Inicio Empresas y Negocios Cómo cuidar los muebles de madera del jardín

Cómo cuidar los muebles de madera del jardín

Los muebles de jardín aportan estilo y confort a nuestros espacios exteriores a la vez que requieren de un cuidado especial para mantener su buen estado y extender su vida útil.

Generalmente están hechos de una dureza especial, por eso se utilizan maderas capaces de resistir la intemperie sin problemas.

Habitualmente, se usan maderas que tienen alto contenido en aceites que las protegen de la acción de los hongos, por lo que se puede dejar al exterior durante el invierno.

Ahora bien, estos aceites van desapareciendo con el tiempo, por eso, es recomendable realizar un mantenimiento periódico e impregnar de nuevo la madera. Se sugiere aplicar una mano de aceite a la madera en cada cambio de estación, de lo contrario el mueble podrá resecarse y volverse vulnerable a la acción de los agentes climatológicos.

La madera más común y más utilizada suele ser la teka pero hay que saber cómo es y cuáles son sus características si queremos que se conserven adecuadamente y duren más tiempo.

Madera de Teka

La madera de teka verdadera procede de la especie Tectona Grandis, de la familia de las Verbenáceas. Proviene de Birmania, Tailandia e Indonesia. Es muy resistente y duradera gracias a las sustancias aceitosas que la componen. Posee un color amarillento o dorado, aunque se suele oscurecer con un tratamiento natural extraído también de este árbol, el aceite de teca. Es una madera de gran finura y fácil de trabajar, de fibra sólida y densa. No es corrosiva y resiste a termitas y hongos. Gracias a la impermeabilidad que le proporciona su aceite (que deberemos aplicar al menos dos veces al año para preservar el aspecto original de la madera), también resiste a la humedad sin requerir pintura ni barniz.

Madera de Bankirai (Parashorea)

Procede del sudeste asiático. El color y la composición de esta madera pueden variar según la zona donde haya crecido el árbol. Al ser una madera con una dureza media-alta, suele resistir durante muchos años los efectos de un clima adverso. Presenta una ventaja, no requiere un mantenimiento especial. Además si queremos que aumente su grado de durabilidad antes de ser embalada hay que tratarla con aceite. Se recomienda cubrirla en invierno.

Madera de rattan (sintético)

Estos muebles están producidos a partir de fibra sintética que es tensada alrededor de un bastidor de metal. La característica principal de este tipo es su durabilidad, ya que resiste bien las diferentes condiciones climáticas y la luz ultravioleta. Esta fibra no necesita ningún mantenimiento especial y para limpiarla se puede usar un cepillo, agua y jabón. Se puede dejar durante el invierno en el exterior.

Madera de nyatoh o balau

Esta tipo de madera proviene de Indonesia y Malasia. El tono varía del rosado al castaño. Es una madera de dureza media. Si queremos reforzar el color y el brillo es aconsejable lijar ligeramente la superficie y después poner un poco de aceite de linaza. Para su mantenimiento lo mejor es realizar un tratamiento regular con aceite, que le asegura una vida útil más larga. El Spun Poly canvas es un tejido de poliéster que no destiñe y está acondicionado para ser utilizado en el exterior. Para su buena conservación hay que hacerlo en un lugar seco durante el invierno. Otra forma de conservar esta madera es aplicándole un impregnante como el Cetol una vez por año.

Cuando los muebles han estado expuestos y sin protección pueden presentar un aspecto ennegrecido y estropeado. En este caso, es necesario llevar a cabo una serie de técnicas para que recobren una buena apariencia. Es aplicable a cualquier madera tropical.

Lijarlos para eliminar la suciedad adherida y la capa más estropeada.

El mueble presentará un aspecto más limpio y se aclarará el color.

Aplicar una mano de aclarador de madera. Es un producto que mezclado con agua penetra en la beta y elimina las manchas negras que producen los hongos.
Si es necesario repetir este proceso.

Por último, extender con una brocha aceite para maderas de exterior por todo el mueble. Dejar secar y aplicar una segunda mano con un paño.

El resultado es asombroso. Las maderas tropicales resultan algo elevadas de precio pero son realmente muy resistentes y duraderas a los cambios climatológicos.

En definitiva, todos sabemos que la madera es un material muy noble que tiene una larga duración, pero también es muy delicada al estar en contacto con el sol, la lluvia o la humedad. Por esta razón, si queremos que siempre se mantenga bien, debemos dedicarle una vez al año un poco de nuestro tiempo para que sigan luciendo.