El 31 de mayo se conmemora el día Mundial Sin Tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es la mayor epidemia a nivel mundial que explica 5,4 millones de muertes por año. Se estima que la cifra aumentará a más de 8 millones para el año 2030. Además, las estadísticas muestran que si bien el 56% de los fumadores en nuestro país quieren dejarlo, la mayoría no posee la información para hacerlo.
El tabaquismo, la primera causa de muerte evitable en el mundo, no sólo aumenta el riesgo de padecer enfermedades, además, reduce la fertilidad y aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo. En el 15° Congreso Mundial de salud o tabaco, se estableció que el cáncer de pulmón ha desplazado en muchos lugares, incluso en Argentina, al cáncer de mama como primera causa de muerte en la mujer. Asimismo, se dijo que en la región de las Américas, a diferencia de Europa y el Pacífico Asiático, la mujer fuma más que el hombre.
Con estas experiencias, hace años que se realizan investigaciones que demuestran cómo la fertilidad se ve afectada por esta epidemia donde se establece que hay una relación directa entre su disminución y el tabaquismo. Por esta razón, es importante indagar en la consulta obstétrica sobre si fuman o no para abordar el problema. Las investigaciones demuestran que a mayor cantidad de cigarrillos consumidos mayor es la probabilidad de tener dificultades para concebir porque las toxinas que libera tienen un efecto sobre los vasos sanguíneos que alteran las glándulas endócrinas y los órganos reproductores. Además, estas sustancias interfieren con la capacidad del organismo de producir estrógenos, una hormona fundamental para regular la ovulación, y puede hacer que los óvulos de las mujeres sean más vulnerables a las anomalías genéticas.
Se calcula que el tabaquismo hace que las mujeres tengan cerca de 40% menos posibilidades de quedar embarazadas en cada ciclo por:
* Flujo sanguíneo reducido a nivel de los genitales, contribuyendo a sequedad de la vagina y otros problemas sexuales.
* Disminución del número de óvulos debido a la destrucción de óvulos en los ovarios antes de que alcancen la madurez.
* Alteraciones de la liberación de las hormonas.
* Disminución de la motilidad de la trompa de Falopio y enfermedad tubárica.
* Disminución de la capacidad de implantación del embrión.
Por otra parte, en el Congreso Internacional “Medicina reproductiva: revisión crítica y profunda” realizado en Argentina en 2011, se indicó la relación directa que existe entre fumadoras y malos resultados en los tratamientos de reproducción asistida debido a una menor reacción a los medicamentos para la estimulación ovárica.
También influye sobre la posibilidad de tener nacimientos prematuros: los estudios muestran que los componentes del humo de cigarrillo pueden aumentar el riesgo de ruptura prematura del saco amniótico y si bien no hay evidencia definitiva acerca del rol que juega se presenta placenta previa con mayor frecuencia en las fumadoras.
En el caso de los hombres, las sustancias químicas que contienen los cigarrillos generan alteraciones a niveles hormonales, disminución de la cantidad y la calidad del semen, modificaciones en su movilidad y su forma. Esta situación dificultará que los espermatozoides fertilicen al óvulo. Además, también influye en el aparato reproductor al reducir el flujo de sangre y contribuir a falta de erecciones e, incluso, impotencia sexual.
