Inicio Empresas y Negocios Cuando su carrera se parece a un sandwich que sobró de ayer

Cuando su carrera se parece a un sandwich que sobró de ayer

A medida que su carrera laboral iba creciendo y ampliándose, parecía como si nada pudiera salir mal. Usted era muy solicitado. Todos lo requerían. El CV y la carta de presentación que cada tanto usted mismo actualizaba por rutina hacían que el teléfono sonara incesantemente.

Varias veces entró a una entrevista y de inmediato se dio cuenta de que lo iban a contratar… ¡y así fue! Incluso, alguna vez hasta lo contrataron sin conocerlo personalmente, sólo por referencia. Pero, un buen día, casi como pasó en los noventa con el boom de las puntocom, su burbuja se pinchó.

Ahora, usted se siente como aquel sandwich que sobró de ayer y que se olvidó de tapar para que no se seque. El jamón, que vendría a ser su carrera laboral, ya no tiene más el tono rosado que invitaba a comerlo. La lechuga, o sea sus conocimientos y habilidades, ya no está tan fresca como solía. Los condimentos, que serían su compromiso y su entusiasmo, ya casi no tienen sabor.

Parecería como si el mundo laboral hubiera avanzado sin usted. A nadie le gusta que no se lo necesite. Nadie quiere ser ese sándwich medio seco que está esperando que alguien lo tire a la basura.

Desde luego, usted no es un sandwich. Pero lo que pasó es que su envase o presentación no está llamando la atención adecuada y su ubicación al fondo de la heladera le está impidiendo competir con el salmón ahumado y el matambre casero.

Lo que probablemente le sorprenda es saber que la posición de sándwich de ayer es lo más conveniente que le podría estar pasando. Si usted es una de esas personas que se han apoltronado y buscan excusas para evitar los pasos adelante en su carrera, no hay nada mejor que el temor al desempleo como motivador para hacer algo al respecto.

De repente, todas las cosas que venía postergando se vuelven perentorias. Tal vez había pensado en tomar algún curso de perfeccionamiento en una academia cerca de su casa. A lo mejor tenía idea de anotarse en unas jornadas de CRM de última generación, pero su empresa optó por un sistema más antiguo (y usted obedeció).

Es así que en estos momentos, usted quedó fuera de onda y lamenta haber tomado (o no haber tomado) determinadas decisiones. Quizá, hasta está un poco enojado con usted mismo por postergar y descuidar ciertos pasos decisivos que fue dejando de lado.

Pues bien, he aquí su oportunidad. Su chance de sacudir esa carrera estancada y recuperar el tiempo perdido.

Los pasos siguientes son de importancia fundamental a la hora de asegurar su éxito general:

Primero, respire hondo. Usted no está “averiado”; sólo enfrenta la posibilidad de emprender un nuevo itinerario sin descubrir. Mantenga una mentalidad abierta y no se ponga nervioso… todavía.

Segundo, ya sea que se encuentre sin empleo o esté a punto de perderlo, empiece a economizar. Evite a toda costa hacer uso de sus ahorros.

Tercero, busque una academia o escuela técnica no demasiado cara, y empiece a refrescar sus conocimientos. Asistir a clase es también una manera fantástica de ampliar su red de contactos. ¿Quién sabe? Tal vez en uno de esos cursos pueda llegar a conocer a su futuro empleador.

Cuarto, sacúdase. No vuelva a dejar que su carrera se estanque. Le está haciendo un flaco servicio a su empleador y, lo que es más importante, también está cercenando sus propias perspectivas profesionales a largo plazo. Considere el desarrollo personal como una de esas cosas que debe hacer sí o sí cada año. No hay excusa alguna… sólo beneficios.

El sándwich de ayer se fue secando porque usted se olvidó de acondicionarlo, esperando que alguien más viniera y se interesara o hiciera algo al respecto. Los buscadores de empleo ya no pueden darse más ese lujo. Usted tiene que mejorar su presentación en forma constante, y pelear para estar siempre en primera fila… ¡y no al fondo de la heladera!