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Cocina y cosmética a base de vino

El mundo de la gastronomía y el de la belleza han encontrado un nuevo negocio de la mano del vino. Cremas humectantes a base de Malbec, perfumes y todo tipo comidas, como fideos, salsas y mostazas son algunas de las nuevas opciones para disfrutar de tintos y blancos, sin copas ni sacacorchos.
El crecimiento de la industria vitivinícola ya no sólo parece ser un negocio para productores, bodegueros y las empresas de insumos, sino que también en los últimos años ha crecido para ser centro de nuevos emprendimientos en donde el vino surge como materia prima por excelencia para el desarrollo de productos gourmet de alta calidad y productos de belleza.

Con un mercado interno estable y un crecimiento del 2% en volumen y un incremento en facturación del 107% en los últimos seis años – de acuerdo al estudio sobre el mercado interno del grupo CCR -, además las exportaciones que siguen en franco ascenso con un resultado positivo tanto en volumen (22,61%) como en valor (27,13 %); el vino es un activo que genera muchos negocios subsidiarios, tanto en la cosmética como en la gastronomía. Fideos, tomates secos, mostazas, salsas, vinagres de diferentes sabores, cremas, protectores solares, y muchos otros productos que no se le ocurrían ni al más creativo, son fabricados para aprovechar las bondades de los polifenoles de la uva.

Fusión gastronómica
Ya no basta sólo con maridar un buen vino con una excelente comida. Hoy este elixir se ha unido a la comida y varias empresas están desarrollando productos en donde el vino es el centro del negocio.

En Buenos Aires, la empresa “La cocina del Vino” está promoviendo una serie de productos especiales para el mundo gourmet, como salsas de chocolate (Café Malbec, Frambuesa Chardonnay, Menta al Champagne), vinagres con especias y aceites de uva con otras composiciones.

Por ejemplo, los vinagres tienen combinaciones tales como: pera Chardonnay, naranja tardía, Noir de Blanc cosecha tardía, Merlot balsámico y Torrontés cosecha tardía. Mientras que las salsas de chocolates son de café Malbec, frambuesa Chardonnay y menta al Champagne.

Jorge Plotno, responsable de la empresa “La cocina del Vino”, dijo que “la idea la trajimos aquí desde San Francisco, en el 2004, en donde tratamos de fusionar los sabores gourmets y la comida. Hoy vendemos más de 100.000 botellas al año entre todos los productos que tenemos. Estamos en más de 130 puntos de ventas como Falabella, Jumbo y locales gourmet”.

Otro caso similar es el de la empresa Wine Eat, que ha desarrollado una línea de fideos, tomates y mostazas a base de vino.

“Esta empresa surgió en el 2006 y por ahora la venta la realizamos por Internet y hacemos mucho para regalos empresariales. Evidentemente, este es un mercado que tiene grandes perspectivas de crecimiento. Pero para seguir adelante, tenemos que lograr que el consumidor vea el producto y lo pruebe”, sostuvo Josefina González Lobo, dueña Wine Eat. La empresa de González Lobo produce productos sin conservantes, tales como: fideos secos al Malbec, mostazas al Chardonnay y tomates secos en aceite de oliva y Syrah.

Ya en Mendoza, varias empresas están trabajando con este concepto. Hace cinco años la heladería Ferruccio Soppelsa fue una de las pioneras en este sentido, incorporando diferentes variedades de vino para crear nuevos sabores en sus helados.

“Nuestra firma tiene muchos años en Mendoza y siempre teníamos en mente hacer el desarrollo de algún producto que nos relacionara con la industria vitivinícola. Entonces surgió la idea de hacer tres variedades de helados con vino. Vainilla al Malbec, Ananá al Viognier y Melocotón al Syrah, fueron el resultado. Es muy notable como año tras año hemos tenido que duplicar la cantidad producida de helados con vino porque los turistas lo demandan mucho”, sostuvo Héctor Soppelsa, socio gerente de la heladería. Además, agregó que “también tenemos en mente el desarrollo de una línea de pastelería asociada a los vinos licorosos, que son muy apropiados para acompañarlos.”

También se encuentra la empresa De Mi Campo, que se especializa en la elaboración de productos naturales y orgánicos relacionados al mundo gourmet. De Mi Campo tiene tomates al Malbec con aceite de oliva que distribuye en las principales cadenas de supermercados y vinotecas del país y exporta a Italia, Chile, Estado Unidos y Japón.

Vinoterapia, cremas y perfumes
Los primeros en implementar y utilizar los polifenoles de la uva para la cosmética fueron los franceses Mathilde Cathiard y Bertrand Thomas, dueños de la marca de vinoterapia más conocida a nivel mundial: Caudalíe. Esta marca de productos es realizada completamente a base de uva, pepitas y piel; y es una de las famosas a nivel europeo y sus productos van desde aguas de uva, pasando por desmaquillantes, cremas “antiage”, antimanchas, protectores solares y todo lo que se le pueda ocurrir relacionado con el mundo de la belleza. Los precios de los productos arrancan en los 20 euros.

En Argentina también proliferan las versiones locales de vinoterapia. Desde masajes con hollejo y semillas de uva hasta cremas para el cuerpo. Mendoza fue unas de las pioneras en este tema, pero hoy los tratamientos están disponibles desde Usuahia hasta Jujuy.

En la provincia, Park Hyatt está dentro de la lista de los exclusivos lugares para relajarse de la mano del vino. En el spa Kaua de ese hotel se pueden conseguir shampoo, acondicionador, emulsión corporal y cremas faciales desde $25 pesos. Además, quienes quieren pueden acceder a dos tratamientos a base de uva ($200): uno que se realiza durante todo el año y otro sólo durante la época de vendimia ya que utilizan uvas en fresco.

“A nuestros tratamientos de belleza vienen mendocinos, huéspedes de nuestro hotel y extranjeros que están alojados en otros hoteles pero que están interesados en los tratamientos”, comenta Victoria Abbona, supervisora del Spa del Hyatt.

Además de esto, en Mendoza ya se presentó el primer perfume argentino con base de vino. Se trata de un perfume a base de Malbec ($75) que se comercializa en wineshops de bodegas y vinotecas. Gilda Alonso, unas de las creadoras de la fragancia, dijo que “vimos la posibilidad de resaltar los descriptores y encontramos un producto con máxima expresión aromática como un perfume de vino malbec”. El nuevo lenguaje de esta fragancia masculina se basa en la utilización de frutos rojos, notas de violetas y especias, arrastrándonos a un aroma intenso y evocador de los descriptores aromáticos del Malbec, del terroir que lo identifican como tal. Está hecho con alcohol de vino, a fin de transmitir las propiedades y el aroma al perfume. Este conjunto de aromas hace de éste un perfume persistente en nariz.

Sin embargo, esta experiencia no es la única, ni la primera en el mundo. Ya desde el 2006 la empresa brasileña O Boticário presentó un perfume de Malbec y también hizo lo propio con un jabón de tocador de la misma variedad. Además, el producto se comercializa no sólo en Brasil sino también en Chile. Otra experiencia similar se realizó en Napa Valley, en Estados Unidos, donde no sólo desarrollan vino, sino otro tipo de productos. En ese país la empresa Napa Valley Aromaterapia ha desarrollado una serie de productos cosméticos, entre ellos lápices de labios con sabores: Champagne, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, entre otros.