Inicio Empresas y Negocios El Parque Industrial como opción de seguridad comunitaria

El Parque Industrial como opción de seguridad comunitaria

El pasado 15 de enero, un enorme incendio destruyó una fábrica en Lanús, una zona con alta densidad de población del Gran Buenos Aires.

Mientras los bomberos realizaban pericias para determinar la causa del siniestro, hubo que evacuar a cientos de vecinos y varios obreros debido al fuerte olor y el humo que afectaban a todos los habitantes de la zona. Luego comenzó la investigación para saber si la fábrica tenía todos los mecanismos de seguridad en regla.

A partir de un suceso desagradable, como un incendio, la sociedad comienza a preocuparse e interesarse por las normas y dispositivos de seguridad a los cuales – sin saberlo – diariamente confía su vida.

Según el Ing. Luis Benoit, los dispositivos de seguridad sirven para asegurar que si el elemento protegido falla (por ejemplo, se incendia una fábrica) las consecuencias sean mucho menos serias que si no tuviera protección. Benoit forma parte del staff de Ellmann, Sueiro y Asociados, una consultora que opera en 5 países y cuenta con 50 años de experiencia a nivel mundial en el sector industrial, y señala que desde el punto de vista técnico, “los mecanismos de seguridad pueden trabajar alertando al operario en caso de condiciones de funcionamiento anormales, o apagando el equipo cuando éste no funciona bien”, por ejemplo. También pueden eliminar o minimizar las condiciones anormales que siguen a la falla, y que de no hacerlo causarían un daño mucho mayor, reemplazar la función que ha fallado y hasta prevenir la aparición de situaciones peligrosas.

Sobre los riesgos de seguridad vinculados a la instalación de una fábrica en un espacio público, el experto opina que deben llevarse a cabo varias acciones conjuntas y relacionadas entre sí, como por ejemplo que se acuerden y establezcan niveles mínimos tolerables de fallas simples y múltiples, a ser alcanzados y respetados; que los dueños de los equipos instalados en estas fábricas identifiquen y documenten las fallas que puedan darse y las acciones tomadas de antemano para evitarlas, o que se lleven a cabo inspecciones de los dispositivos de seguridad de manera adecuada y con una frecuencia previamente establecida.

Pero la realidad es que a pesar de los múltiples recaudos que puedan tomarse, existen fallas que no pueden anticiparse de ninguna manera, generalmente asociadas a errores humanos, en los que toman preponderancia los errores humanos “psicológicos”.

Para este tipo de falla no hay ninguna clase de mantenimiento que permita tener los niveles de seguridad adecuados. Ante este escenario sólo queda confiar en los dispositivos de seguridad, o bien modificar las instalaciones o la forma de utilizarlas para evitar o minimizar las consecuencias derivadas del accidente.

En este sentido, los complejos industriales cuentan con la ventaja de ser planificados desde sus inicios teniendo en cuenta las variables de seguridad.

Roberto Ventimiglia, miembro del Consorcio que está levantando un Polo Mueblero Maderero en Berazategui, señala que uno de los requisitos para que las empresas participen en este parque industrial es su aceptación a cumplir con determinadas normas pre-establecidas contra incendios.

El predio tendrá una red de prevención de incendios interna, y otra externa: “Los bomberos establecen, de acuerdo a los m2 construidos y el tipo de industria que se va a desarrollar, una cantidad de litros de agua que deben estar siempre disponibles para cada empresa, para poder utilizarlos en caso de una emergencia”, explica Ventimiglia.

Una vez determinado el caudal de agua que debe haber, cada compañía pueden construir un tanque gigante o varios piletones subterráneos.

Si una de las fábricas necesita 40.000 l de agua y la que se encuentra a su lado también, pueden decidir construir juntas un tanque de 80.000 l, por ejemplo. Todos contarán con bombas automáticas, de modo que con sólo abrir la llave de paso, estos dispositivos se pondrán en marcha.

Por otro lado, el complejo contará con una red externa de prevención de incendios, y sobre las calles de acceso habrá cañerías externas que tienen una toma de agua cada 50 m.

“Nosotros creemos que es mucho más seguro tener la fábrica en un lugar como un parque industrial, porque aparte de los matafuegos correspondientes y de todo este sistema, se contará con seguridad interna las 24 hs, y con personal custodiando cada fábrica y el predio en total”, señala Ventimiglia.

Benoit añade un último dato de la realidad, para reflexionar: “si consideramos todos los dispositivos de seguridad de una industria, nos sorprenderíamos al constatar que habitualmente a un 30% se le hace alguna clase de mantenimiento – no necesariamente el adecuado ni a la frecuencia correcta-; sobre otro 30% no se realiza ninguna clase de mantenimiento, y del 40% restante … ni siquiera se sabe que está instalado”. A partir de esta informacion, se comprende la necesidad urgente de adoptar estrategias definidas respecto al mantenimiento de máquinas y equipos; en particular cuando las industrias se encuentran en el medio del tejido urbano.