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El INV reconoció a Chapadmalal como una Indicación Geográfica

La decisión del INV está fundamentada en los antecedentes presentados por la bodega ANALYN S.A. Además, en los estudios realizados por los sectores competentes del Instituto y en el área de producción de Chapadmalal que está conformada por terruños con cualidades distintivas, aptos para la producción de vinos de calidad.

Hay que considerar la existencia de Chapadmalal en el Padrón Básico de las Áreas Geográficas y Áreas de Producción Preliminares, que por sus aptitudes para la producción de uvas, puedan pretender acceder a una Indicación Geográfica. En este caso, se refiere a una de las nuevas zonas vitivinícolas que se están desarrollando a nivel nacional, con características distintivas para la elaboración de vinos de calidad, a partir de las variedades de uvas reconocidas por el INV.

En cuanto a los límites, comprende a los siguientes: 1) Norte: Calle 515; 2) Este: Ruta Provincial Nº 11; 3) Sur: Arroyo Las Brusquitas y 4) Oeste: Avenida Antártida Argentina. Tiene una superficie cultivada de 10,5 ha y las principales variedades implantadas son Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Negro y en menor cantidad Malbec, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Traminer, Merlot y Riesling.

De acuerdo al artículo 4º, de la Ley 25163, se entiende por Indicación Geográfica el nombre que identifica a un producto originario de una región, una localidad o un área de producción delimitada del territorio nacional no mayor que la superficie de una provincia o de una zona interprovincial ya reconocida. La Indicación Geográfica sólo se justificará cuando determinada calidad y las características del producto sean atribuibles fundamentalmente a su origen geográfico.

En el caso de la vitivinicultura, la Indicación Geográfica reconoce el nexo causal terruño/vino que le da identidad al producto y asocia su origen con una calidad y reputación reconocida. A la vez, es la definición jurídica que permite la protección y el uso legítimo de los nombres de los terruños vitivinícolas.

La Bodega ANALYN S. A. se hizo acreedora a una Medalla de Plata en la XI Edición del Concurso Internacional de Vinos y Bebidas Espirituosas VINANDINO 2013 con su vino SILOS Sauvignon Blanc 2013.

Enólogos de Mendoza
Daniel Pi es uno de los enólogos que inició técnicamente el proyecto y afirma que “El clima costero está muy de moda en este momento y queremos ser parte de la acción. Los vinos van a ser diferente a todo lo que ha salido de la Argentina hasta el momento, ya que tienen una influencia costera real y tienen características muy particulares”.

El enólogo, también, destacó el potencial del Chardonnay -una de las cepas implantadas en Chapadmalal- en Argentina, incluso por encima del Torrontés, aunque reconoció que por ahora sigue siendo difícil su penetración en el mercado internacional, sobre todo los de gama alta.

Son muchas las bondades de la ciudad y de las aguas del Oceáno Atlántico que bañan sus costas.De acuerdo a la publicación de +Cuatro Vientos+ en Necochea sobre el emprendimiento, esa fue una de las razones por las cuales Jorge Estrada Mora decidió adquirir en 1996 la estancia Santa Isabel, cuyo casco se remonta a fines del siglo XIX y que formó parte la vieja estancia Chapadmalal, propiedad de José T. Martínez de Hoz.

Dueño de varios emprendimientos, entre ellos varios viñedos en Mendoza, a Estrada Mora le empezó a rondar una idea por la cabeza: tener un viñedo propio en Mar del Plata, más precisamente en Santa Isabel. La apuesta era de por si riesgosa. Aunque no ilógica, más allá de algún intento fallido en la zona. Si Nueva Zelanda y Australia, dos grandes productores de vinos, con características geográficas y climáticas similares tuvieron éxito porqué no intentarlo en la costa argentina.

Por ello, el empresario (ligado al mundo de la energía y del cine, por caso fue productor de Juan José Campanella en “El hijo de la novia” y “Metegol”, entre otras películas) decidió contactar a un hombre de confianza, Daniel Pi, uno de los más prestigiosos enólogos de Argentina y de gran reconocimiento a nivel internacional.

Al hacerse cargo del proyecto, Pi decidió en un principio implantar tres variedades: Chardonnay, Pinot Noir y Sauvignon Blanc. Las primeras dos serían parte de un espumante y la última -por su posible potencial- se utilizaría como varietal. Pero al llegar a la zona de Chapadmalal y ver cuánto espacio tenía disponible, el enólogo del grupo Peñaflor decidió probar con otras cepas y esperar. Así se sumaron el Malbec, el Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Riesling y el Gewürztramminer.

La calidad de los primeros vinos -que no salieron a la venta- y su potencial llevaron a Estrada Mora a tomar otra decisión: empezar a elaborarlos en Mar del Plata. Una de las razones es que con el traslado de las uvas a Mendoza (1.334 kilómetros mediante) se perdía en calidad más que en lo económico. Así fue que para la última vendimia -en marzo de 2013-, Santa Isabel ya contaba un espacio para elaborar el vino, con tanques de acero inoxidable y barricas de roble francés.

Para el diseño de la Bodega Familia Estrada Mora se decidió utilizar la construcción de los antiguos silos. Este edificio de 1929 tuvo diversos fines a lo largo de la historia, primero como almacén general, cinco décadas más tardes como silo de granos, función que cumplió hasta entrado el nuevo siglo. Hoy esta edificación se complementa con una nueva obra de novedoso y armónico diseño destinada a la recepción del turismo, la guarda de barricas y la estiba de botellas de espumantes por método Champenoise.

La bodega tiene hoy una capacidad de 100.000 litros con planes de extender esa capacidad a 200.000 en el mediano plazo y elabora vinos jóvenes y de guarda como así también espumantes.