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Doctor me falla la memoria… Ejercite su cerebro

Si bien no es inusual que los pacientes mayores de 65 años hagan una consulta neurológica por falta de memoria, en los últimos años ha sido creciente la preocupación de los adultos jóvenes por este tema.

La memoria es el proceso a través del cual las experiencias y habilidades motoras y verbales son conservadas. La concentración en cambio, es la capacidad de realizar tareas a través de la voluntad.

Los motivos por los que la “memoria falla” en el caso de los adultos es totalmente diferente a lo que ocurre durante la tercera etapa de la vida.

Para saber porque esto sucede se puede indagar en problemas médicos generales como la anemia, luego continuar con una búsqueda más profunda hacia los trastornos de la función tiroidea, déficit de vitamina B12, ácido fólico o la elevación de homocisteína. También podrían despejarse dudas en relación a ciertos trastornos médicos tales como el consumo del alcohol y drogas, epilepsia, trastornos del sueño, déficits atencionales y fibromialgia reumática.

Pero lo más probable es que la mayoría de los pacientes sólo tenga que considerar cambios en su estilo de vida diario. La dieta es uno de los puntos clave. Algunos tips:

  • evitar el consumo de azúcares y aditivos, grasas saturadas y proteínas animales
  • las hipoglucemias (descenso de azúcar en la sangre), respetando cinco comidas diarias y/o largos períodos del día sin ingerir alimentos.
  • dormir alrededor de 8 horas diarias
  • practicar actividad aeróbica
  • evitar comida “chatarra”, alcohol y tabaco

También el entrenamiento del cerebro es un factor importante. Lo que no utilizamos habitualmente pierde su rapidez y efectividad. Por eso se aconseja la activación día por día del cerebro tal como lo hacemos con el resto del cuerpo cuando realizamos alguna actividad física.

Aquí van algunas recomendaciones:

  • ejercitar habilidades perceptivas: vista, gusto, oido, olfato y memoria de los eventos del día, como el menú del restaurant al que fuimos, con que personas hablamos, etc.
  • ejercitar habilidades visuoespaciales: tratar de dibujar un plano, respetando distancias, detalles y volúmenes, de algún lugar dónde estuvimos durante el día.
  • ejercitar habilidades lógicas: lo más fácil es con juegos como rompecabezas y sudoku
  • ejercitar habilidades verbales: resumir las noticias, el libro que estamos leyendo o una conversación
  • evitar la monotonía y cambiar las actividades rutinarias, por ejemplo: variar el camino al trabajo que ayuda a la flexibilidad cognitiva.
  • Realizar actividad física, deportes, caminatas, meditación, música y hasta juegos, son algunas de las técnicas más aplicadas.