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Distonias vs Tics

Hombres y mujeres, de cualquier edad, pueden sufrir distonías. La distonía es un cuadro neurológico que afecta a los músculos, se define como un síndrome de contracción muscular sostenida. Las distonías abarcan a aquellas enfermedades neurológicas caracterizadas por la contracción involuntaria y sostenida de uno o varios grupos musculares. “A menudo, origina posturas anormales y/o movimientos de torsión de una o más partes del cuerpo, que alteran la vida de la persona y, si el cuadro es severo pueden ocasionar discapacidad”, comenta el Dr. Guillermo Zeppa, neurólogo del Hospital Privado de Córdoba.

Las regiones del cuerpo más afectadas, como consecuencias de las distonías, son la cabeza, la cara, el tronco, los brazos y/o las piernas. Las contracciones musculares pueden ser leves o más severas, dificultando o impidiendo realizar movimientos voluntarios como caminar, hablar o comer, causando a veces episodios de mucho dolor.

La distonías pueden ser en ocasiones confundidas o subestimadas, es probable que una parte de la población padezca distonía sin saberlo y por ende sin recibir el tratamiento adecuado. En muchos casos, un blefaroespasmo (contracción sostenida de los músculos de los párpados) se confunde con un problema oftalmológico, cuando en realidad es neurológico.
“La experiencia diaria en el consultorio médico muestra fuertes indicios de que la población de pacientes con distonía es mucho mayor de lo que se sospecha, que en ocasiones no se diagnostica como tal y que esto lleva a demoras en recibir un tratamiento adecuado”, explica el Dr. Raúl Piedrabuena, neurólogo de la Fundación Lennox.

El diagnóstico de la distonía es clínico, ya que estas posturas y movimientos involuntarios son detectados al examinar al paciente. Por otra parte, el médico indagara minuciosamente el árbol familiar, buscando antecedentes de distonía en sus distintas modalidades: focal, segmentaria, generalizada. Hasta el más pequeño caso de tortícolis (un tipo de Distonía Cervical) será tenido en cuenta. Esta información será crucial para decidir realizar una prueba genética, un procedimiento que es posible en algunos casos. Una vez identificado el tipo de distonía, el neurólogo en base a su experiencia podrá indicar la mejor terapia según cada caso.

Tratamiento con BOTOX®, un producto biológico y único
BOTOX® es un producto biológico, es decir, elaborado con principios activos de origen biológico. El proceso de elaboración de estos productos es clave, ya que puede ser producida por un solo fabricante para mantener el perfil único de calidad, seguridad y eficacia. Los productos biológicos no tienen copias, cada producto es un original con características propias no intercambiables con otras preparaciones. Solo un estudio de comparabilidad puede medir el impacto clínico del cambio de un producto por otro, con el objetivo de preservar y cuidar la salud de los pacientes.

La aplicación de BOTOX® ha demostrado ser la primera opción de tratamiento seguro y efectivo en distonías focales, “debe ser aplicado por profesionales entrenados en su uso y debe ser repetido aproximadamente tres o cuatro veces al año”, enfatiza el Dr. Zeppa.

“Su eficacia reside en que actúa inhibiendo la liberación del neurotransmisor acetilcolina en las terminaciones nerviosas -que normalmente estimulan la contracción de los músculos- produciendo la disminución de la fuerza del músculo inyectado. Generalmente, los beneficios del tratamiento comienzan a tener efecto dentro de los cinco a diez días después de la aplicación y se prolongan durante tres a seis meses, al cabo de los cuales el paciente debe ser reinfiltrado. Las inyecciones se aplican directamente sobre los músculos afectados y la dosis y cantidad de puntos de aplicación varían según el volumen y la fuerza de contracción del/los músculo/s comprometido/s”, explica el Dr. Zeppa.

Los resultados demuestran que BOTOX® mejora la calidad de vida del paciente porque disminuye la frecuencia e intensidad de las contracciones musculares anormales y del dolor, y mejora la incapacidad funcional. “Los porcentajes de éxito de la aplicación de BOTOX® varían de acuerdo al tipo de distonía: en blefaroespasmo el éxito es del 95%, en distonía laringea es del 90%, en distonía oromandibular es del 90%, y en distonía cervical del 60%”, sostiene el Dr. Piedrabuena.

En los cuadros de distonías generalizadas, si bien no es el tratamiento de base, BOTOX® resulta sumamente útil para aliviar los síntomas locales de los grupos musculares más comprometidos, ayudando a reducir posturas y en muchos casos aliviando el dolor, proporcionando a la persona una mejor calidad de vida.

“El tratamiento médico es la clave en la mejora de este tipo de pacientes, pero es importante no dejar de lado una actitud positiva frente a ellos. La distonía es una condición que en general no presenta riesgos de vida, pero dependiendo de su severidad afecta la calidad de vida del paciente interfiriendo en su vida laboral, social y familiar”, afirma el Dr. Piedrabuena.

Argelina Quiroga, padece de un blefaroespasmo, una contracción involuntaria de los músculos de los párpados, es paciente del Dr. Guillermos Zeppa y cuenta que “mis ojos se cierran, me cuesta abrirlos y mis párpados se caen. Muchas veces me cuesta mantener los ojos abiertos y siento mucho dolor. Al aplicarme BOTOX® cada 3 meses noto que mis párpados ya no se caen y el dolor se va. Puedo sentirme mucho mejor todos los días”.