La empresa de telefonía celular CTI, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, dejará de llamarse de esa manera en la Argentina y pasará a ser “Claro”, denominación que utiliza en la mayoría de los países donde actualmente opera América Móvil.
Uno de los argumentos que la operadora maneja como explicación a la fusión es el abaratamiento en los costos de la compra de equipos, como algunas acciones de marketing. Al utilizar el mismo nombre, no sería necesario reinvertir en las mismas operaciones en distintos países.
De todas maneras, desde la filial local de la compañía aseguraron que “la empresa se terminará alineando (con el resto de las filiales), pero lo único que podemos decir por ahora es que el cambio de nombre se está analizando”.
La posibilidad comenzó a mencionarse a comienzos del año pasado, pero lo que habría empujado la resistida medida –CTI tiene un alto grado de recordación– es la próxima cotización del grupo en distintas bolsas de la región, lo cual exigiría mayor unificación y ordenamiento.
América Móvil es propiedad de la también azteca Telmex, que a fines del año pasado se escindió y creó una unidad internacional. La movida es una táctica que tiende a dividir y eficientizar la gestión, que hasta ese momento englobaba la poderosa operación mexicana –donde la firma nació como un monopolio– y a las filiales más recientes.
