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Corazón de la mujer y hormonas. ¿Amigas o enemigas?

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo tanto en hombres como en mujeres. Esta incluye la enfermedad coronaria (infarto y angina de pecho), el accidente cerebrovascular (ACV) y la insuficiencia cardíaca.

Ocuparse para no preocuparse
En Argentina, al igual que en el resto del mundo, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte, tanto en mujeres como en varones. La creencia general es que las mujeres no sufren del corazón. Esto es así. El conocimiento de este riesgo no es para asustarse pero si para estar alertas: ¡hay que cuidarse!

A partir de los 65 años, la mortalidad por enfermedad cardiovascular presenta un aumento en las mujeres y supera la de los hombres, que se da más a partir de los 75 años. Mientras está en la edad fértil, es decir, en tanto presenta sus ciclos menstruales, la mujer está más “protegida” de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular. Esto se debe a que las hormonas sexuales femeninas son potentes protectoras de los factores de riesgo coronario, son realmente buenas amigas. Por este motivo, es rara la presencia de algún problema de este tipo antes de la menopausia.

Esta situación fue razón suficiente para plantear la hipótesis de que la terapia de reemplazo hormonal (administración de hormonas femeninas) en mujeres menopáusicas podría prevenir la enfermedad cardiovascular por tener un efecto protector.

Está bien establecido que el uso de la terapia de reemplazo hormonal para el control de los síntomas propios de la menopausia puede ser beneficiosa en algunos aspectos, por ejemplo para la prevención de la osteoporosis. Sin embargo, paralelamente, como sucede con todo tipo de medicamentos, se ha señalado que también puede tener sus riesgos.

Desde este punto de vista, la utilización de estas hormonas para la prevención de la enfermedad coronaria y cerebrovascular llevo a que se produjeran cuestionamientos acerca de sus ventajas y desventajas. Es por ello que a partir de la década del ´90 se llevaron a cabo varios estudios en los cuales se comparó la evolución de las mujeres menopáusicas que recibían el tratamiento con hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) contras aquellas que no lo recibían.

Y ¡oh sorpresa! ¡Son enemigas! Estos estudios no mostraron beneficios con el tratamiento hormonal porque no solo no reducen los eventos cardiacos sino que en mujeres con más de diez años de menopausia muestran un leve aumento de estos.

Por lo tanto, con los resultados conocidos hasta el momento vale la pena aclarar que la terapia hormonal combinada con estrógenos y progestágenos no debe indicarse para la prevención de la enfermedad cardiovascular en las mujeres menopáusicas.

Cuidarse para prevenir
Como siempre destaca la Fundación Cardiológica Argentina, lo importante es llevar un modo de vida saludable antes y después de la menopausia, o sea, en todas las edades. Por supuesto que para reducir el riesgo cardiovascular se deben valorar cuidadosamente los factores de riesgo coronario, que pueden incrementarse después de la menopausia, pero lo más importante es estimular a la mujer a realizar una dieta saludable, ejercicio físico y abandonar el tabaco.

Si desea recibir más información o ampliar la temática por favor contactarse con Leila Grynwald: leilag@eikasia.com.ar 154 992 2480 o Ana Laura Calciano analaurac@eikasia.com.ar 15 4949 1846.-