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Cuando la prevención está en juego

Este año, los chicos que aprenden a esquiar en La Hoya también son instruidos en la seguridaden caso de avalancha y en la búsqueda de personas atrapadas bajo la nieve, mediante un original juego asistido condispositivos electrónicos

Hasta donde llega la vista, el paisaje es todo blanco. Algunos árboles ponen un toque de color en la nieve, mientras las aerosillas suben y bajan lentamente con su carga de esquiadores por el flanco de la montaña.

Todo es idílico. Sin embargo, la nieve también encierra sus riesgos, en particular para los deportistas avezados que se adentran en las zonas fuera de pista. Una avalancha es siempre un fenómeno imprevisible y peligroso, frente al cual saber cómo actuar y hacerlo con rapidez puede salvar vidas. Por eso, a partir de este año el cerro La Hoya, en Chubut, comenzó a incluir en las clases de esquí, para chicos de 11 y 12 años, un juego de búsqueda del tesoro en la nieve, que les permite aprender a manejar los sofisticados instrumentos emisores-receptores que se usan para buscar personas perdidas en medio de una inmensidad blanca.

Arva, sonda y pala
El encargado de la instrucción es Cédric Larcher, oriundo del sur de Francia, pero radicado en Bariloche. Con una sonrisa, Cédric explica: “Escuché muchas veces decir que en la Argentina no hay avalanchas. Pero las hay, como en cualquier lugar donde hay nieve: por eso, ahora que cada vez se hacen más actividades fuera de pista, por ejemplo, con raquetas o snowboard, es importante aumentar la prevención y saber cómo actuar si alguien queda bajo la nieve. Hay que pensar que después de 15 minutos hay pocas probabilidades de encontrar a la persona con vida: ése es el plazo para buscarla y rescatarla”.

La tecnología presta en este caso una ayuda valiosa: gracias a un equipo de tres elementos, que todo esquiador debería llevar consigo, la búsqueda y rescate se facilitan enormemente. Los tres elementos son un aparatito emisor y receptor de señales de radiofrecuencia llamado arva, una sonda, como un largo bastón extensible hasta 2,40 metros, y una pala.

La señal del arva de la persona perdida puede ser captada por los aparatos de los demás esquiadores, en cuyas pantallas aparecen las indicaciones de distancia y dirección para la búsqueda. “Esta actividad -agrega Cédric- se hace con los chicos de la escuela de esquí al término de los seis días de clase. Se organiza una búsqueda del tesoro, y a través del juego los chicos buscan el tesoro oculto en la nieve para aprender la importancia de estar equipados y de la prevención. De este modo, cuando a los 17 años salgan a hacer esquí fuera de pista, que es uno de los puntos fuertes, por ejemplo, aquí en La Hoya, estarán preparados para hacerlo con seguridad.”

Los tiempos para encontrar el tesoro, por supuesto, varían en función de muchos factores: distancia y profundidad, por ejemplo, pero también el tipo de nieve que lo cubre y la rapidez para sacarla con la pala. Exactamente como en el caso de una situación real: “Como máximo, en siete minutos los chicos llegan a su objetivo”, subraya el instructor, y explica que este tipo de práctica se hace también cada año con los adultos en el curso de primeros auxilios que se brinda en La Hoya.

Este año, con la temporada recién abierta, será toda una novedad entre los chicos que adquieren y perfeccionan su técnica sobre la nieve, aprendiendo al mismo tiempo a cuidarse a sí mismos y sus compañeros.

Qué pasa con los vuelos y las pistas
Por ahora están abiertas en la Hoya cuatro de sus pistas, la Principal, 2, Sol y Luna. Como en gran parte de la zona cordillerana, se esperan mejores nevadas. En cuanto a los problemas con los vuelos, tras la erupción del volcán chileno Chaitén (no aterrizan aquí hace más de dos meses), esperan que la situación empiece a normalizarse en los próximos días, aunque el viernes último nuevamente fue suspedido el vuelo de Andes desde Buenos Aires. Aunque como la mayoría del turismo inviernal en la ciudad, según la Cámara de Prestadores Turísticos local, llega por tierra, auguran buenas cifras para una temporada que recién empieza.