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Coface destaca una fuerte recuperación de América Latina

Coface, el grupo francés líder en seguros de crédito y servicios financieros, revisa al alza sus previsiones de crecimiento mundial para 2010, con un 3,6%, y destaca el buen comportamiento de América Latina, con una fuerte recuperación. Así, esta zona debería registrar un crecimiento del 5,1% en 2010, con un 7% para Brasil, que hasta ahora había conseguido cifras algo más modestas. En este sentido, Coface anuncia una mejora de las calificaciones de 10 países de la zona, destacando una fuerte recuperación de América del Sur y algo más moderada para América Central.

Coface estima que el crecimiento en los países emergentes en 2010 será de un 6,3%. Como estaba previsto, Asia está mostrando niveles de crecimiento sostenidos. Las buenas noticias provienen de América Latina, ya que se prevé que alcance un nivel de crecimiento del 5,1% en 2010, lo que significa prácticamente volver al nivel pre-crisis (5,5% en 2007).

En conjunto, América Latina es más resistente a las crisis económicas y financieras exógenas y posee bases fundamentales que han mejorado mucho gracias a las reformas y el saneamiento financiero llevado a cabo en los últimos años. Mientras que al comienzo de la década de 2000 el crecimiento de América Latina estaba muy por debajo del de los países emergentes, e incluso inferior al de los países industrializados, ahora se encuentra en la media de los países emergentes y, por consiguiente es claramente superior al de los países industrializados.

La recuperación es particularmente clara en los países sudamericanos, donde el comercio está más geográficamente diversificado y los recursos naturales son más atractivos, en particular para los países asiáticos. El aumento de los precios de las materias primas a nivel mundial está ayudando a mejorar las perspectivas en esta parte de la región. En consecuencia, Coface ha situado a 4 países de América Latina bajo vigilancia positiva: Brasil, (A4, con vigilancia positiva), Perú (B, con vigilancia positiva), Uruguay (B, con vigilancia positiva) y Bolivia (D, con vigilancia positiva). Todos estos países han presenciado un fuerte retorno al crecimiento, estable e impulsado por el dinamismo de la región asiática y el consumo doméstico. La vigilancia negativa sobre la calificación de Ecuador (C) se ha eliminado debido a su recuperación económica que, sin embargo, sigue siendo modesta.

En este sentido, Brasil se destaca por su recuperación sin precedentes, estimada por Coface en un 7% para 2010. Todos los sectores hacen gala de su buen comportamiento: el sector industrial sigue creciendo, la agricultura se está recuperando y los servicios están progresando de manera significativa. Se espera que la mejora del comportamiento de pago de las empresas brasileñas siga adelante. Sin embargo, el crecimiento, impulsado principalmente por la demanda interna, está sometido a tensiones inflacionarias que muestran signos de un posible sobrecalentamiento.

Por otra parte, la fuerte dependencia de la economía norteamericana en términos de exportaciones, transferencias, inversión extranjera directa y turismo, está restringiendo la recuperación en México, América Central y el Caribe. Coface elimina la vigilancia negativa en las calificaciones A4 de Costa Rica y Panamá, así como en la calificación B de El Salvador, Guatemala y República Dominicana. Dado que estas economías se benefician de la recuperación del comercio internacional en general y de los Estados Unidos en particular, pero siguen sometidas a debilidades según el país: inflación, deterioro de las finanzas públicas o cuentas externas desequilibradas.

A pesar de todas estas señales positivas, Coface no ha realizado aún cambios en las calificaciones. Esto se debe por una parte, a que las debilidades permanecen: una excesiva dependencia hacia las materias primas, la escasez de inversiones, sobre todo en infraestructura, y la deuda pública que en algunos casos continúa siendo demasiado alta. Por otro lado, la zona, al igual que todos los países emergentes, se enfrenta a un nuevo desafío: cómo encontrar nuevos motores del crecimiento que sean menos dependientes de la demanda de los Estados Unidos. Esto requiere el desarrollo del consumo doméstico y del comercio entre los países emergentes, siguiendo el ejemplo del comercio con Asia. En menos de medio siglo, la economía china se ha convertido en el segundo o tercer principal socio comercial de la mayoría de los países latinoamericanos.

“América Latina ha demostrado una reactividad casi inaudita en la gestión de la crisis”, explica Yves Zlotowski, Chief Economist de Coface, “la deuda externa ya no es el problema principal en esta zona, pero los países deben hacer frente ahora a los efectos de la extrema volatilidad de los flujos de capital”.