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Diferencias de género

Las diferencias morfológicas y funcionales que existen entre hombres y mujeres se inician con el establecimiento del género cromosómico, durante la fertilización, seguido por la diferenciación gonadal y, finalmente, la manifestación durante la pubertad del fenotipo masculino o femenino definitivo. Este es un proceso complejo que resulta de la interacción entre el genoma y el ambiente y se lleva a cabo durante el desarrollo de cada individuo y culmina con la expresión de un fenotipo, conducta incluida.

En el Sistema Nervioso Central (SNC) las secreciones hormonales propias de cada sexo en etapas tempranas del desarrollo embrionario son en gran parte la causa de las diferencias que lo afectan en los niveles de ultraestructura celular o sináptica, en la organización sináptica o dendrítica y en el volumen de grupos definidos de células. A su vez, la influencia del medio ambiente determina aspectos psicológicos y de comportamiento diferenciales.

Cognoscitivamente los hombres realizan mejor algunas tareas de tipo espacial como pruebas que requieren imaginar la rotación de un objeto o manipularlo de otra manera. También superan a las mujeres en pruebas de razonamiento matemático y en realizar recorridos siguiendo una ruta determinada. Por su parte, las mujeres tienen mayor velocidad perceptual y mayor fluidez verbal, se desempeñan mejor en tareas de cálculo matemáticos, recuerdan mejor los detalles de una ruta determinada y son más veloces en la realización de algunos trabajos manuales de precisión.

Las mujeres vemos más gamas de colores y con mayor rotación de los ojos, pero no podemos rotar espacialmente un dibujo.

Las mujeres olemos más, oímos más sonidos agudos y los hombres escuchan sólo los graves. Las mujeres tenemos más receptores en piel a las caricias que los hombres .

Somos distintos en todas las actividades sexuales y procreativas: en el cortejo, en el deseo, en el coito. Somos distintos en el humor, en el hambre, en la interpretación de los hechos.

Las diferencias antes mencionadas se complejizan por las influencias hormonales postpuberales. El hombre nace, vive y muere con un tenor hormonal estable. La mujer, en cambio, está sometida a cambios hormonales vitales durante toda su vida reproductiva. Y a depleciones hormonales importantes en su vida no reproductiva, que llega a ser las dos terceras partes de su vida.

Las exigencias crecientes adquiridas con la evolución sociocultural, han llevado a pocas modificaciones del rol masculino y a un sinfín de cambios en el rol femenino. La mujer debe desarrollar conductas y acciones atribuidas al hemisferio izquierdo (raciocinio, competitividad, discriminación analítica, espacialidad, etc.), antes considerado occidental o masculino, además de continuar desarrollando las del hemisferio derecho (creación, estética, protección, maternaje, etc.) antes considerado oriental o femenino. La pérdida de viejos roles y la adquisición cada vez más imperativa de otros nuevos necesita de la especial estabilidad emocional.

En resumen, vivimos y vivenciamos de modo diferente.

Los hombres aprenden mejor intelectivamente y las mujeres aprehenden mejor intuitivamente.

Los hombres experimentan y las mujeres experiencian.

Los hombres deciden y las mujeres perciben.

Los hombres afirman objetivos y las mujeres defienden metas subjetivas

Los hombres diseñan mejores estrategias de éxito y las mujeres diseñan mejor estrategias de organización.

Pero lo excelso sería que cada sexo debe aprender parte de las cualidades del otro. En los roles sociales cada sexo debe esforzarse por desarrollar las funciones de ambos hemisferios aunque nazca con uno de ellos más desarrollado.

Para ser socialmente competente los hombres deben desarrollar la imaginación, la creación y la intuición. Y la mujer debe autoeducarse para ser más racional y más reflexiva.

La diferenciación sexual es biológica pero la definición de género es cultural.

Ya no discutamos. Hombres y mujeres somos diferentes pero complementarios . Solo se necesita unión y comunión.

En la reunión de los sexos el todo es siempre más que dos.