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El ícono mundial del café colombiano, premiado en Argentina

Juan Valdez, el ícono publicitario que representa el esfuerzo y dedicación de las más de 500 mil familias cafeteras de Colombia, fue distinguido el viernes como integrante del Primer Salón de la Fama de Iberoamérica, en el marco del 40 aniversario del Festival Iberoamericano de Publicidad (FIAP), que reunió a los más destacados líderes y creativos de la publicidad mundial, y contó con la presencia del Embajador de Colombia en la Argentina, Álvaro García Jiménez.

La distinción a Juan Valdez se otorgó como homenaje a uno de los hitos de las comunicaciones, por el posicionamiento en la mente de millones de personas en el mundo y ser un legado cultural para las nuevas generaciones en América Latina. A partir de este premio internacional, el ícono colombiano ocupará un espacio en el Salón de la Fama de Iberoamérica como uno de los 40 símbolos, campañas y personajes publicitarios más importantes de la región.

Este reconocimiento se suma a otros que ha obtenido a lo largo de su existencia, entre los que se destaca el de Mejor Ícono Publicitario otorgado por la Asociación de Publicidad de los Estados Unidos en 2005.

Juan Valdez surge en 1959, cuando dirigentes de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia decidieron dar a conocer internacionalmente el café colombiano, como un producto diferenciado por su calidad y origen. Como parte de la estrategia para promocionar al “Café de Colombia”, surge este personaje, que se convirtió en logotipo en 1981, de la mano de su creador Doyle Dane Bernbach.

En los primeros años de la campaña, Juan Valdez se dedicó a educar a los consumidores a lo largo del mundo sobre las diferencias que existen en el café y la razón del éxito del producto colombiano: las características únicas del clima y el suelo volcánico en que es cultivado. Así, Juan Valdez, que encarna en su personaje las orgullosas tradiciones de los cafeteros colombianos, colaboró en la tarea de distinguir la excelencia del “Café de Colombia” y lograr que un producto, hasta entonces genérico, se convierta en marca a nivel mundial.

En medio de una profunda crisis, en el año 2002, la nueva administración de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, lanzó una nueva estrategia de mercado, respondiendo al perfil del nuevo consumidor, inconforme con lo que se ofrecía hasta entonces: se abren las tiendas Juan Valdez y salen a la venta cafés tostados con la misma marca, producidos y comercializados por los caficultores colombianos. Desde entonces, Juan Valdez dejó de ser solo una marca de apoyo que respaldaba a otras marcas, y pasó a ser una marca en sí.