En las manifestaciones públicas referidas al cáncer, habitualmente se eligen expresiones como “enfermedad terminal”, o “una larga y penosa enfermedad”. Tiempo atrás, coloquialmente, se hablaba de “la papa” o “el mal”.
Fundación ACIAPO (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico) propone a toda la comunidad y, especialmente, a los medios de comunicación, cambiar el mensaje. Sí, hablar de cáncer, pero no como algo definitivo.
Es necesario saber que hay gente que vive con cáncer durante largo tiempo y que el cáncer se puede curar en muchos casos. Si el mensaje proviene desde los medios de comunicación, los emisores deben ser cuidadosos y contemplar a las personas que están con cáncer y también a sus familias.
Las palabras tiene poder de vida o muerte. Mal usadas pueden hacer mucho daño. Y no todos los públicos reciben bien esas palabras. Los mensajes equivocados predisponen mal a enfermos, familiares, sobrevivientes y profesionales que ayudan a sostener los efectos emocionales, desde la esperanza.
Sin huir de la verdad, el léxico del cáncer debería usarse respetuosamente, para que la vida pueda continuar de la mejor manera posible para aquellos que superaron esta vivencia traumática. Es necesario estar atento a la prevención, llevando una vida ordenada y sana. Porque en una sociedad que discrimina, el cáncer no discrimina.
