegan otros turistas, que provienen del interior u otros lugares. Por eso, no hay que descartar los eventos para los turistas que llegan.
