Inicio Empresas y Negocios ¿Cuál es el perfil ideal de un chief strategy officer?

¿Cuál es el perfil ideal de un chief strategy officer?

Usted ha decidido que su empresa necesita incorporar un CSO para mejorar la ejecución de la estrategia. Ahora, llega el momento de decidir a qué candidato contratar.

Lo primero, desde luego, consiste en definir el perfil.

Un estudio de Accenture nos ofrece algunas sobre las características del puesto y las habilidades necesarias para ocuparlo:

1) Química con el CEO

En sus actividades cotidianas, el CSO necesita la más amplia libertad para intervenir en distintas áreas de la organización. Por lo tanto, sólo podrá hacer su trabajo si goza de la entera confianza del número uno.

Según una encuesta de Accenture, muchos responsables de ejecución estratégica habían trabajado con el CEO durante unos cinco años antes de llegar al puesto. La familiaridad es un buena forma (aunque no la única) de construir esta confianza.

2) Capacidad todo terreno

Las responsabilidades de CSO cubren diversas áreas de la organización. En un mismo día, puede reunirse con el director de finanzas, el gerente de recursos humanos, ejecutivos de planeamiento de largo plazo y hasta con un grupo de empleados de línea. Por lo tanto, el puesto requiere experiencia previa en distintas áreas.

Incluso, es particularmente valorado el conocimiento de las operaciones de los mandos medios y empleados de línea, responsables del “día a día” de la empresa.

En este sentido, las habilidades interpersonales son clave. El CSO interactúa diariamente con personas de diversas características y necesita buenas dotes de comunicación para sumar apoyo a la ejecución de la estrategia.

3) Habilidad táctica

Implementar una estrategia exige tanto la capacidad analítica de comprenderla como la habilidad táctica para resolver los imprevistos que vayan surgiendo en la ejecución.

4) Visión de mediano plazo

El top management cuenta (o debería contar) con la visión de largo plazo sobre el futuro de la organización. Los mandos medios, por su parte, poseen el know-how para que las cosas funcionen en el corto plazo.

Pero claro, en el medio queda un período de uno a cuatro años ambiguamente definido como el “mediano plazo”. Y, precisamente, este es el tiempo crucial en que se juega el éxito de la ejecución.

El CSO llega para llenar este hueco. Su responsabilidad consiste, precisamente, en vincular la estrategia de largo plazo con los procesos del “día a día”.

En definitiva, un buen CSO es una combinación de distintas dosis de habilidades no demasiado frecuentes en las organizaciones. Por lo tanto, los procesos de búsqueda suelen ser particularmente largos y tediosos.

Sin embargo, el premio es elevado. Encontrar un buen CSO aumenta notablemente las oportunidades de construir una organización que realmente logre implementar las estrategias que formula.