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Día Mundial del Asma: ASMA, una enfermedad que aún está poco diagnosticada

En el día Mundial del Asma, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) presenta información novedosa sobre el estado actual del Asma en el mundo.

Un reporte internacional de the Global Initiative for Asthma (GINA) estima que hay unas 300 millones de personas con asma en todo el planeta y su prevalencia sigue en aumento. Se calcula que para el 2025 el número de afectados llegará a 400 millones.

El Asma es una enfermedad que tiene un comportamiento impredecible ya que sus síntomas pueden ser leves o incluso inexistentes, pero en cualquier momento pueden presentarse y ser graves. En el asma la inflamación subyacente de las vías aéreas siempre existe, lo importante es un diagnóstico adecuado para iniciar un tratamiento efectivo que permita lograr el control total del asma y así mejorar la calidad de vida de los pacientes.

El Dr. Andrés Echazarreta, Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria sostiene que, “El asma es aún una enfermedad diagnosticada inadecuadamente. Muchos pacientes reciben diagnósticos erróneos como ‘bronquitis alérgica’ o ‘broncoespasmo.El diagnóstico erróneo conduce, indefectiblemente, a un tratamiento insuficiente o inadecuado”.

En la actualidad existen numerosos tratamientos y opciones efectivas. Los datos actuales demuestran que la mayoría de los pacientes asmáticos no tienen control sobre su afección y asumen con normalidad vivir con síntomas constantes de la enfermedad. Desconocen que con una evaluación periódica y el tratamiento adecuado, es posible lograr un buen control del asma de forma sostenida, lo que significa que podrán disfrutar de una vida normal.

El Dr. Andrés Echazarreta indica que, “Para lograr un adecuado diagnóstico de asma, es importante evaluar la función pulmonar, así como estimar de que manera la enfermedad impacta en la vida cotidiana del paciente y determinar la frecuencia y la intensidad de los síntomas. Para medir la función pulmonar disponemos de un estudio muy simple llamado espirometría, que requiere de soplar por una boquilla lo que nos permitirá valorar el grado de obstrucción y la respuesta a la medicación. La espirometría es tan importante en el diagnóstico y tratamiento del asma como lo es el tomarle la presión a un paciente con hipertensión. El estudio AIRLA (Asma en Latinoamérica) demostró que en Argentina, el 32% de los asmáticos nunca había realizado dicho examen”.

Identificación de niveles de control de Asma

Existen dos tipos de medicación disponibles para el tratamiento del asma:

• De rescate: Que se usan sólo para aliviar rápidamente los síntomas: Entre estos cabe citar a los broncodilatadores de acción rápida, que suelen presentarse en aerosol o solución para nebulizar y a los corticoides orales o inyectables.
• De control: Son medicamentos que se usan de manera continua y permanente a fin de prevenir la presentación de síntomas, evitar que se usen los medicamentos de rescate y reducir los riesgos asociados con la enfermedad: de internarse, de concurrir a guardia, de presentar efectos adversos por los medicamentos y de morirse

El uso de medicación de rescate es un indicador del nivel de control del asma. Si el asma se encuentra bien controlada el riesgo se reduce de manera sustancial. Las guías internacionales establecen que el uso de medicación de rescate más de dos veces por semana es resultado de un mal control del asma

Para el Dr. Pablo Saez Scherbovsky, Coordinador de la Sección de Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria “El objetivo del tratamiento debe ser el control total o, en su defecto, el mejor control posible. Para ello es imprescindible alcanzar la supresión de los síntomas y obtener la mejor función respiratoria posible. Esto también implica lograr reducir el riesgo de exacerbaciones, internaciones, efectos secundarios y mortalidad. El punto de partida debe ser optimista e involucrar al paciente en las metas a alcanzar”. También recomienda el uso del Asthma Control TestTM[1] como test de rutina para conocer el nivel de control de asma que tiene un paciente

La enfermedad no controlada provoca una reducción en la calidad de vida de los pacientes debido a que sus síntomas afectan la calidad del sueño, limitan las actividades normales, condicionan las actividades deportivas, perturban la vida laboral o escolar y la vida cotidiana, causan afecciones psicológicas tanto en el paciente, como en su familia, e incluso pueden conducir a frecuentes hospitalizaciones e, incluso, a la muerte.

El asma en números:

A pesar de los avances en el control del asma, esta enfermedad aún tiene un peso importante para los pacientes y los sistemas de salud:

·• Aproximadamente la mitad de los pacientes asmáticos sufren despertares nocturnos una vez por semana debido a los síntomas de su enfermedad
·• El 70% experimenta dificultades para respirar de 3 a 6 veces durante la semana
·• Más de 12,000 asmáticos consultan en hospitales públicos diariamente en Europa