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Cómo ganar cuando todos pierden

El Merval cayó pero luego se recuperó. En el medio, elecciones y cambio de Gobierno. El contexto internacional, ¿ayuda? Conclusiones y escenarios para tener en cuenta a la hora de invertir.


Son momentos difíciles para cualquier inversor. Y se está dando una combinación perfecta que obliga a recalcular y definir una estrategia que permita encajar mejor los golpes del mercado. A los problemas locales debe sumarse un contexto regional e internacional muy complejo. ¿Qué mirar? ¿En qué perfil de papeles invertir? ¿Dónde están las oportunidades a corto y largo plazo? ¿Qué puede pasar en el escenario local?

Para empezar, nada como hacerlo por casa. Conviene prepararse para un escenario de altísima volatilidad tras las elecciones y una transición muy complicada. Lo único seguro es el cambio de rumbo económico: la sola idea de pensar en una continuidad allanaría el camino a una crisis profunda. Lo mejor, en esta etapa, es ir con cuidado, tomar coberturas y prepararse para cuando el panorama esté más claro. Para entender mejor cómo defender el dinero en función de los pros y contras de la economía argentina, se pueden conjeturar escenarios distintos que llevarán a conclusiones parecidas sobre el futuro de las inversiones.

Algo queda claro: el ajuste es necesario porque los números no cierran. Pero probablemente cualquier gobierno decida endeudarse asumiendo tasas altas para no tener que hacer anuncios negativos que impacten en su capital político inmediato. Por lo tanto, se pueden financiar los desajustes actuales con deuda, acomodando algunas variables gradualmente. Los primeros meses de una nueva gestión son claves y, como no se pueden atacar todos los problemas a la vez, hay que financiar ese proceso de alguna manera.

Entre las fortalezas de la economía, se destacan: no tiene grandes niveles de deuda en dólares; al estar afuera de los mercados internacionales, hay gran potencial para recibir inversión directa, colocar deuda o ser considerada el nuevo destino emergente ya que está todo por hacer en infraestructura, industria o servicios; posee un sistema financiero sólido, bajo endeudamiento de las empresas y las familias, buenos niveles de empleo y un consumo interno que sigue siendo su motor. Entre las debilidades, se listan: reservas insuficientes, restricciones y brecha cambiaria, alta inflación, un déficit fiscal que alcanzará casi el 6 por ciento del PBI a fin de año, tarifas congeladas, atraso cambiario y expectativas altas de devaluación, necesidades crecientes de financiamiento interno, altos costos en dólares, un saldo comercial en su menor nivel en 15 años, menos dólares del campo y más necesidades de la industria.

Conclusión 1: Lo más importante es que cualquier plan necesita dólares vía financiamiento. En base a eso, la tensión cambiaria puede ampliarse o descomprimirse. El shock o gradualismo dependerá de lo que se resuelva con restricciones internas, cepo cambiario y acercamiento a los holdouts. En 2016 vencen alrededor de u$s 7 mil millones: poco, comparado con 2015, pero representará más del 25 % de las reservas totales.

Conclusión 2: El dólar será el gran protagonista. Y la gran cobertura será seguir invertido en bienes dolarizados. En un escenario de cierta tranquilidad, el dólar oficial se moverá a la par de la inflación; mientras que en un escenario más complejo la depreciación del tipo de cambio será más fuerte, casi duplicando a la inflación. En ambos casos, seguir en pesos supone un riesgo muy grande, porque en el corto plazo puede pasar que el dólar oficial no se mueva tanto, pero a la larga no quedará otra alternativa para recuperar la competitividad.

Menú de inversiones

Una cartera de inversión conservadora permitirá pasar muy bien la transición. Para ello, debe estar compuesta por: 30 % en dólar billete cash, 30 % en bonos en dólares (Bonar 2017, Bonar 2024), 20% bonos dólar linked, 20% en Bonac/Bonar (ajustan por Lebac/Badlar) con Futuros de Rofex.

* Bonos en dólares: Además de sus excelentes rendimientos, cualquier acuerdo con los acreedores internacionales impactará en su incremento.

* Bonos dólar linked: Se espera un fuerte ajuste del tipo de cambio oficial durante 2016. A pesar de ofrecer rendimientos negativos, son la mejor opción de cobertura ante una fuerte devaluación.

* Bonac/Bonar combinado con Futuros del dólar: Esta alternativa es similar a los bonos dólar linked, pero con mejores rendimientos.

* Liquidez: Las oportunidades están por venir. Quien se encuentre invertido en renta variable puede mantener la posición sabiendo que se viene un trimestre de altísima volatilidad. Quienes tengan cash deberían esperar que los precios caigan.

* Bonos en CER: El Gobierno deberá regularizar las estadísticas del Indec y el cálculo del índice de precios al consumidor. Se espera recorrido alcista.

* Bonos corporativos y acciones utilities: La próxima administración deberá cambiar la política de subsidios, por lo cual se espera un aumento de tarifas, lo cual convertirá a las acciones y bonos de esta categoría en una buena alternativa.