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¿Cómo mejorar la seguridad dentro de los bancos?

El caso del robo al Banco Provincia donde un grupo de delincuentes saqueó más de 140 cajas de seguridad mediante un boquete, volvió a poner en agenda el tema de la seguridad dentro de los bancos.

Es prematuro hablar de lo que falló en materia de seguridad en este caso en particular. Mientras las fuentes no sean las judiciales va a ser difícil tener una noción clara de qué elementos de seguridad tenía el banco, si hubo una falla en la tecnología que se utiliza, si la falla fue humana, si hubo un problema de coordinación, o qué sucedió.

Sin conocer las particularidades de este robo, el caso pone en evidencia que todavía hay mucho que hacer en materia de prevención dentro de las entidades bancarias.

Hoy en día todos los bancos se rigen por regulaciones específicas establecidas por el Banco Central de la República Argentina en relación al equipamiento técnico y personal de seguridad con el que debe contar dentro del banco. Esto es: cantidad de cámaras, guardado de imágenes etc. Mínimamente, toda entidad debe cumplir con estos requisitos.

Uno de los principales problemas es que hoy esta regulación no permite instalar cámaras de monitoreo dentro de las bóvedas. Cuando hoy, con la tecnología existente podrían instalarse cámaras que operan sólo cuando el banco está cerrado, por ejemplo. Claro, la misma normativa indica que la bóveda no puede tener agujeros y que la instalación de este tipo de artefactos vulneraría el espacio.

Paradójicamente estas bóvedas sí cuentan con instalación eléctrica, ya que todas se encuentran iluminadas.

Si el banco tuviera la posibilidad de controlar remotamente lo que sucede en las bóvedas una vez que ha sido activada la alarma, se evitarían este tipo de robos donde los asaltantes cuentan con mucho tiempo para trabajar.

Las normativas, entonces, deberán adaptarse a la realidad para promover mejores elementos de detección temprana y de chequeo para evitar el progreso de este tipo de asalto. Poder determinar por qué sonó la alarma de detección temprana – aquella que avisa que hay movimientos cerca de la primera barrera física- es fundamental para que las fuerzas de seguridad puedan actuar.

Tan importante como la tecnología aplicada a la seguridad es el factor humano. Si las alarmas detectan una intrusión y suenan, si las cámaras de seguridad me muestras que algo fue vulnerado, el paso siguiente es la inmediata respuesta que debe dar el factor humano.

Cuanto más se tarde en reaccionar, más tiempo se le dará a los delincuentes para que actúen.

Es importante que exista una coordinación entre los organismos que intervienen en la seguridad, el personal del banco que tiene acceso al edificio –la forma más rápida y efectiva para entrar al banco- y la tecnología para dar una mejor resolución a este tipo de situación.

Más allá de la seguridad dentro de las bóvedas, hay otras medidas que los bancos pueden tomar para mitigar el diferentes accionar de los delincuentes.

En cuanto a las cámaras de seguridad debemos decir algo que el común de la gente no lo sabe: las grabaciones que genera la cámara no sirven como prueba en un juicio. La legislación argentina no acepta estas imágenes como evidencia. Sin embargo, sirven como indicio. Por eso es importante contar con equipamiento de alta calidad para lograr la mayor resolución de imagen posible. Si se ve a una persona “parecida” al delincuente no será una prueba pero tiene mayor fuerza como indicio para buscar pruebas concretas.

Es necesario contar con equipos de buena calidad, y excelente definición. En tecnología, los sistemas de monitoreo están formados por una cadena que incluye: un sistema de grabación de imágenes, una cámara, una lente, un soporte, un motor que mueva esa cámara. Este sistema de seguridad será tan bueno como el peor de sus elementos. Es decir, la cadena será tan fuerte como su eslabón más débil. Por eso la importancia de usar todos equipos de buena calidad. Si tengo una cámara bárbara, una grabadora extraordinaria pero la lente de esa cámara es berreta todo lo demás será tan berreta como la lente.

Como mencionábamos, más allá de la tecnología que apliquemos, tiene que haber, además, coordinación entre las fuerzas públicas y las autoridades bancarias para una rápida reacción en cuanto se detecte una anormalidad. Porque si hay monitoreo público rápidamente se puede reaccionar y seguir los movimientos de los delincuentes. Por eso, aunque el BCRA no lo establezca, sería útil contar con cámaras de seguridad fuera del ámbito del banco.

Si bien hoy está prohibido el uso de celulares dentro de las entidades, lo real es que solo la buena voluntad es lo que nos impide hacerlo. Es sencillo mandar un mensaje de texto, e incluso tomar una foto dentro del banco. Es algo muy fácil que le permite a cualquier persona dentro del banco “marcar” y pasar esa información a otro que está afuera para que el delincuente pueda actuar inmediatamente.

Para solucionar el tema de salida de información de los bancos, se pueden incorporar inhibidores celulares. Equipos que directamente no permiten acceder a la red de las compañías de teléfonos celulares. Es una forma más de mitigar la delincuencia, aunque no sea la solución definitiva.

En las línea de cajas es importante que las mismas dispongan de una estructura que impida al resto de los clientes, al cajero de al lado e, incluso, al personal de seguridad del banco ver los movimientos de quien se encuentra frente al cajero.

Todos estos son pequeños medios que van complicando el accionar de los delincuentes. Hay que remarcar que por más equipado que esté el banco, debe haber atrás de la prevención un equipo humano que actúe en consecuencia y ayude a quien tiene una necesidad. Los medios técnicos asisten, son una herramienta indispensable, pero no definen una situación. Son necesarios para ir dejando cada vez menos espacios para que ocurran hechos de violencia.