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¿Cómo tomar decisiones?

Vigila tus decisiones, porque se convierten en tus resultados. Vigila tus resultados, porque se convertirán en tu calidad de vida.


La toma de decisiones suele estar conectada con la confianza interior que sentimos, pero esto último, si bien no nos asegura el éxito, nos pone en un lugar de responsabilidad según el resultado que se obtenga al elegir o decidir. Esta confianza también se recuesta sobre la confianza en el futuro o futuros que vendrán y de esta manera el diseño del mismo estará en nuestras manos.

Nuestra naturaleza no nos permite predecir cuándo nos vamos a equivocar y esto es fuente de sufrimiento y alguna vez de parálisis para elegir una respuesta y poder decidir.

Aunque pueda parecer contradictorio, la experiencia previa o la llamada experiencia vivida no es garantía de una mejor toma de decisiones no esperadas o estratégicas, en cambio son bienvenidas en las programadas o tácticas, ya que las mismas son respuestas que han sido probadas, dejaremos un poco de lado el hecho de que podrían ser mejoradas desafiándolas, pero recostándonos en el concepto de funcionalidad, son beneficiosas, ya que nos aportan la tranquilidad de que van a funcionar, en cambio en las decisiones no programadas suelen incrementar un riesgo, y agregarnos angustia si es que no funcionó en el pasado, o una falsa seguridad si fue exitoso el resultado que obtuvimos.

 LA TOMA DE DECISIONES EN EL LIDERAZGO

Tomar decisiones para obtener mejoras o para resolver problemas.

El liderazgo de las personas suele proponer o tomar decisiones en el sentido de provocar mejoras en los resultados que permiten ser más efectivos con las distintas actividades.

Existe un concepto de pérdida de oportunidad que impulsa a ciertos liderazgos a tomar decisiones para aumentar positivamente los resultados, más allá de que estos estén siendo aceptablemente buenos, y a partir de este pensamiento propulsar decisiones en pos de incrementar la eficacia y la ganancia en las actividades que coordinen.

Es común y más sencillo que las emociones que aparezcan en el contexto donde se generan estas decisiones sean emociones llamadas positivas dado que en el diseño de futuro la visión de este empoderará y motivará de forma positiva las decisiones.

Las decisiones que se toman para resolver problemas, son decisiones que pueden surgir de distintas emocionalidades, como el miedo, el rencor, la angustia, etc., pero si estamos siendo lideres la toma de decisiones las haremos desde una o varias emociones que nos abran posibilidades por ejemplo el optimismo, la confianza, para hacer que las cosas pasen y de esta manera apostar a obtener los mejores resultados. Si bien no existe la posibilidad de ser efectivos en un ciento por ciento en la toma de decisiones podemos ser más efectivos cuando decidimos bajo emociones positivas como la confianza, la alegría, la aceptación, etc.,

que nos predisponen para mejores resultados, la clave es distinguir nuestras propias emocionalidades para resolver cuando tomar decisiones, ya que contextos como el miedo o la angustia no nos aportan una buena plataforma para generar soluciones.

Un líder por lo general contempla el hecho que las decisiones que toma hoy repercuten en el futuro, y por lo tanto  concreta sus decisiones para que el futuro problemático  no lo alcance hoy.

CÓMO AYUDA EL COACHING EN LA TOMA DE DECISIONES

En uno de los aspectos humanos en donde más está haciendo su aporte el Coaching es en la toma de decisiones, ya sea desde la indagación o la facilitación de los procesos para la definición de decisiones, en donde, basados en procesos de buenas prácticas de coaching podremos encontrar la mayor demanda del mismo.

A través de la indagación en el coachee, el coaching otorga la posibilidad de achicar la brecha entre la realidad actual de las personas y su realidad ideal o deseada y ve también al coachee como posibilidad de ser quien desea ser, por lo tanto desde ese compromiso indaga sobre los distintos ámbitos, creencias, limites buscando que el coachee pueda alcanzar su visión, poniéndolo en determinados casos en esa visión, y desde allí aparecen todo tipo de respuestas que van desde las más sencillas a las más profundas, no interfiriendo con su futuro ni aconsejando cual es el rumbo, simplemente utilizando la disciplina del coaching que básicamente indaga, pero también desafía, contrasta, muestra contradicciones , pero fundamentalmente no compra los juicios limitantes ni se compadece del relato, sino que sencillamente, con total y serena compasión por el estar siendo, del que tiene que tomar una decisión, facilita el proceso para que lo logre alineado a su compromiso.

Mediante técnicas lingüísticas, corporales y emocionales, el coaching apoya todos los procesos de tomas de decisiones, que en algunos casos suelen ser traumáticos, angustiantes y son fuente inagotable de sufrimiento para las personas que se encuentran atrapadas, y es allí donde la demanda de coaching aumenta dado la mayor rapidez y eficacia demostrada ante otras alternativas, que no son reemplazadas por el coaching sino que el mismo viene a sumar a otras posibilidades como la terapia psicoanalítica, el causeling, etc.