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El dólar fue negocio por segundo mes

El dólar no defraudó a los compradores que en los últimos dos meses confiaron en él para ponerse a cubierto del clima de turbulencia que ganó a los mercados, en general, y a la plaza local, en particular, afectando el valor del resto de los activos financieros más negociados.

Por segundo mes consecutivo, en agosto, la divisa ocupó un lugar en un hipotético podio entre las opciones de inversión más accesibles y rendidoras del mercado doméstico, nuevamente en compañía del oro (otro instrumento de refugio).

Avanzó 1,12%, con lo que acumula una mejora del 2,55% en dos meses, un dato que explica el renacer de la demanda minorista de dólares, un fenómeno del que LA NACION dio cuenta en su edición de anteayer y que, en el país, no se registraba desde hace poco más de cinco años.

El dólar se podía adquirir en la plaza minorista a $ 3,11 cuando concluía junio. En la última jornada hábil de julio ya estaba a 3,16 y ayer cerró agosto a un promedio de 3,19.

El alza de esa divisa comenzó a darse cuando los grandes inversores desarmaron masivamente las millonarias posiciones que tenían tomadas en activos en pesos, donde apostaban a la revalorización de la moneda local. En un contexto de fuga de divisas, el dólar ensayó una carrera alcista a la que el Banco Central debió ponerle coto para evitar que su aumento agregue presión inflacionaria a una economía ya jaqueada por la tendencia hacia arriba de los precios.

Pero siguió siendo fuertemente demandado durante el mes pasado por inversores locales a los que, en las últimas semanas, se fueron sumando ahorristas temerosos de perder el valor de sus colocaciones.

La fortaleza local de la divisa derivó en otro fenómeno no menos singular: el menor castigo que sufren los bonos de la deuda nacional en dólares frente al que padecen los bonos en pesos (alcanzados, además, por las sospechas en torno de las mediciones inflacionarias).

Esta situación queda a la vista en el desigual comportamiento de los indicadores locales de riesgo financiero. Mientras el índice Embi+ que elabora la banca de inversión JP Morgan (y considera sólo los bonos emitidos en pesos) sólo subió 3 puntos, la medición realizada por Ecolatina (que computa además la deuda en pesos y bajo ley local) saltó 168 unidades.

En cuanto a lo ocurrido en agosto, fue otro mes mayormente negativo para bonos y acciones, aunque entre estas últimas hubo algunas excepciones (como el caso de Telecom, que subió 20% en el mes).

Si se consideran los índices, que son termómetros sobre la variación de los precios, se verá que la Bolsa local cerró el mes con una pérdida promedio del 5,42% y los títulos de la deuda cedieron el 8,27%, según el índice del Instituto Argentino de Mercado de Capitales.

Entre algunos de los bonos más negociados, las pérdidas fueron todavía mayores, como en el caso del Discount en pesos (-10,90%), el Par en igual moneda (- 13%) y el Bogar 2018 (-10,03%), según el informe habitual que difunde la casa bursátil Arpenta.