Inicio Empresas y Negocios El gerente general aceptó un puesto de analista, ¿se volvió loco?

El gerente general aceptó un puesto de analista, ¿se volvió loco?

Habitualmente, concebimos una carrera laboral como una especie de escalafón donde, mediante ascensos, vamos accediendo gradualmente a puestos de mayor salario y responsabilidad.

Sin embargo, existen algunas honrosas excepciones que nos enseñan que otra vía es posible. En la década del ’80, Alan Lacy era tesorero de Dart & Kraft (actualmente, Kraft Foods).

Un buen día, renunció a su posición y tomó un ignoto puesto financiero en otra unidad de la compañía. El cambio implicaba una severa reducción de salario y prestigio dentro de la organización. ¿Estaba loco el señor Lacy?

En realidad, la decisión era perfectamente racional. Lacy ya había aprendido todo lo que podía aprender sobre la función del tesorero y no veía mayores oportunidades de progreso en aquella posición. Ahora, se había obsesionado con llegar a ser gerente financiero de una corporación.

Así, optó por un transitorio retroceso en su carrera para adquirir habilidades financieras y saltar más alto en el futuro. La historia tuvo final feliz: a los 41 años, llegó a CFO de Sears.

Según una investigación del MIT, los movimientos “hacia atrás” pueden ser útiles para destrabar una carrera atascada en un puesto bien remunerado aunque de dudoso futuro.

En lugar de seguir pujando para crecer por el mismo camino, algunos osados ejecutivos prefieren salir de la autopista principal para aceptar puestos, en principio, menos atractivos aunque con un mayor retorno esperado de largo plazo.

Ahora bien, ¿en qué casos es racional esta decisión?
En primer lugar, advierte la investigación del MIT, esta clase de cambios son altamente desaconsejados si tienen por único objetivo “escapar del actual empleo”. El retroceso no es un buen refugio para ejecutivos con burnout. Así, si usted se siente agobiado, cansado o desmotivado en su trabajo actual, busque asistencia profesional. Nunca confíe en sus emociones a la hora de decidir un salto hacia atrás.

Las estadísticas señalan que los movimientos descendentes sólo pueden ser exitosos si se construyen sobre una inquebrantable voluntad de avanzar por un nuevo camino. La decisión debe ser absolutamente racional y basarse en una evaluación de su know-how actual y las habilidades necesarias para el éxito en el objetivo que usted pretende alcanzar.

La estrategia del retroceso sólo tiene sentido cuando aceptar un puesto de menor responsabilidad es la única vía por la que usted puede adquirir las habilidades necesarias para su nuevo objetivo.

Se trata, desde luego, de una estrategia extremadamente riesgosa donde los que fracasan superan ampliamente a los que triunfan. Por eso, la decisión debe tomarse con absoluta calma y racionalidad, y no como una forma de escapar al estrés.

En definitiva, la investigación del MIT nos presenta una vía alternativa de construcción de carrera laboral. La estrategia del retroceso es riesgosa pero, con una planificación sensata, puede conducir al objetivo deseado. ¿Es adecuada para usted?

Para comenzar a evaluar la posibilidad, tenga en cuenta el dato siguiente. Casi todos los casos de éxito tienen un rasgo en común: la persona estaba realmente apasionada por el nuevo camino y estaba dispuesta a hacer cuanto esfuerzo fuera necesario para alcanzar su objetivo.