Inicio Empresas y Negocios El “pleno empleo” de personal calificado frena el crecimiento

El “pleno empleo” de personal calificado frena el crecimiento

A los problemas inflacionarios, la necesidad de negociar aumentos de salarios y la suba de los costos laborales, las empresas argentinas suman una preocupación que se agudiza mes a mes: la falta de personal calificado para cubrir determinadas posiciones debido al “pleno empleo” que atraviesa el sector, un fenómeno que –según coinciden los especialistas- pone en peligro el crecimiento de la economía.

“Las cifras de desempleo indican que en los sectores de calificaciones medias para arriba hay casi pleno empleo, falta personal capacitado”, afirmó en diálogo con infobaeprofesional.com el economista Jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana.

En este escenario, todos los especialistas consultados coincidieron en advertir sobre las consecuencias negativas que este faltante genera, tanto en materia de nuevas inversiones como en el freno que representa para mantener las altas tasas de crecimiento que la economía argentina logró en los últimos años.

“Desde hace tiempo hay una gran demanda laboral insatisfecha. Hay empresas que buscan personal y que no lo encuentran por falta de oferta. Esto lleva a que las compañías no aprovechen la capacidad ociosa y puede devenir en una restricción al crecimiento”, advirtió el especialista en temas laborales y director de SEL Consultores, Ernesto Kritz.

Al respecto, Kritz agregó que “habría que ver si para realizar nuevas inversiones hay personal suficiente o si esta falta de trabajadores calificados es tenida en cuenta para restringirlas”.

En línea con las afirmaciones de Kritz, Artana resaltó que este faltante de empleados calificados “puede derivar en suspensión de inversiones y por lo tanto en una disminución del crecimiento del país”.

De acuerdo al organismo, las áreas donde se observaron las mayores carencias fueron producción y mantenimiento (79,8% de los pedidos no cubiertos), gerencia, administración y sistemas (15,1%) y ventas y comercialización (5,1 por ciento).

En tanto, quienes tuvieron los mayores problemas para contratar personal fueron los grupos dedicados a la fabricación de papel, de productos minerales, y la fabricación de maquinaria y equipos, mientras que las empresas más demandantes fueron aquellas ligadas a los servicios financieros, la hotelería, y los servicios de correos y telecomunicaciones.

Gabriel Sánchez, director del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), resaltó que a este contexto “se suma que el crecimiento de la productividad ha sido moderado y que las firmas argentinas han estado expuestas a fuertes subas de costos. Todo esto nos hace sospechar que ya podemos estar en niveles de desempleo aceleradores de la inflación”.

En la misma línea, el economista de FIEL sostuvo: “El mercado laboral está muy apretado, la economía ha llegado al límite de la capacidad ociosa y el desempleo sólo sigue siendo elevado en los empleos de más baja calificación”.

Preocupación en el ámbito empresarial
Desde Abeceb.com, el analista Mariano Lamothe destacó el caso de la industria metalmecánica como uno de los sectores con mayores inconvenientes para cubrir vacantes en los puestos de trabajo.

“La falta de personal calificado para los empresarios es uno de los temas más preocupantes a la hora de invertir porque dificulta la competitividad”, señaló Lamothe.

Y agregó: “Hay mucha competencia por el personal que ya está dentro de las empresas, lo que significa altos índices de rotación y subas salariales. Es algo muy negativo para las compañías, ya que ven como los profesionales que forman y capacitan se van a trabajar a la competencia”.

Antídotos
Ante este escenario, las áreas de Recursos Humanos de las empresas realizan una carrera contra reloj para reforzar sus políticas de retención del personal, sobre todo para bajar la rotación y evitar la partida de los talentos y de aquellas personas consideradas clave dentro de las organizaciones.

De hecho, según los resultados del estudio Prácticas y tendencias del mercado de trabajo argentino realizado en 2007 por la consultora Hay Group, seis de cada diez compañías aseguró tener un plan formal de retención de talentos.

“Si bien todas las organizaciones cuando detectaron a una persona clave hicieron algún tipo de acción para retenerla, que seis de cada diez tengan definida una política para retener, habla de que existe una importante concientización sobre el problema de la escasez de talentos, el que requiere una fuerte estructura para afrontarlo”, aseguró Natalia Piris, gerente de Operaciones de Hay Group.

“Hay industrias que tienen algunas características que complejizan más el escenario actual de escasez de talentos”, comentó Piris, y añadió: “En el caso del sector petrolero, por retener a un ingeniero en perforación o un geocientista las empresas no sólo compiten con el mercado local sino con el mundo entero”.

A su vez, los economistas pusieron una luz de alerta particularmente sobre las Pyme, ya que la falta de personal calificado lleva a que no puedan pronosticar estrategias e inversiones a largo plazo.

Convergencia
Otra consecuencia de faltante -según explicó Artana- es que el crecimiento va a ir convergiendo con el nivel de inversión.

“Hasta ahora el desempleo y el capital ocioso llevaron adelante el crecimiento. A partir del año que viene el crecimiento se va a situar en 5 por ciento. El Gobierno puede lograr que se crezca más pero la inflación va a ir para arriba, tal como sucedió el año pasado”, detalló el analista de FIEL.

El poder sindical
Los economistas también identificaron a la falta de personal capacitado como una de las causas del mayor poder de los sindicatos en la negociación de los convenios colectivos de trabajo.

Para Kritz, en un mercado laboral que tiene un sector formal que funciona casi con pleno empleo, la capacidad de negociación que tienen los sindicatos aumentó significativamente.

Y postuló: “Las empresas no tienen la misma capacidad de negociación que cuando había altos índices de desempleo, años en los que podían rechazar las demandas salariales. Además, hoy necesitan imperiosamente a la gente ya que en muchos casos están trabajando a plena capacidad”.

Así, en las rondas de negociaciones de 2006 y 2007, en muchos convenios, al incremento de los básicos se adicionaron sumas no remunerativas u otros conceptos, que llevaron el aumento del costo salarial promedio del sector privado a 22% anual.

En este sentido, el director de SEL Consultores remarcó que “la capacidad relativa de negociación hoy no favorece tanto a las empresas como podía ser algunos años atrás”. En su opinión, las compañías reconocieron que las demandas salariales fueron creciendo y que de algún modo tienen que ajustarse al nuevo escenario, del que no escapan ni son ajenas.

El núcleo duro del desempleo
Según el último informe de desempleo realizado por el Instituto de Estadística y Censos (INDEC), la desocupación en la Argentina descendió de 20,4% en el primer trimestre del 2003 a 7,5% en el último trimestre del 2007.

En tanto, un reciente informe del IERAL anticipó que una tasa de desempleo de 7,5% en la Argentina es difícil de bajar y aseveró que “si se quiere sostener el actual ritmo de crecimiento de empleo (de aproximadamente 7% en el 2007) será necesario generar mejoras importantes de productividad y en el funcionamiento de los mercados laborales”.

La cifra esconde un problema estructural: a partir de este porcentaje comienza el arduo trabajo de bajar lo que muchos economistas llaman “la tasa natural de desempleo” o “el núcleo duro de la desocupación” , un nivel que no puede ser reducido por un aumento de la demanda.

La tasa natural incluye el desempleo friccional y el estructural. El primero viene dado por los trabajadores que tardan en encontrar el puesto que mejor se ajusta a sus gustos y calificaciones mientras que el segundo denota cuestiones más profundas e inherentes a cada país. El porcentaje de desempleo estructural lo integran las personas que no pueden encontrar empleo de manera sostenida por las diferencias entre las características de la oferta y la demanda.

De acuerdo con el trabajo del IERAL, en el país el mercado laboral está mucho más segmentado, por lo que la tasa de desempleo de 7,5% esconde un alto grado de fricción en muchos sectores y podría ser un detonante para la inflación.

En busca de soluciones
Para Lamothe, salir de esta situación requiere de una fuerte política de capacitación, tanto del personal con el que ya cuentan como de los nuevos ingresantes, que en muchos casos son jóvenes profesionales recién recibidos o incluso estudiantes terciarios y universitarios.

Ya hay empresas que ante la falta de personal recibido, toman a los estudiantes como opción. Al respecto, María Paula Covelli, analista del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), aseguró que “las empresas buscan profesionales con conocimientos más específicos y a su vez más capacitados, pero como no los encuentran optan por tomar gente y hacerse cargo de su capacitación”.

Un caso más que ilustrativo es la industria de tecnología del software: si bien genera 6.000 puestos laborales de profesionales por año, sólo se reciben de los establecimientos terciarios y universitarios un promedio de 3.000, según datos del Ministerio de Educación de la Nación.

Según Fernando Racca, vicepresidente tercero de la Cámara de Empresas de Tecnologías de Información de Argentina (CESSI), “ante la escasez de perfiles formados en Sistemas las compañías buscan alumnos de segundo y primer año de las carreras y optan por posibilitarles horarios flexibles para que puedan seguir estudiando, y capacitarlos constantemente”.

Las cifras, más que claras
El INDEC define como Demanda Laboral Insatisfecha a “la ausencia de oferta idónea para responder a un requerimiento específico por parte de empresas, organismos públicos o cualquier otra organización que actúe como demandante de servicios, expresada mediante avisos en los diarios o Internet, carteles en la vía pública o búsquedas boca en boca”.

En su informe trimestral sobre Demanda Laboral Insatisfecha (DLI), el INDEC precisó que el 42,7% de las firmas consultadas demandó mano de obra entre octubre y diciembre del año pasado y de ellas el 11,5% no pudo satisfacer sus requerimientos.

Con respecto al trimestre anterior, hubo un incremento de 8,4% en la búsqueda de personal y una baja de 15,4% de los puestos que no se pudieron cubrir. El estudio fue efectuado sobre 2.200 empresas representativas de la actividad económica del país.