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El euro se debilita cada vez más y ya varios analistas lo ven cerca del 1 a 1 frente al dólar

La relación euro dólar fue atravesando distintos ciclos. Lejos quedaron aquellos tiempos en los cuales la moneda europea se vanagloriaba de cotizar a 1,60 por cada billete verde.

La profundización de la crisis global y la consecuente búsqueda de la divisa norteamericana como refugio por parte de los inversores, revitalizó – paradójicamente- a la propia moneda del país que desencadenó una de las peores hecatombes de la economía global.

A partir de entonces, la moneda europea comenzó poco a poco a ser abandonada y, en consecuencia, inició un camino descendente hasta ubicarse en el valor actual, cercano a los 1,27 por dólar.

Incluso, para muchos analistas, este valor aún le queda un poco “holgado”, habida cuenta que muchos países de la región europea enfrentan serias dificultades, producto del escenario recesivo por el que deberán transitar este año y otros, en particular los países de la región este, afrontan deudas impagables que los ubica al borde de la bancarrota.

Días atrás iProfesional.com dio cuenta de la grave situación que enfrentan Austria, Hungría, Rumania e incluso Suiza y el impacto que esto produce en los cimientos de la eurozona (ver nota: “El euro, afectado por varios países de Europa del Este al borde de la bancarrota”).

En tanto, Alemania, Francia, España e Italia ven como sus economías se van deteriorando lentamente y el desempleo va trepando a valores impensados.

Tal es así que un reciente informe de la Unión Europea (UE) anticipa que España alcanzará los 5 millones de desocupados el próximo año. Italia espera una caída del 2,5% de su Producto Bruto Interno (PBI) para el año en curso.

Alemania, la principal locomotora de la zona, anunció una contracción de su economía (2,1%) la peor desde la reunificación de ese país, mientras que Gran Bretaña se encuentra por primera vez en recesión desde 1991 (registrando su peor caída trimestral desde 1980).

En los Estados Unidos la situación no es mucho mejor. Pero, a diferencia de lo que ocurre en Europa, actuó con mayor audacia y velocidad a la hora de enfrentar la crisis bancaria y mitigar la debilidad de su economía.

Es por ello que muchos analistas sugieren que la principal potencia mundial emergerá de la recesión antes que la mayoría de las otras economías. Y este es un aspecto clave para la recuperación del dólar.

“De la misma manera que la crisis empezó en los Estados Unidos, estoy convencido que será Estados Unidos el primero salga de la misma”, expresó Carlos Risso, CEO de Notibancos.com.

El escenario descripto y la extensión de la crisis, que profundizará la búsqueda de activos seguros, hace pensar a muchos analistas que el dólar seguirá su camino ascendente frente al euro y que se acercará lentamente a una franja de cotización muy cercana al uno a uno. Al respecto, se refirió el economista Tomas Bulat:

En búsqueda de la moneda menos mala
Otro factor de importancia para los analistas internacionales es que en la actualidad no hay una moneda que se perfile como “la divisa del futuro”. Es decir, si los grandes inversores o incluso los bancos centrales del mundo, quisiesen avanzar en diversificar su canasta de monedas, hay pocas que brinden seguridad para capear el temporal.

Hace apenas un par de semanas el virtual CEO ruso Vladimir Putin calificó de “peligrosa” la dependencia del mundo del dólar, y pidió un “cambio irreversible” a un sistema de múltiples monedas de reserva.

Para que el dólar deje de ser moneda de reserva es necesario una que lo reemplace, pero no la hay. El euro es una creación multinacional adoptada por 16 países, que aun no ofrece garantía de unidad, si el crac financiero se profundiza.

El yen y la libra no se utilizan lo suficiente en el comercio y en las transacciones financieras internacionales, mientras que el yuan de China no cotiza libremente. Entonces, el dólar es el menos malo de la serie de “monedas malas” que existen en los principales mercados cambiarios del mundo.

¿Cuáles son los factores que juegan a favor del dólar?

1. Se achica el diferencial de tasas. En primer lugar, las tasa de interés que fija la Reserva Federal de Estados Unidos (para el dólar) y la que impone el Banco Central Europeo (para el euro). La mayor o menor brecha entre ambas es lo que incrementa, o disminuye, el atractivo de una moneda frente a la otra.

Ese diferencial ha ido reduciéndose a lo largo del tiempo. En julio del año pasado, la tasa de referencia fijada por el Banco Central Europeo era 225 puntos básicos más alta que la fijada por la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Ahora, se ubica apenas 175 por encima. Y posiblemente esa brecha se recorte aun más el próximo mes, ante la necesidad de muchos países de la región de impulsar sus economías.

“Cuanto más espere el banco central para bajar las tasas de referencia, más profunda será la recesión del continente y más se debilitará el euro”, explican los expertos.

Justamente, esa reducción que se ha venido registrando en el diferencial de tasas de interés es lo que le ha permitido a la divisa norteamericana fortalecerse más de un 17% frente a la europea y avanzar un 26% contra la libra desde fines de agosto de 2008.

Al mismo tiempo, el BCE tiene menos flexibilidad para comprar valores del Gobierno que la FED, que estudia la posibilidad de comprar bonos del Tesoro norteamericano de vencimiento más lejano. En contraposición, las reglas de la UE prohíben que el BCE compre bonos directamente de los Gobiernos, y una decisión de comprar deuda en el mercado abierto podría desencadenar una disputa sobre a qué países comprarle.

2. Países de Europa del Este enfrentan una deuda impagable. Otro factor que empieza a jugar a favor de los bancos estadounidenses es que pese a todos los errores cometidos, no están contagiados de la enfermedad de Europa del este que pesa sobre el euro.

Esa región enfrenta una deuda que, para muchos analistas, resulta impagable y se ha transformado en una auténtica bomba de tiempo. Hasta septiembre, los prestamistas europeos representaban el 91% de los 1,66 billones otorgados en créditos a los ahora peligrosos bancos de la región este del viejo continente.

El costo de la crisis en la Eurozona y los países del Este no es menor. En la visión de George Soros, “el rescate generó una profunda crisis financiera en aquellos países que aún no adoptaron el euro y con el tiempo, esa tensión se terminará trasladando a la Eurozona”. “Es por ello, que además de los países, también sufrirá el euro”, concluyó el magnate húngaro.

Según Soros, el euro padece deficiencias estructurales, pues tiene un banco central, pero no una hacienda pública central y la supervisión del sistema bancario corre a cargo de las autoridades nacionales. “Son estos defectos los que están dejando sentir cada vez más su influencia y están agravando la crisis financiera”, dijo.

Cerca del uno a uno
Para John Mauldin, presidente de Millennium Wave Advisors, el colapso de Europa del Este tendrá un impacto demoledor sobre la banca europea. “Europa está mucho más en riesgo que los Estados Unidos ante la ausencia de capacidad financiera de muchos países para nacionalizar algunos bancos, cuyos balances superan con creces sus respectivos PBI”, enfatizó.

Los motivos que llevan a esta definición pasan por la crisis de liderazgo, la incapacidad de aplicar políticas comunes en tiempo y forma y el impacto que su declive económico prolongado puede tener sobre el conjunto de las economías mundiales.

El trabajo de Mauldin, que entre otras cosas, suma a Portugal al grupo de países en la cornisa, pues lo ubica al nivel de Irlanda, concluye que si las cosas siguen así se llegaría a la paridad dólar-euro antes de fin de año.

Tal como señaló Mauldin, las implicaciones de un movimiento de este tipo en la moneda única, en un entorno tan propicio al proteccionismo como el actual, serían enormes.

El analista explicó que aunque la caída del euro pudiera beneficiar a las exportaciones europeas, las importaciones procedentes de, por ejemplo, China se encarecerían notablemente, perjudicando así a uno de los principales mercados de destino de los productos de este país.

La visión local
Analistas de la consultora Ecotrader, afirmaron a iProfesional.com que, pese a la suba de los últimos días, todo hace suponer que en breve la cotización del euro retomaría la inercia principal”, que estos expertos consideran bajista, “con un primer soporte en la zona de los u$s1,23 por euro y potencial para alcanzar niveles que incluso acerquen al euro/dólar, con el transcurrir de los meses, a la paridad”.

En tanto, el último informe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) expresó: “cuando arrecian los rumores sobre dificultades en entidades, se produce un vuelo a la calidad por parte de los inversores y, en consecuencia, se aprecia del dólar y cae el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos”.

En tal sentido, el analista Agustín Cramo fue contundente ante la consulta de este medio: “Si en las próximas semanas el euro perfora el piso de 1,25, en el corto plazo, no más allá de dos meses, podría llegar a 1,15 / 1,20 por unidad”. “En el largo plazo todo indica que su recorrido va a ser aún más descendente”, agregó Cramo.

Risso, analista de Notibancos.com, coincidió con Cramo y agregó que “la profundización de la recesión en los países de Europa y justamente el hecho de que probablemente Estados Unidos sea el primero en revertir la crisis me hacen pensar en un valor de euro/dólar más cercano a 1,20 en primera instancia, para luego seguir su recorrido descendente”.

Por otro lado, “las dificultades de la zona del euro son cada día mayores y justamente el hecho que sea la unión de diferentes países, con economías diferentes, lo hacen mucho más vulnerable. A tal punto que muchos ya piensan en salirse del mismo”, afirmó Risso.

“Europa atraviesa serios problemas de índole social por el rápido avance del desempleo en varios de los principales países. “Hoy cotiza a 1,27 / 1,28 básicamente por la diferencia de tasas entre EE.UU. y la Eurozona y por la incertidumbre generalizada, pero ese diferencial podría reducirse”, concluyó Cramo.

Claudio Katz, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del CONICET, coincidió en que “la situación en Europa es muy crítica, pues enfrenta la perspectiva de default de la deuda pública de Irlanda, Grecia, y quizás algún corralito en España”.

“España, Irlanda por citar algunos casos, son mirados como obligados a irse del euro para reorganizar sus economías. No pienso que eso sea posible, pero su sola mención a tan sólo 8 años de creado es un signo de debilidad extrema”, sostuvo Risso.

Por su parte, Jorge Todesca, director de Finsoport, dijo a iProfesional.com que “hoy la opinión predominante, es que el dólar se va a seguir apreciando. Y esto se explica porque en términos relativos, las economías europeas están siendo vistas con menos perspectivas de recuperación que la de EE.UU”.

Otra cuestión, agregó Todesca, “es que también hay discusiones sobre el futuro del euro: España e Italia querrían una devaluación de su moneda. Si tomamos la productividad media europea, el euro debería depreciarse.

El que sostiene un nivel más alto es Alemania. Ya acabamos de ver la depreciación fuerte de la libra esterlina. Si España e Italia pudieran, harían lo mismo que Inglaterra”, concluyó Todesca.

Ante la consulta el economista Manuel Solanet subrayó: “Observo una tendencia clara a una reevaluación muy lenta del dólar vs. el euro. El BCE ha reducido las tasas de interés fuertemente y los países de la eurozona están enfrentando situaciones fiscales más comprometidas por la crisis, lo que empuja al fuerte debilitamiento de la moneda europea”.

Perspectivas
Si bien es difícil cuantificar el grado de deterioro futuro del euro, más allá del camino ya recorrido, una vez que alcanzó los 1.60 dólares, es evidente que deberá enfrentar muchas dificultades para tener una reacción positiva.

Es por ello, que para la mayoría de los analistas, la visión colectiva para el mediano y largo plazo es de una mayor firmeza del dólar, tomando como válida la posibilidad de llegar a la paridad con el dólar.