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Cómo elegir un consultor de informática

Cuando una Pymes solicita la asistencia de un consultor en informática, el objetivo suele ser pedir desarrollo y soporte en sistemas. Pero con un socio tecnológico adecuado, también pueden encontrar nuevas oportunidades de negocio, por ejemplo.

Los “compañeros tecnológicos” pueden apoyar a las empresas en crecimiento en todo el ciclo de implementación de un software de gestión de clase mundial, y además reducir o paliar los posibles riesgos tecnológicos que puedan surgir, como por ejemplo demoras en la implementación de plataformas tecnológicas, o pérdida de información.

Para los consultores que trabajamos para Pymes, uno de los mayores desafíos es brindarles recursos tecnológicos para facilitar su crecimiento, y además enseñarles de un modo personal cuáles son los beneficios que conllevan estas herramientas para mejorar su producción. Por ejemplo la posibilidad de incrementar su capacidad de respuesta, aumentar su eficiencia y modernizarse, todo lo cual les garantizará un retorno de inversión (ROI) adecuado.

El asesoramiento profesional también cumple con la misión de capacitar a la empresa para que aproveche sus recursos tecnológicos de la manera más adecuada. Así se podrán alcanzar los valores estratégicos a largo plazo y optimizar los procesos de negocio, para mejorar los resultados de toda compañía.

Las asesorías tecnológicas deben alinearse con los objetivos de negocio, en un ida y vuelta que enriquezca ambas estrategias: la de negocios y tecnológicas.
Y para lograr un exitosa reingeniería de los procesos, optimizar la cadena de suministro y mejorar los proyectos de organización, es imprescindible contar con una asesoría eficiente, que analice los puestos de trabajo, competencias y gestión del conocimiento en las organizaciones.

Por otro lado, las empresas en crecimiento necesitan apoyo en el proceso de incorporación de tecnologías, ya que no tienen tiempo de realizar diagnósticos de oportunidades en su negocio y requieren una visión más objetiva de las situaciones.
Además, muchas veces no tienen información correctamente estructurada, mientras que apelan a las tecnologías informáticas sólo para solucionar problemas concretos, pero no las utilizan para resolver planteamientos globales o estratégicos.

Por todo esto, el rol del asesor informático ha cambiado. Antes debía asesorar al área contable pero hoy debe asesorar a la dirección de las compañías. Y debe potenciar servicios tecnológicos muy especializados, que se ajusten a las necesidades de las pymes, y no los que tradicionalmente se han puesto a su disposición.