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¿Cómo actuar ante la llegada de un nuevo compañero a la oficina?

Ante la llegada de un nuevo compañero de trabajo, lo ideal es ponerse en su lugar y tratar de hacerle agradable su llegada.

Si bien este es el mejor camino, no siempre es fácil aceptar al “nuevo”. De hecho, para muchas personas, un nuevo compañero es un rival.

Tal como publica el diario Expansión, puede que él venga a cubrir carencias que hay en el trabajo de todos, pero nadie es lo suficientemente valiente como para reconocer las suyas.

Puede que simplemente llegue para realizar tareas que antes no se hacían, pero siempre se encontrará con otro que sienta que él podría haber hecho su trabajo.

También, añade el matutino español, puede darse la situación de que el nuevo venga a la oficina reemplazando a un antiguo compañero. Si éste caía bien al resto y se ha ido tras un doloroso despido, los antiguos compañeros tratarán mal al nuevo aunque sea evidente que él no tiene la culpa. Si el antiguo se fue por voluntad propia, simplemente, lo ignorarán.

Es fundamental que los más veteranos de la oficina se acuerden de cuando ellos eran los novatos, destaca el artículo de Expansión. Todos fuimos nuevos algún día. Seguro que en algún momento de su vida laboral ha sentido ansiedad porque no conseguía ubicarse dentro de un equipo.

Ahora es otro el que lo siente y usted puede ayudarlo a superar esos malos ratos. Si después de todos estos consejos, usted sin admitir a un compañero recién llegado, analice sus motivos y encontrará otros muchos para superar esta situación.

* La mejor forma para integrar y ser integrado es aceptar desde el principio la situación. Ayudarle a situarse dentro de la oficina, explicarle el programa informático que utilizan habitualmente o presentarle al resto de los compañeros, son pequeños gestos que le ayudarán a sentirse parte del grupo.
* Si usted es de los que toma café o come con sus compañeros, trate de incorporarlo a estos momentos de ocio. Es cuando más amigos/compañeros se hacen y así evitará que el nuevo se sienta excluido desde el principio. Es un sacrificio que no le costará mucho hacer, le ayudará a descubrir el mejor lado de él y éste sabrá reconocérselo.
* Evite hacer referencia a como trabajaba el compañero al que él sustituye. Las comparaciones son odiosas y más en este tipo de situaciones. El recién llegado no tiene culpa del despido o de que el anterior se haya ido por la puerta de atrás.
* Seguro que en algún momento ha oído eso de: ¿Y por qué han contratado al nuevo? No ponga en duda los méritos que el recién llegado tiene. No conoce ni su forma de trabajar ni su currículo ni lo que le ha llevado hasta su empresa. Cualquier cosa que diga será pura especulación y dañará la credibilidad del nuevo, sin que haya motivos para ello.
* No sea pesado. El nuevo necesita tiempo para sentirse parte del equipo, para reconocer la oficina como suya y no querrá que le atosiguen. Usted lo hace con buena intención, pero él puede sentirse agobiado con tanta cortesía.
* Evite comentarios de otros compañeros delante de él. Deje que se de cuenta de quién es quién dentro de la oficina y de cómo es cada persona. A los nuevos no hay que envenenarles con viejas rencillas del grupo ni hay que ponerles en contra de compañeros. Deje que sea él el que juzgue.
* Tenga en cuenta que usted no va a la oficina a hacer amigos. Tampoco a amargar la vida a otros. Basta con que sea cordial y educado con sus compañeros, incluido el nuevo, para que las cosas funcionen más o menos bien.