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Dolor de los músculos del cuello

Una mala postura al dormir o un sobreesfuerzo puede provocarnos ese dolor de cuello al que denominamos tortícolis.

De fácil detección, normalmente los pacientes presentan rango limitado de movimiento de la cabeza, cefalea, malestar cervical y rigidez e hinchazón en los músculos del cuello.

Se define como una contracción prolongada de los músculos cervicales, en especial del ecmo (esternocleidomatoideo), que produce inclinación del cuello y posición anormal de la cabeza. Dolor, pérdida de la movilidad articular.

En su mayoría, los pacientes presentan una o más subluxaciones en la columna cervical, que no son más que desalineamientos de las vértebras. Por este motivo resulta indispensable la detección, análisis y corrección de dichas subluxaciones vertebrales. De esta manera se logra alinear toda la columna y beneficiar al paciente no sólo mediante la resolución de dolores musculares sino también al permitir ampliar las posibilidades del organismo de gozar de un mayor potencial de funcionalidad al liberar la presión sobre los nervios, ya que la causa más frecuente es una irritación de los nervios cervicales por lo que secundariamente aparece una contracción o espasmo de los músculos del cuello.

Tiene diferentes orígenes, a saber por movimientos bruscos del cuello, una lesión traumática, dormir en una posición incómoda, lesiones musculares del cuello, al nacer o una hernia de disco a nivel cervical.

TORTICOLIS EMOCIONAL
El cuello es la parte del cuerpo que soporta la cabeza. Este nexo entre el cuerpo y la mente es también el puente que permite a la vida manifestarse, Representa la flexibilidad, la adaptabilidad y la dirección anticipada.

Todo lo que da la vida pasa por el cuello: el aire, el agua, los alimentos, las circulaciones sanguínea y nerviosa. Une la cabeza con el cuerpo y permite la libre expresión.

Si tengo dificultad en tragar mis emociones, si las “reprimo”, esto puede crear una tensión en el nivel de mi cuello en donde se halla el centro de energía. Como el cuello es una de las partes flexibles del cuerpo, todo problema en él denota inflexibilidad en la persona que lo padece.

Asimismo, cuando una persona se halla emocionalmente ansiosa tiende a contraer los músculos que unen la cabeza con los hombros y tensiona toda la musculatura que va desde la nuca hasta la parte más elevada de los hombros.

Bloqueo emocional
Si tenemos la sensación que nos pesa la cabeza, está muy relacionado con el control sobre la vida, de mis actos y los de los demás.

Si sentimos miedo a perder el control de mi propia censura y mostrarme tal cual soy.
En ocasiones, el peso en el cuello, nos dice que nuestra voluntad disminuida ante los demás, el tener que aceptar una situación con la que no estamos de acuerdo y que nos hace sentir culpa.

El cuello es el centro de la voluntad, del poder y de la expresión, los dolores en esta área están asociados a estos ámbitos y su debilitamiento.

Cuando el cuello impide girar la cabeza a un lado y otro, el bloqueo emocional manifiesta “inflexibilidad” en la persona que lo padece, y tiene que ver que la persona no quiere hacer frente a una situación, porque no la puede controlar como quisiera, y tiene miedo de ver o escuchar lo que pasa.

La presencia de este padecimiento indica la razón por la cual no quieres hacer frente a la situación que te molesta y como esta actitud mental te lleva a ponerte rígido y no te ayuda a encontrar una solución.

Si la rigidez te impide girar la cabeza de izquierda a derecha puedes empezar por preguntarte a quién o a qué te niegas a decir “No”.

Si el dolor te impide expresarte, por tu inflexibilidad y obstinación, tu cuerpo te está diciendo que lo mejor es decir “si “o “no” con sinceridad, de acuerdo a esa persona o situación.

¿Qué situación quiero controlar y por qué? ¿Qué no quiero aceptar? ¿Qué no quiero ver?
En tus manos está escuchar a tu cuerpo que te invita a aceptar ver y apreciar el instante presente y reconocer todas las nuevas cosas que forman parte de tu vida.

CÓMO ACTUAR SI TIENES TORTÍCOLIS

Contra la inflamación
Coloca hielo en una toalla y ponelo sobre el cuello para conseguir que baje la inflamación y disminuya el dolor, hacerlo exclusivamente sobre las vértebras.
Ahora, si la tortícolis es por un “golpe” de frío, manejarse con calor, en ambos casos tener cuidado de no exagerar la exposición por los elementos nobles circulatorios que pasan por la zona para así no derivar en otras complicaciones.

Una buena postura
Intentá mover el cuello lo menos posible. Aunque existen ejercicios de contraresitencia, que ayudan progresivamente, estos deben ser brindados por un profesional correctamente formado. No hagas movimientos bruscos.

Contra el frío

Proteger el cuello utilizando una bufanda o un pulóver de cuello alto que eviten que el frío penetre en el cuello, ya que puede perjudicar aún más el estado de la tortícolis.

Una buena almohada

Dormir con una almohada cervical para cuidar la zona, y evitar que los dolores aumenten, la misma debe tener una altura de manera tal que al colocarte de lado en la cama, la cabeza no te caiga porque es baja la almohada o te quede alta, por lo mismo, en líneas generales debe seguir la línea de columna.

Sentate en una silla firme y en una posición correcta
La espina dorsal también incluye los huesos que están en la base del cráneo, si no tiene el soporte adecuado, tendrás más posibilidades de padecer dolores en la zona del cuello y hombros.