Inicio Empresas y Negocios Crece la influencia de los asuntos personales y laborales en la efectividad...

Crece la influencia de los asuntos personales y laborales en la efectividad del trabajo

Existen empresas a las cuales todavía les cuesta considerar al ser humano como una interacción constante de sus diversos ciclos. Es decir, considerar que la forma en que desarrollan sus actividades dependerá, en un porcentaje, de sus factores personales y de las interacciones ent re los asuntos familiares, amorosos, laborales, de desarrollo y carrera.

¿En donde sucede?
En especial, esto sucede en las Pyme. Es que en este tipo de compañías, las últimas tendencias en Recursos Humanos, según las que todo resulta ser cada vez más flexible, parecieran estar bastante lejos.

Y esto sucede debido a que una de sus características principales es la dificultad para comprender que los asuntos personales de los trabajadores influyen de manera sustancial en su desarrollo laboral.

Si bien a simple vista entienden que las personas tienen problemas, la producción y las ventas están por encima de cualquier otro asunto individual, y este último pensamiento es el que finalmente prevalece.

¿Cuál es el resultado?
Empleados firmes en sus puestos pero con su mente en otro lado, lo cual en algún punto modifica su calidad de trabajo y muchas veces puede ocasionar actos inseguros y accidentes.

De todos modos, no importa, si en definitiva el empleado está cumpliendo su horario laboral completo. ¿Acaso no es lo que importa? Claro que no. Lo importante es que el empleado trabaje y sea eficiente, por lo cual la empresa deberá facilitar todos los recursos que estén a su alcance.

¿Qué es entonces lo que hay hacer?

1. En primer lugar, ser conciente de que la vida familiar y los asuntos más personales sí influyen sobre la forma en la que se efectúa el trabajo. Esto implica que un divorcio va a afectar conciente o inconcientemente la calidad de trabajo de un empleado, porque lógicamente esa persona tiene una preocupación mayor y es imposible dejarla en la puerta de la compañía. Lo mismo sucederá si el acontecimiento es un casamiento o un nacimiento, en lugar de un divorcio. Esto quiere decir que no solo influyen los problemas, sino también las alegrías.

2. En segundo lugar, la clave está en la habilidad de los mandos medios para identificar los momentos especiales de sus empleados. Conocer el estado emocional de las personas les permitirá saber que nivel de exigencia deberán tener para con ellos durante esos días especiales. El nivel de exigencia deberá ser acorde a su poder de concentración en las tareas, para poder evitar errores, desgaste y accidentes. Esto no significa que los gerentes deben ponerse en el papel de psicólogos, sino que es conveniente conocer a su personal y medir las exigencias.

3. En tercer lugar, los mandos medios deberán propiciar un clima de comunicación adecuado para que los empleados se sientan libres a revelar la información; y consecuentemente ofrecerles la ayuda que esté a su alcance. Esta ayuda puede aliviar algunas presiones mediante un llamado telefónico personal, la flexibilidad con el horario y hasta unos minutos de charla de distensión con el empleado.

4. Por último, lo esencial es comprender que esto afecta a la compañía. No se trata simplemente de ser bondadosos con el personal, sino de tomar conciencia de la influencia que tienen los aspectos personales en los procedimientos, las decisiones y la calidad de las tareas.