Muchos dicen que “menos es más”. Sin embargo, esto no siempre es correcto, sobre todo si el objetivo es atraer clientes. Lo ideal es montar escenas que identifiquen al consumidor y le generen sentimientos positivos hacia la marca.
En las fiestas y fechas especiales vemos cómo los comerciantes buscan diferenciarse y ofrecerle al consumidor una experiencia memorable al entrar a su negocio. Cada comercio debe buscar la mejor manera de llegar a su público, analizando sus gustos y fantasías.
Los clientes esperan ser sorprendidos con nuestras propuestas, que deben ser capaces de tocar sus sentimientos y desencadenar, en consecuencia, actos de compra experienciales. Si los retailers convierten a sus locales en experiencias, las personas querrán pasar más tiempo en ellos y gustosamente pagarán más por lo que compren.
¿Qué hay de nuevo en el Visual Marketing?
Grandes tiendas del mundo son aclamadas por sus distintivas puestas en escena en sus vidrieras y dentro de los locales. Macy´s, Saks, Bloomingdales y Selfridges, por ejemplo, son famosas por sus decoraciones en las diferentes fiestas a lo largo del año. Navidad es la gran vedette y los esfuerzos de Visual Marketing se ven reforzados para esta época. Muñecos móviles, pantallas formando paisajes y hasta juegos 3D, nada parece poco.
Algunas tendencias
• Incorporar personas a las vidrieras. Ensamblar una obra teatral que invite a los clientes a entrar y vivir una experiencia memorable en la tienda.
• Uso de imágenes 3D. La experiencia distintiva y única de ver tal espectáculo de luces y juegos provoca simpatía y extrema recordación en el espectador.
• Creaciones escenográficas en las vidrieras. Es necesario crear verdaderas escenas que se relacionen íntimamente con el consumidor y sean un reflejo de su vida cotidiana,
logrando una fuerte identificación y un vínculo estrecho.
Las tendencias nos llevan a darnos cuenta que debemos concebir verdaderas realizaciones, a través del uso del color, la iluminación, la música, los olores, la temperatura y todas aquellas acciones que involucren al espectador, despertándole el deseo de volver por más experiencias memorables.
La puesta escenográfica no es sólo ornamentar, embellecer o acomodar ordenadamente.Debe revelarnos la fuerza interna de la obra (su eje temático) y organizar el espacio en relación con el actor (los empleados) y el público (los clientes). Es decir, tiene un sentido preciso, pues obedece a la necesidad de crear un entorno y un soporte para involucrar a los clientes en una experiencia de compra.
Lo decorativo u ornamental es carente de sentido dramático. El error habitual es confundir la decoración o la prolijidad con la escenografía. La decoración tiene valor por sí sola, es autónoma de cualquier contenido dramático. Lo escenográfico es un elemento expresivo, que ayuda al relato teatral y a que el cliente se encuentre inmerso en el hecho dramático que estamos representando. Debe estar dirigido a desencadenar una reacción en la “emocionalidad” del cliente.